Buen chico, Tom [Finalizado: Hiddlesworth AU]

XV. Alison

BUEN CHICO, TOM

XV. ALISON

—Creí que ese chico, "S", vendría contigo

—Esto es un asunto que solo se puede discutir con palabras. Por eso te pedí venir sin armas ni subordinados

—No has cambiado nada

—Y tu bastante. Estuve especulando sobre los lugares en los que podrías haberte escondido, pero jamás pensé que Nueva York fuera tu nueva pocilga

—Fue pura coincidencia, mi buen Mark. No recuerdo dejar pistas sobre mi paradero. ¿Qué me delató?

—Una de tus colaboradoras: Elsa. —afirmó encendiendo un cigarrillo.

—Oh, ¿ella?

—Tiene buen entrenamiento, pero sigue siendo descuidada en sus palabras. La fama se le subió a la cabeza

—¿Y por qué el súbito interés por una de mis deudoras? El plazo que le di para pagarme es dos meses. Cuando ese tiempo acabe, yo personalmente me encargaré de cobrar

—Apuesto que te prometió cancelar la deuda con acciones empresariales —dijo recargándose en la pared de ladrillo. —con Buchanan's...

—Debo suponer que lo impedirás por el muchacho Hemsworth

—No eres de los que quiera lidiar con dinero imaginario como son las acciones de Buchanan's. Son números y papeleo... Vine a renegociar en nombre de mi cliente

—¿Qué oferta puedes darme, Mark?

Ruffalo giró sobre sus talones, hablando con voz pacífica, terminando de inspirar la calada de humo. —A Elsa

Hubo un silencio prolongado hasta que el negociador habló: —Su deuda se puede pagar únicamente con su vida, ¿sugieres que corte el plazo de dos meses?

—No, lo que estoy diciendo es que si te entrego a Elsa, obtendrás un pago extra

—¿Qué es lo que pretendes?

—Obteniendo a Elsa, obtendrás a Alison Spirlea, la zorra que provocó la muerte de tu hermano—sentenció Mark. —Está justo en este instante en el Fashion Week con Elsa. Dejaré las cartas en claro, viejo amigo: quita a Elsa del camino de mi contratista y a cambio, te entregaré también a Alison. Esta vez, sin formalidades. Lo que decidas hacer con ambas, permanecerá bajo el agua

Otra vez silencio. El callejón donde se habían reunido quedaba cerca del evento de moda, pero lo suficientemente lejos como para no levantar sospechas. Había poca luz y la iluminación pública era decadente. Ninguna patrulla de policía se atrevía a pasar por ahí.

—Tenemos un trato —sentenció estirando su mano el fundador de la organización "Inked" de mafia rumana, Josh Brolin.