ARLEQUIN [COMPLETA]

CAPITULO V. EL GRAN SHOW

Última vez que bailo en este horrible lugar. Última oportunidad que tengo para liberar a Adam.

Estoy en la habitación, colocándome las medias y las zapatillas.
Ahora el vestido que me dieron es de color negro con plumas en la parte del pecho y brillo sobre el tutú.
Me pongo el vestido y me maquillo con sombra plateada y negra.
Prosigo a peinarme, recogiendo mi cabello.

Miró el reloj.
A las nueve en punto inicia la función, y una hora antes debemos estar ahí.
Son la siete con cincuenta minutos.

Mientras sobran unos minutos saco toda mi ropa del armario y la guardo en mi maletín.

-¡Anastasia es hora!

Grita Miriam del otro lado de la puerta.

Salgo junto con ella hasta dirigirnos atrás de las cortinas.
Todos los demás ya están ahí.
Lo curioso es que todos vestimos de negro.

-¿Por qué todos estamos de negro?
-Fueron órdenes de Salazar- dijo Sebastián.
-Es extraño, el nunca permite que usemos colores oscuros, comúnmente el nos entrega vestuarios coloridos- comenta Rodolfo.

Atrás de nosotros están los animales. Preparados para salir.

Aparece Salazar, vestido de una gabardina larga de color negra y pantalones rojos.
No trae puesto su sombrero y lleva consigo el bastón.

Sigilosamente me asomo entre las cortinas. Hoy hay mucha gente de lo que creía.
Sin que escuche Salazar le pregunto a Miriam.
-¿Por qué hay tantas personas hoy? Últimamente no habían venido tantas
-Salazar no cobro las entradas, todo fue gratis.
-¿Y eso por que?
- No lo sé.

Salazar se nos acerca.
-Se ven hermoso todos ustedes. ¿Están listos?

Asentimos con la cabeza todos.

-Bueno, pues empecemos...

Las cortinas se abren y sale Salazar aplaudiendo y jugando con el bastón.
-¡Hola a todos! Que alegria tenerlos aquí otra vez.
¡¿ESTÁN LISTOS PARA LA DIVERSIÓN!?

-¡SI!

- No los escucho.
¡¿Están listos para la diversión!?

-¡SIIIII!

-¡Comenzamos!

Aparece Sebastián dando una reverencia a todos. Y detrás suyo la jaula donde están los leones.

-Les presentó a nuestro valiente domador de leones. Sebastián.

Sebastián entra a la jaula.

-¡Nos mostrará su gran valentía y que el hombre es el que manda aquí!

Sebastián acaricia a los leones y les ordena realizar unos saltos y vueltas alrededor de la jaula.
Todo el público aplaude y aplaude. Riendo al mismo tiempo.

Sebastián en verdad hace un gran trabajo.

Finaliza la actuación de Sebastián y sale de la jaula.

-Esta es nuestra última función Sebastián. ¿Tienes algo que decir?
-Que me siento muy afortunado de convivir con personas como ustedes. Nada me hace más feliz que verlos a ustedes felices.
-Muy bien dicho.

El público aplaude y Sebastián vuelve hacer una reverencia a todos.

Salazar abre la puerta de los leones y ambos se escapan atacando a Sebastián y a otro atacando a la gente.

El público grita de horror; el león ha destrozado el rostro de Sebastián, rasgándose su piel y arrancando su nariz. La demás gente trata de salir, pero de una forma extraña la lona del circo se une con el suelo como si fuera atraído por un imán, impidiéndoles que salgan.