Déjame Ser Tu Esperanza// KookMin

Dolor

Aun después de cinco años, no puedo aceptar el no poder caminar, me siento inútil, débil, me veo al espejo y solo veo a una persona sin sueños, sin ilusiones, sin metas, todo acabo hace cinco años en ese accidente.

Accidente del cual el responsable fui yo, pues si no hubiera salido corriendo como loco histérico de ese motel y subirme a mi auto arrancar y acelerar sin mirar atrás seguramente aun pudiera caminar, pero... ¿Cómo aguantar el ver a tu novio follar a tu mejor amiga?... ¿Se puede estar tranquilo?... ¿Se puede salir como si nada, manejar con calma y luego de días pedir amablemente una explicación?  sé que no es posible, por lo mismo es que salí lleno de rabia, dolido, me sentía traicionado, fui la burla de las dos personas que más amaba después de mis padres y hermano, no era posible aguantar y estar en calma si acababa de ver a mi novio metiéndole el pito a mi amiga.

Así como yo tuve en parte culpa de lo que me paso, ellos la tienen en un porcentaje mayor, ese día que me dieron la noticia que jamás volvería a caminar prometí vengarme, mi venganza fue mejor de lo que lo planee, ella quedo embarazada, él no se hizo responsable, la trato de zorra y ella volvió a mi arrepentida pero me di el lujo de mandarla al infierno, ¿él?... jajajaja él murió en un accidente hace un año, por causas desconocidas sus frenos fallaron y como él era un loco para manejar terminó volando hacia el mar donde su cuerpo fue encontrado cinco días después a las orillas de la playa, así fue como por fin me sentí en paz, me cobre el haber sido traicionado vilmente, pero a pesar de eso mi vida cambio, ahora no paso de mi habitación a la cocina o a la sala, no salgo de casa, si lo hago es solo para visitar al médico o para visitar a un familiar siempre con mis padres y mi hermano, solo jamás salgo aunque ellos me insistan que debo luchar, que debo continuar con mi vida.

—JiMin, hijo ven a desayunar debo irme al trabajo, ven antes que se me haga más tarde—

—Si mamá, ya voy...— esto era de todos los días, mi madre me dejaba el desayuno, se iba a trabajar junto con mi padre, mi hermano iba a estudiar y en la tarde él llegaba a casa para comer conmigo, luego le ayudaba con las tareas, al terminar jugábamos con sus videojuegos y después llegaban mis padres, mi mamá hacia la cena, comíamos y luego a dormir, eso sí, primero me bañaba y con ayuda de mi madre me cambiaba, me acostaba para luego de minutos quedarme dormido en los brazos de Morfeo.

—Mamá, puedo pedir pizza para el almuerzo?—

—Claro hijo, pide lo que se te antoje, por cierto ¿podrías darle de comer a Holly? Tu hermano me lo pidió pero se me hará mas tarde...—

—¿Amor ya estas lista?—

—Si ya, ¿JiMin me harías ese favor?—

—Claro que si, sabes que adoro a Holly...— gran mentira, cuando podía la condenada me quitaba mi manta que utilizo para cubrir mis piernas, pero ya que, supongo no moriré si me acerco y le doy de comer a esa bolita de pelos. Después de la gran despedida al fin me quede solo, era horrible el solo escuchar el latir de mi corazón así que puse algo de música clásica y me acerque a la mesa a comer, al terminar lleve esos platos al lavado. Salí al jardín en busca de la bodega donde guardábamos la comida de la perrita y al encontrarlo tome su plato y se lo llene para que luego no me molestara, entre a casa con el plato de Holly sobre mis muslos y ahí fue donde la empecé a buscar.

—Holly! Donde andas pequeña bola de pelos! Ven por tu comida! No me hagas buscarte!...— al llegar a la sala la mendiga perrita estaba durmiendo en el sillón, así que como buen chico que soy tome un cojín y se lo tire sin mucha fuerza, me reí al ver como caía al suelo del susto, me acerque y le puse su plato en el suelo con cuidado de no regar croquetas, la deje ahí comiendo sola, fui al estudio de mi padre por el libro que leía ayer, al encontrarlo salí de nuevo al jardín para leer tranquilamente pero justo cuando me acomodaba en mi silla de ruedas paso la zorra de mi ex-amiga.

—JiMin! Tanto tiempo sin verte ¿puedo pasar, me dejarías hablar contigo?—

—¿Me crees estúpido? Vete putita vete con tu putito hijo, ve con el padre de tu hijo... espera ¿si sabes quién es el padre verdad?—

—JiMin no seas tan cruel conmigo... ya paso cinco años, ¿Por qué no me perdonas?—

—Porque por tu culpa y la de Mark quede así, invalido, postrado a esta silla ¿crees que puedo olvidar algo así? Vete y no vuelvas a aparecer en mi vida, muérete si me haces ese gran favor...—

—Pero... siento tanto lo que paso, se que fue un gran error el que cometí, pero sabes que cuando el corazón decide no podemos hacer nada, no me rendiré, lucharé por tu perdón... Adiós JiMin...— esto era casi de cada mes, ella llegaba por pura casualidad a mi barrio y me pedía perdón, me quería explicar lo inexplicable y como hoy... siempre la mandaba a comer mierda.

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