Capítulo 3.

21 2 2
                                    

Giré para encontrarme a una Chae Rin completamente molesta, mientras yo frotaba mi nuca tratando de persuadir el ardor.
- ¿Me seguirás ignorando?- Mientras ella me miraba, después decidió dar una leve mirada hacia Dara que llevaba puesto mi abrigo, de pronto su cara se tornó extraña.
- No te estaba ignorando, él tan solo no te escuchó.- Dara contesto por mí, sosteniendo más fuerte mi mano.
-Oh, entonces era eso… bueno, aprovechando que estamos aquí, ¿no les gustaría que cenáramos algo juntos?
- Si no te importa quiero que Dara llegue temprano a casa, para quedar bien con mis futuros suegros.- Mire un momento a Chae Rin para después tomar la mano de Dara y tratar de caminar lejos de ahí.
- ¡Vamos!, no nos puedes rechazar la invitación. 
Paré para mirar a Chae Rin un momento, y después dirigirme a Dara.
- ¿Quieres que nos quedemos con ellos un rato?- Le acaricie la mejilla para mirar de reojo a Chae Rin la cual tenía un gesto de incomodidad.
- Supongo que sí, solo le avisaré a mi madre, ¿estarás cómodo estando junto a ellos?
-¿Por qué estaría incómodo?-Traté de ser neutral a esto, mientras Dara miraba al piso. 
- ¿Entonces G Dragon?- Chae Rin posó su brazo en mi cuello mientras yo veía como seguía sosteniendo la mano de Seung.
- No me llames así, solo mi familia y ahora Dara puede llamarme así.- Tomé la mano de Dara mientras se sonrojaba un poco y la cara de Chae Rin cambiaba a estar más seria.- Si, nos quedaremos un poco más con ustedes.
Dara les avisó a sus padres mientras que yo me quedé parado viendo el celular, tratando de ignorar esos arrumacos entre Seung y Chae Rin que me provocaban nauseas, junto con una leve presión en el pecho.
- Ya, solo dijeron que mientras esté contigo no importa a que hora llegue, tienen confianza en que me vas a proteger.- Dara se posó frente a mí para que yo pudiera admirar sus ojos.
- Vaya que tus padres le tienen mucha confianza a este tipo que lo único que sabe hacer bien en su vida es engatusar a las chicas.
- No te metas en algo que no te importa en lo absoluto, solo enfócate a seguirte tragando al cuatro ojos.
- No le hables así a Chae Rin, respeta a mi novia Ji Yong.
- Como sea, ¿A dónde dijeron que iríamos?
- Escojan ustedes, celebraremos su nueva relación.
- ¡Vamos al lugar en donde venden hamburguesas!
Me sorprendí al saber que Dara quería ir ahí, pero de igual forma caminamos, Chae Rin trataba de hacer la plática entre los cuatro, eso era algo que ella no iba a lograr tan fácil; estar con ella no era lo mismo, posiblemente nunca volveríamos a ser tan unidos como antes, todo se arruinó desde que ella estaba con Seung y también, desde que yo me había dado cuenta de mis sentimientos por ella.
No podía evitar mirar de reojo la belleza natural de Chae Rin y tampoco podía evitar pensar que me moría de ganas por estar en lugar de Seung, ser yo quien recibiera esas miradas que solo ella puede dar. Después de un rato caminando y esperando en la fila pudimos sentarnos en una mesa justo de lado de la ventana, Dara quedaba a mi lado, mientras que Chae Rin quedaba frente mío con Seung a lado suyo.
- ¿Qué les puedo ofrecer?
La mesera de complexión alta interrumpió mis pensamientos, solo me di el tiempo de esperar mi turno para ordenar.
- ¿Usted que va a querer, para ordenar?
- Solo una hamburguesa con doble carne sin cebolla y una soda por favor.
- ¡Enseguida!
- Bien, ¿de qué quieren hablar?
- Lo que sea está bien para Ji y para mi…
- ¡Ese oso!, se parece demasiado a ti.- Chae Rin señaló al oso y después a mi mientras se ponía casi encima de la mesa.
- Lo sé, me lo regaló Dara, pero aléjate de mi cara.- Puse mi dedo sobre su frente para empujarla lentamente a su asiento.
- ¿Por qué le regalas cosas tan lindas a este playboy?, ¿huh?
- Deja de joderme, y no me llames playboy.- A estas alturas ya estaba demasiado irritado por la constante lucha que Chae Rin creaba para que yo le siguiera el juego como lo hacíamos antes.
- Demonios Ji Yong, ¿qué te sucede?, usualmente me sigues las bromas pesadas que te hago.
- No estoy de humor, así que puedes ir con tus bromas directo al carajo.
- ¿Pueden comportarse ambos?, nos están viendo raro gracias a ustedes.- Seung nos miró fijamente a los dos.
Solo decidí quedarme callado para esperar la comida y acurrucarme en Dara, en estos momentos ella era como una especie de refugio para mí, lo que evitaba sentirme tan incómodo. Lo único que quería era irme de ahí sin mirar atrás para poder ignorar todo esto y seguir escribiendo, pero no dejaría abandonada a Dara, ni quería arruinarle la noche, puesto que ella se había portado de maravilla conmigo. De pronto la mesera llegó con la charola entregándonos la orden de comida. Nos dedicamos a solo comer mientras el ambiente se hacía más y más extraño, para que Seung rompiera de forma estúpida todo ese silencio.
- Esto se siente tenso.-Dirigió una patata a su boca para después seguir.- ¿creen salir bien en los próximos exámenes?
- Tienes razón, ya se acercan, estoy nerviosa por ello.- Dara le siguió la conversación mientras el ambiente entre Chae Rin y yo seguía igual o más tenso.- ¿y tú Ji, crees salir bien los próximos exámenes?
- No lo sé, he estado muy tenso y necesito salir bien en los próximos exámenes.
- ¿Tu padre te ha estado presionando de nuevo?- La mirada de preocupación por parte de Dara se posó en mi mientras esperaba una respuesta.
- Es algo que hace muy seguido, así que si lo ha hecho no me he dado cuenta.- Mentía totalmente, si algo me tenía aún más frustrado era mi padre.
- Entiendo a tu padre.- Chae Rin habló de la nada mientras mi mirada se posaba en ella.- el tener a un hijo completamente holgazán no ha de ser nada fácil, mucho menos si tiene miedo, de que por una de tus calenturas embaraces a una chica y lo dejes completamente en la ruina. 
- ¡Cierra la maldita boca babe-rin!
Con solo decir aquél apodo que su madre le decía cuando era una niña y con la mirada que ella me daba, sabía que yo solo, había cavado mi propia tumba. En un instante Chae Rin se posó casi encima de la mesa para sostener mi camisa e impactar su palma de la mano en mi rostro.

Enrevesado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora