Esta es la segunda rosa que te regalo, una rosa que adorna los mismísimos palacios de los príncipes más poderosos de todos y cada uno de los reinos del más allá, una rosa exótica, que en ningún sitio más se puede buscar pues ni un mapa de este mundo se hizo para encontrar tal tesoro y es curioso porque adornará un salón que rebosa de historias por todas partes, un sillón de piel que susurra gemidos, una alfombra que enrolla deseos, cuatro paredes que explican al detalle fantasías hechas para los no mortales... Dos humildes lámparas que suspiran calor y dos grandes ventanas, dos ventanas que dejan entrar la luz más bella que existe envolviendo cuidadosamente con un papel de magia y seda la habitación del hogar en el que tu y yo convivimos... Una convivencia que a muchos les gustaría tener pues cada mañana nos sentimos vivos y comenzamos a explorar más partes del uno y del otro hasta que el amor lo haya consumido todo.
La segunda rosa es más especial que la primera ya que mi sangre hace de esta rosa una flor inmortal, mi sangre circula por los laberintos de los pétalos y hace que en el día se expanda y que en la noche, en lo más oscuro de la noche ilumine la más fría de las habitaciones.
Esta rosa es para ti, para que sea testigo de dónde, de cuándo, de en qué y en cuantas posturas lo hacemos al día mi amor... Esta sutil rosa acompaña a este sutil relato que hoy te regalo.
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Rosa blanca
RomancePequeño relato erótico que gira entorno al amor más puro que pueda existir y las fantasias más íntimas que se puedan regalar.