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Nota 1 :
Un día de lluvia en un largo viaje a la Universidad, el transporte público sigue igual de desagradable como siempre. He estado pensando que quizás debería aprender a conducir y abandonar el trayecto de los pobres: los autobuses, aquellos que tardan más de 40 minutos en llegar excusandose con unas simples gotitas.
Hoy me siento neutral.
Aunque adoro los días como estos, nublados, con llovizna y un poco de viento, días en los que solo deseas quedarte en cama y ver películas que haz visto al menos unas 20 veces.
Harry Potter me vendría bien en éste momento, o quizás alguna película como Zombieland, en donde me ponga a pensar en que ocurriría si un apocalipsis zombie ocurriera en éste momento y con ello, las 100 formas posibles de que moriría o extrañamente sobreviviría.Acabo de dejar pasar el paradero en que debía bajarme para tomar la ruta más larga en donde con seguridad llegaré tarde a la sesión de estudio que tenía programada para las 9 45 de la mañana.
Pero qué más da, ya voy tarde.Al llegar al metro considero las cosas que deberé hacer hoy, la misma rutina de siempre, ir a clases, trabajar y estudiar en el laboratorio y luego hacer clases particulares... o al menos así sería si la pequeña niña de 10 años que está a mi tutela en clases de matemática no se hubiese enfermado el día de ayer. Hoy, mi madre al saber esto, quiso juntarse conmigo a ver regalos de la navidad que está próxima.
Veo a la gente del metro concentrada, adherida a sus celulares.
Nadie lo lleva bien en éste mundo a menos que tengas dinero, y por ello, la gente que si lo tiene ha creado 2 vías de escape para aquellos que no, las que dependen de tu clase socioeconómica, te denominan clase media o comúnmente llamados Minuteros, y los pobres, llamados Segunderos.
El nombre si no mal recuerdo, proviene de hace mucho tiempo, en un momento en que la gente era más feliz y disfrutaba cada instante, entonces, un agradable comediante dijo la analogía de que la cantidad de tiempo que teníamos en nuestras vidas era determimada según su nivel económico, porque si eres más pobre, trabajarás más y menos tiempo tendrás para vivir tu vida. Ahora, ¿dónde quedan los ricos? Obviamente ellos son el reloj, ellos los manejan y/o hacen. Supongo que está demás decir que los ricos son llamados Relojes o Relojeros.A la larga, los nombres gustaron, y quedaron.
La primera vía de escape creada fueron los celulares. Pequeños aparatos que caben en la palma de tu mano, destinados supuestamente a proveer educación, cultura y diversión, se han convertido solo en lo último. Usados para comunicarse, con personas a larga distancia, realmente se han dedicado a estupidizarla. Cada persona se encuentra atada a uno, incluso los niños, y tienen tanto valor para ellos, como su vida propia... incluso, yo tengo uno.
Faltando aproximadamente 30 minutos para llegar a mi destino, pienso en la segunda vía de escape, la más corrosiva, la más dañina según yo: el Errox.
El Errox es una pequeña pastilla con forma y sabor a dulce creada para generar instantes de felicidad, un tipo de droga que llega a tu sistema nervioso y lo altera colocandote en un tipo de trance y dependiendo de la porción, éste puede durar mayor o menor cantidad de tiempo. Lo que veas en el trance varía para cada persona, algunos ven a familia que ya no está con ellos, otros se ven con la persona que siempre amaron, otros teniendo relaciones, otros en un cine, en un parque, ganando premios, pudiendo caminar, pudiendo escuchar, hablar, reír, jugar; el Errox les otorga su momento de mayor felicidad, lo que ellos desean.
Luego de ser comercializado a muy bajo costo y vendido como pan caliente, en poco tiempo, al cabo de 1 mes la gente no puede sobrevivir sin él y es algo fundamental en la vida de todas las personas ya sean Minuteros o Segunderos.
Al día de hoy, yo no he consumido ninguna, tampoco mi madre ni mi hermano menor. Somos de ése minúsculo 1% de la población mundial que aún no consume Errox, según el censo generado a nivel mundial por la ONU hace una semana y media aproximadamente.
Al llegar al lugar de la sesión de estudio, me encuentro con que todos se han ido ya, y decido ir directamente a mi clase. Allí, los minutos pasan... y tampoco nadie llega, mala suerte la mía.
Camine en dirección al laboratorio de inmonulogia, con la esperanza de poder estudiar algo y hacer tiempo hasta que llegue la hora del encuentro con mi madre.
Al abrir la cerradura de huella dactilar, sentí un golpe rotundo en la cabeza con algo similar a una tapa metálica.
-Demonios!
-Wis? Eres tú? Estás bien?
Una asustada tesista del laboratorio acompañada de 2 profesoras mías que trabajan en el lugar, se encontraban lo que podríamos llamar "armadas" con jeringas y otros insumos.
-Si, me dolió pero estoy bien, porqué me golpearon? porqué están así?
Se miraron con confusión y un poco de asombro, soltaron los insumos y se acercaron a mi.
-No haz visto nada extraño al venir?
-No... de hecho, no he visto a casi nadie, pero eso hace la lluvia siempre.
Observé el rostro de mi profesora, un rostro que solía ser risueño, ahora marcaba una mueca de tensión.
-Hace una hora, un laboratorio del piso de abajo estalló, contenía Errox, las personas se alteraron, cambiaron su comportamiento, se tornaron agresivas.
-Nosotras almorzabamos como siempre, antes de que llegaras, hasta que escuchamos gritos desde fuera y fuimos a observar... las personas se atacaban entre ellos, se perseguían, era horrible.
-Luego salieron del edificio y el ruido comenzó en el exterior, hace poco se calmó y todo tornó en silencio... no sabemos que está ocurriendo, pero debe tener relación con la explosión y el Errox. Pensamos que podrías ser alguno de aquellos que perdieron la cordura.- dijo esa profesora que ahora parecía haber perdido su felicidad habitual.
Asimilar todo fue un impacto. Una explosión? Ataques? El Errox?
-Necesito... necesito un momento.
Tomé mi celular, no podía creer lo que me decían, era demente, pero no podía arriesgarme a que fuese real, antes que nada, debía corroborar la seguridad de mi hermano Lu y de mi madre. Me alejé de las personas que me acababan de atacar en un momento de pánico y marqué el número que había marcado sientos de veces.
Luego de 5 tonos, la llamada se contesto, y el silencio asolador al otro lado, me estremeció.-Mamá? Estás bien? Estás allí? -dije con temor.
-Wis? Hija? Sigues bien?
El alivio me llenó. -Sí, estoy bien
-Hija, tenía miedo, pensé... que te había perdido - mi madre comenzaba a sollozar, y fue entonces cuando asumí ésta realidad.
Debía centrarme, cambiar mi pensamiento, debía hacer algo.-Mamá, escuchame bien, iré por ustedes. Quédense allí, tapen ventanas sin hacer mucho ruido, cierren bien las puertas, bloqueen todo. Primero, necesitamos permanecer juntos.
-Hija, es demasiado peligroso, mejor...
-No, necesitamos reunirnos y luego estar seguros. Llegaré allí, solo esperen y pónganse a salvo.
Colgué. Sabía que mi madre se negaría si no lo hacía, como también sabía que sufriría por no poder hablar más conmigo. Como dijo mi profesora, alguna relación tenía el Errox con la supuesta explosión.
Sólo había que averiguarlo.
Ya no me sentía neutral, ahora sentía adrenalina.
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Malditos
HorrorEpílogo ¡La droga mundialmente usada, ya está aquí! Llama ahora al +56 9 xx xx xxxx y ponte en contacto con nuestras operadoras. La entrega a domicilio es totalmente gratis!!!! (También lo puedes encontrar en tu local más cercano) ...