Malditos

Mejores Amigas

Nota 4:

Sin rastros de gente, entramos a la armería y tomamos lo que pudimos, para luego escapar de allí en dirección contraria a la conmoción que amenazaba con acercarse rápidamente a nosotras.

Todo iba bien, doblaríamos en la siguiente calle y entraríamos en el metro nuevamente, actualmente parecía haberse convertido en el lugar más seguro.
Pero como no todo es color de rosa, bruscamente fuimos interceptadas por una antigua amiga a la cual, la palabra 'amiga' le quedaba demasiado grande.

-Wis?!

Mierda, el ruido proveniente de lo que sea nos seguía se hizo rápidamente más fuerte. ¿Era extraño que más que eso, me molestara su chillona voz que acababa de decir mi nombre?

-Cállate Briana. Tür, vamos al edificio, encontraremos una salida de emergencia y tomaremos el metro luego.

Tür asintió con una mueca de miedo por lo que se avecinaba, tomé de la muñeca de Bri y entramos raudamente en el edificio a nuestro costado, esperando que lo que sea que se acercara afuera, no estuviese dentro también, por lo que sellamos la entrada con los muebles que había a mano y cerramos las cortinas plegables impidiendo la entrada de luz.

Silencio.

Permanecimos en silencio tan solo escuchando nuestras respiraciones aceleradas por el miedo.

Me acerqué con lentitud a la persiana y la moví con cautela para permitirme ver hacia el exterior.

Fue en ése momento en que asumí a lo que nos enfrentábamos, algo que en la actualidad muy pocos creen posible y quienes creen probablemente son considerados geeks, raros, fanáticos o incluso paranoicos... en mi caso: fanática.
Y es que del otro lado del vidrio, se encontraba un enemigo complicado, acreedor de películas y juegos, si, eran zombies.

... O al menos eso parecían.