---❥ Sinopsis:
No sabe cuando ni como pero termino así.......siendo un prostituto......
No fue lo que pensó en la vida nunca fue lo que busco, pero la vida era una jodida mierda y no espero menos según él.
Pero de algo estaba seguro y era que necesi...
El olor a sangre inunda mis fosas nasales, he estado aquí, es la misma escena otra vez, reconozco ambos rostros, yo los traicione para sobrevivir, mi jefe me pidió hacerlo, "eres tu o son ellos" fue su orden clara, eso no quita que me sienta el peor ser humano sobre la tierra en estos momentos, ellos me consideraron su amigo y yo hoy los dejo a su suerte.
—¿Que estas esperando?—me gritaron en el oído,no sabia ¿que hacer?, ¿que se supone que elija?, todo me es confuso, ganas de vomitar, dolor en todo mi cuerpo, sangre escurriendo de ambos cuerpos a mi costado, lagrimas no escurren de mis mejillas por que me las he acabado todas, estoy seco y no me queda nada.
«El sonido de un arma disparando se escucha segundos después, han muerto ambos y es por mi culpa»
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Te di a elegir—suelta mi jefe.—Bueno igual y no eran tus reales amigos al final—presiona mi mente, quiere que me exponga con él y le muestre de lo que estoy hecho, aquí es cuando nazco de nuevo, otra persona ha muerto con mis amigos y ese soy yo.
—No me caían muy bien, el de la izquierda hablaba demasiado y él de la derecha nada, era un jodido muro de hielo. Creo que es hora de irme—anuncio al ver mi reloj de muñeca.
—Nos vemos muñeco—se despide aquél hombre, cuando salgo de esa bodega.
Respiro la sal del mar, estamos en una costa donde se hacen embarques, y también donde se matan a los que atentan contra la autoridad del jefe, mis piernas producen un leve temblor, ¿qué he hecho?, ¿en qué me estoy convirtiendo?, soy un monstruo ahora igual que ese hombre de adentro, él cual no dudo en disparar a mis dos amigos, sonrió sin ganas, ¿amigos? pero si les he traicionado y murieron por mi culpa, como puedo me muevo hasta llegar a un mcdonalds.
[...]
—¿Que desea ordenar señor?—el mesero me atiende sonriente, ¿señor?, dioses la vida me ha desgastado tanto que me veo tan grande a pesar de no ser mayor, seguro mi rostro se ve fatal.
—Solo una hamburguesa con doble queso.
—De acuerdo en un momento estará su orden—hace reverencia el muchacho y se marcha con mi orden.
Mi vista se desvía hacia la ventana, el atardecer esta haciendo acto de presencia, suspiro, mi cabeza duele como si miles de agujas se incrustaran en ella, necesito ayuda y no se como conseguirla.
—Puedo sentarme a tu lado muchacho.
—Adelante—asiento sin ver a la persona, no importa, de todos modos olvidan un rostro cuando solo lo ven una vez.
—La vida es dura ¿he?.
—No tiene idea—concuerdo, a pesar de que no se quien me habla.
