Habían pasado algunos días desde que Nea llegó al pueblo. Vivía de misiones pequeñas, como lo eran la recolecta de hierbas o el ayudar a algunas personas en algunos huertos.
Siendo sinceros, no era el tipo de cosas que se imaginan las personas cuando uno dice la palabra "aventura", pero no se podía hacer nada, Nea era un placado de madera, lo mas bajo en la jerarquía de los gremios.
Había encontrado una taberna que no cobraba mucho para pasar la noche. Desayunaba en el gremio mientras buscaba algunas misiones que pudiera realizar. Una rutina que mantenía a Nea ocupado y con un poco de dinero.
Se encontraba desayunando cuando la puerta del gremio se abrió; era el grupo de aventureros que había conocido Nea en su primer día en el pueblo. Aunque solo eran Ragan, Irick, y Jules atrás de ellos. Los dos hombres lo vieron y caminaron hacia él con una gran sonrisa.
—Cuanto tiempo chico, ¿te has adaptado a la vida de aventurero? —Dijo Ragan con una sonrisa radiante que dejaba ciego a Nea.
—Bueno... Algo así.
Ragan se río un poco y dijo:
—Se que al inició no es tan romántico como siempre lo pintan los rumores, pero no puedes pedirle a un novato que salve al mundo, solo la mitad de los placados de madera suben de rango y mientras mas color tenga esa maldita placa, menos son los que las ostentan.
Era como si estuviera recibiendo una gran lección y al mismo tiempo una advertencia. Nea no decía nada, pero tenía curiosidad sobre que placa tenía Ragan.
—Bueno, no fue por esto que te hablamos. En realidad Irick te vio hace unos días y me contó que eras bueno recolectando hierbas.
Nea volteo a ver a Irick y este hizo un gesto de disculpa.
—Lo siento, Nea, no era mi intención espiarte, paseaba por el lugar y de casualidad te vi.
—No te preocupes —Dijo Nea.
—Bueno —Proseguía Ragan —, estamos en busca de una hierba especial, no se si puedas ayudarnos con eso.
—Claro, no hay problema.
Ragan hurgo un poco en uno de sus bolsillos y saco un papel que contenía un dibujo de una flor con varios tallos y espinas con unos pétalos delgados y separados entré si.
Nea vio la imagen unos momentos y volteo a ver a Ragan.
—Conozco la flor, pero, aunque suene algo tonto, es mas fácil de encontrar en la noche. Justamente hoy habrá luna llena, así que puede que la encuentren si deciden buscarla —Nea trataba de mantener la conversación mientras seguía comiendo.
Ragan pensó un momento con la imagen en sus dedos.
—Dime, chico, ¿crees que puedas ayudarnos a encontrarla? —Dijo Ragan con una mirada sería que dejaba fuera de lugar la personalidad juguetona que mantenía siempre —. Claro, no será una ayuda gratis, te pagáremos adecuadamente.
Nea no tenía necesidad de aceptar la petición, pero la mirada de Ragan lograba que se pensará la idea dos veces.
Volteo a ver el pizarrón llenó de panfletos, ese día no había alguna misión que cambiará su pequeña rutina. Tal vez era mejor cambiar de aires de vez en cuando.
—Esta bien, los acompañaré esta noche.
Ragan e Irick sonrieron e hicieron unas poses de logro bastante graciosas. Jules aún mantenía su máscara de lobo, tal vez tenía alguna razón por la que siempre lo llevaba.
—Esta bien, chico, te veremos al atardecer en la entrada sur del pueblo.
La entrada sur era por donde había llegado Nea al pueblo, la entrada Norte era la que conducía a la capital.
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Hijo De La Luna
FantasyNea es un chico que siempre anhelo ver el mundo, y al enterarse que el oficio de aventurero le ayudaría, no pensó dos veces para poder registrarse. Pero se dará cuenta que su destino estará ligado a la tragedia. Siempre ha sido diferente, único en...