Despierta... ¡Despierta!, no ves que ya salió el sol... ¡Ven!, ¡mira!...
Aprecia los cálidos colores de fuego asomándose por el más recto horizonte haciendo frente a las aguas que se vierten sobre nuestras vírgenes costas...
¡Corre!, te llevaré a un lugar que desborda fantasía, un lugar que está tan lejos y a la vez se acerca tanto a nuestras almas, te conduciré a lo alto de la cima, a un banco de madera de pino, de textura lisa cual pluma de fénix se tratase, de color marrón leña y entre brisas de amor nos sentaremos a apreciar el paisaje que se ciñe sobre nosotros...
Mil y un deseos se me viene a la cabeza ahora mismo, mil y un deseos de nostalgia por un pasado frustrante, deseos de rebeldía por querer poseerte, deseos de amor por ti y a la vez no poder por ti, deseos de paz por un futuro tranquilo dando pasos serenos y apoyando la cabeza en quien más confío, en ti...
No puedo pedir más que tu comprensión hacia mis afilados sentimientos que a veces juegan malas pasadas ya que todos sabemos que las promesas se las lleva el viento al igual que el amor, pero eso son solo cosas de simples seres, simples mortales, simples humanos que no saben apreciar los pequeños detalles que los dioses los brindan...
Nosotros, la reencarnación del placer en el firme suelo de un planeta al borde de la muerte, al borde del caos, al borde del más cruel apocalipsis... Dioses del sexo a los que se les permiten hacerse promesas y hablar del amor como algo pasajero...
Esos somos nosotros y como tal te prometo con el corazón en la mano, que los lazos que nos unen son más solidos de lo que parecen, más fuertes, más astutos...
Lazos que sin darte cuenta te atrapan de un tobillo y te hacen prisionero de los juegos más íntimos que el ser humano conoce...
Lazos de amor y de placer...
Lazos formados por rosas, lazos formados por vida.
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Rosa blanca
RomancePequeño relato erótico que gira entorno al amor más puro que pueda existir y las fantasias más íntimas que se puedan regalar.