We Bare Reverse (YAOI)

1. Un paquete algo peculiar.

Este capítulo es un poco corto por ser el "episodio pilóto", los demás serán muchos más largos. Lo prometo. Sin más cháchara... Disfruren del libro y mil gracias por darle una oportunidad. :')

...

Un bosque era iluminado por el gran sol, sus rayos provocaban no solo el calor en dicho territorio, sino también el inicio del verano. Felicidad brotaba de aquél bosque, animales caminaban admirando la flora creciente, el agua cristalina, flores de distintos colores, salud hasta por las nubes que acompañan al despejado cielo turquesa junto al clima cálido con vientos frescos.

Más allá del bosque, en medio de todos los árboles, tres osos hermanos caminaban tranquilamente con bolsas de comestibles cada uno. Estaban llegando del súpermercado. Los tres atravesaron el bosque repleto de naturaleza hasta visualizar su cueva a unos cuantos metros de lejanía.

- Ay, al fin, ya me duelen los pies de tanto caminar -se quejó el panda, quien, a excepción de sus dos hermanos, cargaba una bolsa de productos vegetarianos que el menor compró exclusiva y cuidadosamente para él.

- No fue tanto, Pan -replicó entre risas el mayor de los tres, cargando una bolsa en cada mano, se dio media vuelta y caminó de espaldas para ver a sus hermanos.

- Polar nunca se cansa -comentó el menor, era el más apto para las caminatas y, a diferencia de sus hermanos mayores, era el que iba de compras, pero la cantidad de bolsas que calculó que iba a comprar lo obligó a pedir ayuda.

Cuando llegaron al tapete de bienvenida, Panda abrió la puerta con su mano libre e ingresaron. Al entrar, se percataron sorprendidos de que había un paquete enorme dentro de casa, era como del tamaño de una refrigeradora o más.

Cruzaron miradas, estaban confundidos; no recibían muchos paquetes y nunca habían recibido uno de tan inmenso tamaño. Estaban ilusionados.

"Espero que sea esa colección de manga y figuritas que pedí hace una semana", pensó emocionado el panda.

"¡Por favor que sea mi nuevo set de grabación para Crowbar Jones!", gritó Pardo mentalmente.

"Ojalá sea dinero", mofó Polar en su interior mientras observaba el paquete, pensó incluso en cuánta comida podría comprar con eso en un día, eso le alcanzaría para varias semanas. Claro, si es que eran billetes de gran valor.

Dejaron las cinco bolsas de comestibles en el sofá, volvieron a cruzar miradas -esta vez, más decididas- y avanzaron hacia la gran caja de correspondencia. Sus corazones latían velozmente con cada paso que daban, la curiosidad los invadía, el miedo también, y las ansias de ya ver qué había adentro no faltaron.

Pardo trepó hasta la cima de la caja para analizar si tenía alguna etiqueta. ¿Quién lo envió? ¿Cuándo y cómo logró dejarlo adentro de casa? Era imposible que sea Charlie, por obvias razones; tampoco Chloe, ella estaba demasiado ocupada estudiando química.

Panda trató de escuchar lo que había dentro. Golpeó la caja un par de veces y acercó su orejita a ésta para percibir algún sonido o pista.

- ¿Dice algo? -preguntó el bicolor desde abajo.

- ¡Nada! ¡No hay datos, ni fecha, ni siquiera tiene el sello de la empresa de correos! -respondió alucinando; era un paquete misterioso.

- Oye, ¿dónde está...? -iba a cuestionar el panda, pero un gran temblor en el paquete lo hizo alejarse repentinamente.

Era Polar. Usó su hacha para romper la caja. "Polar está impaciente", dijo posando su hacha en su hombro y mirando a Pardo, quien había caído afortunadamente en el lado del sofá donde no habían bolsas.

Los tres voltearon a ver la caja ya rota y se hallaron con otra caja más pequeña. Qué... ¿inesperado? Fruncieron el seño. Pasaron de ver la caja con ilusión a verla con desprecio.

El menor repitió el proceso de destrozo dos veces más, pues dentro de esa caja había otra más pequeña. "¡Ésto es ridículo!", gritó internamente el panda antes de que Polar destruyera la última caja contenedora, la cual era muy pequeña.

Es irónico que el paquete llegase en una caja tan grande pero que el contenido sea cien veces más pequeño.

Finalmente, llegaron al verdadero paquete:

Dos... bolsas... de dormir. ¡¿Habían hecho tanto escándalo por dos simples bolsas de dormir?! Una era verde y la otra era crema.

Panda corrió a su habitación, la batería de su preciado celular se había agotado y moriría si no lo cargaba.

- ¿Quién nos enviaría bolsas de dormir? Peor aún, ¿quién nos daría DOS bolsas si somos TRES? -cuestionaba el oso pardo con una mano acariciando su mentón.

El menor no respondió y tomó las bolsas, parecían ser térmicas, pero frías a la vez, eso último le agradaba. Pardo lo vio curioso y pensó en hacer una pijamada los tres juntos, sería divertido ello con una larga noche de películas.

Esta noche, velada de películas y estrenar las dos nuevas bolsas de dormir con una pijamada. ¿Qué puede salir mal? Pero más importante aún...

¿Quiénes compartirán la bolsa?