You'll be mine ❝sillie❞

six

Sadie

Nuestra primera salida juntas, como algo más que amigas.

Fue a la heladería del pueblo.

Era preciosa, era lo más lindo que tenia aquel pueblo como atracción, siempre pasábamos por fuera cuando nos dirigíamos a nuestras casas.

Ella solía decir que le encantaría tomarse un helado de frutilla con chocolate en ese lugar, pero que su mamá no le daría dinero para eso.

Al ser la única heladería de todo el pueblo, los helados solían ser muy costosos.

Por lo tanto tuve que comenzar a juntar dinero, con tres semanas de anticipación.

Primero inicie ayudando a la señora Helly con su jardín y que haceres de su hogar.

Luego al señor Robinson, a él lo ayude con sus perros, salía a pasearselos cada mañana.

Y por último a mi abuela Marien, a ella la ayude a preparar sus postres que solía vender en el pueblo a la salida del tren.

Así logre reunir el dinero suficiente para un almuerzo de dos incluyendo el postre más un regalo que tenia preparado comprarle a millie.

Ahora sólo faltaba invitarla.

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Era domingo 15 de julio.

Hoy día le pediría a millie si deseaba ir conmigo a una cita.

La palabra cita me daba algo de terror, aunque sólo yo y ella sabríamos que seria una cita.

Los demás sólo pensarían que somos dos amigas, pasando un rato juntas.

Idiotas.

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Toque una vez el timbre, sabía que solo bastaría una vez ya que millie vendría de inmediato.

De igual forma sabía que se encontraba sola en su casa.

Su madre solía trabajar los domingos.

Me sentía nerviosa, ¿Qué ocurriría si millie me decía que no? ¿Todo seguiría normal? ¿acaso ahora se sentiría incómoda?.

Miles de pensamientos y dudas bombardeaban mi cabeza, hasta que una pequeña, envuelta en una manta, con apariencia de aún no levantarse de la cama, interrumpió mis pensamientos.

-Hola sadie, ¿qué haces aquí es muy...- mientras hablaba se le escapó un gran bostezo, demostrandome toda la pereza que sentía.

-¿Acaso aún no te habías levantado?.- Me parecía muy extraño, millie siempre dijo que no le gustaba levantarse tarde.

-¿Qué cosas dices sadie? Son las 9 de la mañana.- apenas y podía mantener sus ojitos abiertos.

Ella se encontraba apoyada en la puerta y al ver lo adormecida que estaba, decidí entrar y dirigirla a su habitación para que siguiera durmiendo.