Un rincón de calor en invierno

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Puso los platos sobre la mesa esperando a que su novio saliera pronto del baño listo para desayunar. Aprovechó y con el control remoto encendió el televisor de su sala para ver las noticias mañaneras.

“—En otras noticias, un edificio explotó en medio de la noche alrededor de las once y cincuenta, por lo que el famoso héroe Shouto tuvo que intervenir para fortuna de algunos héroes que no pudieron controlar el caos que se desató.”

Suspiró con ternura.

Por eso su novio llegó en la magrugada tan cansado y algo sucio. Después de eso sólo le acarició la cabeza hasta que lo arropó correctamente sin importarle el traje de héroe que llevaba.

Se sentó en la mesa y siguió viendo las noticias. Ahora hablaban de un robo frustrado por Ingenium y Uravity.

Unas manos algo humedas se apoyaron suavemente sobre sus ojos y sintió un beso en su cabello. Rió un poco.

—Buenos días, amor.

Las manos se movieron dejándolo ver una mirada dispareja y el cabello bicolor que tanto adoraba.

—Buenos días, bebé.

Sus labios se juntaron suavemente para separase y el más alto se sentó frente al pecoso que sonreía. Agradecieron la comida y empezaron a degustar.

—¿Tengo que excusarme por llegar tarde?

—No, me alegra que pudieras controlar la situación aún sin mí.

Se miraron retadoramente e Izuku comía con burla en su rostro.

—Izuku, no me sigas teniendo así.

—Jaja, lo haré cuando dejes de llamarme por cualquier cosa sin importancia que no sea del trabajo.

—Saber si vas a querer Katsudon en la semana o Estofado de Curry es importante para ambos.

—Sabes lo que elegiré, tonto—le sacó la lengua.

—Y tu sabes que quiero comer esa lengua tuya.

—¡S-Shouto!

Esquivó la mirada del chico que sonreía frente a él con un claro sonrojo en sus mejillas, odiaba cuando se sonrojaba por la sinceridad tan directa de Todoroki, pero siempre podía contraatacar.

—Pues tu sabes que quiero sentirte dentro pronto, es complicado no sentirme así con un chico como tú.

Con sus ojos entrecerrados, el rojo en sus mejillas, una mano en una posición cerca de sus labios y un aura rosa de pura inocencia sería la perdición del semialbino.

Shouto se quedó paralizado y en blanco por unos segundos que aprovecho para levantarse y tirar del rizado por el corredor hasta el último cuarto.

—Pues no nos quedaremos con las ganas.

—¡Sh-Shouto! ¡No! ¡Hoy es la reunión familiar de mi mamá! ¿Re... Recuerdas?

El heterocromático se detuvo y con un aura de tristeza los hizo volver a la mesa para mirarlo a los ojos.

—Esto no se quedará así, Midoriya Izuku.

—Que sea Todoroki Izuku, mejor —guiñó.

Ahora Shouto esta temblando con la frente pegada sobre su mesa e Izuku riendo mientras terminaba de comer.
Se levantó de la mesa con sus platos, le dio un beso en la mejilla a su novio y dijo:

—Termina rápido, tenemos que ir a comprar algunos regalos para mis sobrinos y tíos y en general mi familia, ¡ah! Y recuerda que más tarde iremos con tus hermanos a visitar a tu madre, noche buena es hoy y quiero verlos a todos para estar solos esta noche.

Copos sobre la ventana del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora