-Abajo vi Peluquería Gloria.Raquel explica:
-Es la misma. Su padre se jubiló y quedó sola. Fui una tarde, me contó un secreto de cuando acabó el instituto. Tenía miedo. Quería empezar de cero. Nosotros ya vivíamos aquí y le conté que alquilaban una casa en el bajo. Vive y trabaja ahí.
-Quiero pedirle cita.
Llamo con manos libres para que lo escuchen. El tono suena cinco veces, estoy a punto de colgar.
-Dígame. -Es una voz masculina con acento peculiar.
-Quiero hablar con Gloria.
-Si es para una cita, puedo tomar nota.
-Es algo personal. Soy Jose, un viejo amigo.
-Muy bien. Voy a avisarle.
Ramiro me informa: -Es Carlos y es marica.
-Hola, Jose. Cuéntame.
-Quiero verte.
-Estoy ocupada.
-Puedo esperar. Estoy arriba con nuestros amigos.
-Entonces llamo cuando acabe.
Espero menos de media hora. Bajo por las escaleras, rápido por la ilusión. Pulso el timbre.
-Buenas tardes, Gloria. Estás preciosa.
-Buenas tardes, Jose. No hay quien te conozca con barba.
-Loli me dijo que me sentaba bien. Quiero cambiar de imagen y deseo que lo hagas tú.
Sonríe, está animada.
-No tiene ni idea de estética, la barba te hace más serio y viejo. Tenía buena imagen por mí.
-Sí, está chapada a la antigua. No hablemos de ella, nos hemos separado.
-Bien hecho. Antes vamos a tomar algo. Tengo mucho que contarte. ¿Qué quieres?
Abre la nevera.
-Una cerveza.
Ella toma un zumo, nos sentamos en un sofá, casi juntos. Ahora su falda me deja ver sus rodillas. Me esfuerzo en concentrarme en la conversación.
-Sé' por qué estás aquí, Raquel me dijo algo de un secreto, sin desvelarlo. ¿Tiene que ver con aquellos abusos?
-No te conté todo. Debe ser ahora.
Echa un trago y prosigue:
-Hicimos una fiesta en el gimnasio el último día del instituto. El alcohol estaba prohibido, pero alguien lo trajo. Varias chicas se marcharon y quedamos en minoría.
-No hace falta que sigas.
-Debo llegar hasta el final. Nos emborrachamos todos. La fiesta se convirtió en orgía. Yo estaba como una zombie y no recuerdo los detalles previos, sí el final porque me despabilé. Me violaron por delante y detrás a la vez. Fue humillante.
-¿No había profesores?
-Se fueron antes de beber alcohol. Verme sola en la peluquería sacó a flote aquel recuerdo. Tenía miedo cada vez que un cliente nuevo entraba. Charlar con tanta gente tiene sus ventajas: un psicólogo entró, había alguien más y sólo le pedí cita. Tuvo la cortesía de dármela después de mi horario.
-Bien hecho.
-El psicólogo me aclaró las ideas. Rompí con mi pasado, precisaba empezar de nuevo, sólo conservé lo útil para progresar.
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Gloria
RomanceSe puede encontrar historias de deseo en situaciones frecuentes, como en una peluquería. Amaba a dos mujeres, se casó con la errónea. Gloria tuvo un trauma, quiso alejarse del amor, mas el amor vino a por ella. El corazón tiene razones que la cabez...