Él Alfa Y Él Cazador.

Capitulo.1

Eran la 7:30 de la mañana, el sol alumbraba las calles de la Pequeña cuidad. Las personas caminaban de un lado a otro en estas calles... Algunas con el fin de llegar a tiempo a algún lado. Arlett se levantó asustada, sentía como un líquido frío corría por todo su cuerpo, levantó la vista y enfrente de ella se encontraba su hermano con una vasijas en sus manos

-¡Te estoy llamando, deberías de levantarte a prepararme algo de comer!, Y tu aún acostada...¿Quieres que te castigue otra vez?- Él hombre se vía molesto, la chica temblaba de frío y miedo. No quería volver hacer castiga, aún las heridas de la última vez no han sanado.

- Lo siento amo, no volverá a pasar.- La chica susurro, apuras penas se levantó de la cama improvisada en el suelo.

- Eso es pero o de lo contario me la pagarás. - Él hombre salió de la habitación. Ella suspiró, tenía mucho miedo, no le era permitido que lo llamara hermano, solo amo, su familia no la aceptaba, pues ella no era una cambiante.

La chica hizo sus necesidades rápido, no quería tardar y que su padre o hermano se enojarán. Labo su rostro y cepillo su dientes, salió de la pequeña  habitación que se encontraba cerca del baño y se encaminó hacia la cocina a preparar el desayuno para su "familia".

Pero  el estómago hambriento  de Arlett no ayudaba. No podía comer al menos que se lo permitan, solo tenía la oportunidad de ducharse una vez a la semana. Y de comer lo que ellos quisieran.

Trataba de hacer las cosas bien por qué no quería volver hacer castigada. Su nombre completo es Arlett Bennett, su familia la detesta por no ser como ellos.

Es una manada de lobos, aunque se encuentra en la ciudad, tiene 18 años recién cumplidos.  Vive en Inglaterra. Ella es de estatura baja y muy delgada, ojos verdes como el inmenso bosque, su piel completamente blanca, tiene algunas pequeñas pecas que adorna su hermoso rostro. Una larga cabellera rojiza. Su padre es un alfa, un líder. Tiene dos hermanos que son hombres los también, son alfa al igual que su padre.

Los Alfas son los líderes más grades de una manada. Ellos son dirigidos por él gran alfa, que es el rey de todas las manadas. Pero este también es el líder.

-¡Ya está listo el desayuno!.- Su hermano entró a la cocina, Arlett empezó a ponerse nerviosa aún le faltaba, se sentía débil.

- Aún falta.- Susurro. Sintió como él tomaba de y la jalaba con fuerza.- Suéltame, por favor.- Ella suplicaba mientas lágrimas corrían por sus mejillas.

- Dejala, no vale la pena.- Su padre entró a la cocina. Junto a él estaba una chica.- viene a buscarte, tú prometida está esperando por ti, y tú si ese desayuno no está en veinte minutos, vas hacer castigada.- Los dos salieron de la cocina, ella empezó a darse más rápido, apesar de que se sentía débil. Preparo él desayuno y con cuidado fue a  colocarlo al comedor, no quería cometer ningún error para no ser castigada otra vez.

- ¿Desean algo más?- Preguntó.

- De hecho, si. Limpia las habitaciones.- Dijo la señora.

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-¿Ordenaste la rotación de los soldados en los límites de la manada?.-

- Si, mi rey.-

-Es buena noticia creo, cualquiera que se atrevan a cruzar los límites estará muerto... Y Maikel por favor, puedes llamarme por mi nombre.- El chico sonrió.

- Lo siento Benertt, es la costumbre.- Se sentía un poco intimidado antes de la mirada de su rey.

-¡Mi amorcito!- Una cabellera rubia corrió hacia Maikel y lo abrazó, beso los labios del chica.

- Pueden dejar su muestra de amor. Eso es algo un poco íntimo no para estar demostrándolo frente a todo el mundo.- La chica miró a su hermano y sonrió. Ignoró lo que él dijo su hermano y volvió a besar a su esposo.

...

- Señor, por favor no me castigue. No fue mi intención.- La chica rogaba por no ser lastimada otro vez. Tomo un pedazo de pan y su madre la acusó de que se había robado algo.

Ella no tiene permitido comer nada al menos que ellos le dieran de comer, pero el hambre la venció.- Papá, por favor no me hagas nada...

- Callate, no me llames de esa manera. - Ella sentía mucho miedo, sabía que lo que vendría iba hacer duro.

...

Ella fue lanzada hacia el suelo de su habitación después de ser castigada, golpeada  por un látigo, su cuerpo le dolía mucho y se sentía débil. La puerta fue cerrada y ella se arrastró hasta una esquina de la habitación.

No entendía por qué su familia la trataba de esa manera, se supone que ellos deben de cuidarla y no lastimarla. Desde que ella tiene conciencia su familia la ha apartado de todo y la tratan como una empleada o esclava. La puerta de su "recamara" se abre. La prometida de su hermano entra de una forma muy apurada.

Ella con miedo y esperando lo peor la mira fijamente, mientras a duras penas intenta ponerse de pie.

-¿Qué quiere?- Preguntó ella.

- Quiero hablar contigo, pero tiene que ser rápido. - Arlett no entendía nada.- Mira se que tal vez, no me creas pero quiero ayudarte. Quiero que me escuches, te voy a decir toda la verdad...

La chica no podría creer lo que estaba escuchando. Era algo incómodo y difícil de escuchar.-¿ Por qué me ayudas?- Preguntó la chica, un poco confundida.

- Por que odio las injusticias, el maratón a demás eres una buena chica. Por eso te ayudaré a escapar.- Al escuchar esto la pelirroja abrió los ojos y empezó a negar.

- No, eso será peligroso, eres la prometida de...- La pelinegra la interrumpió.

- Él no a sospechar de mi. Mira mañana ahí una fiesta aquí  por nuestro compromiso. Ahí aprovecharé ayudarte a salir de este lugar... -

-¿Cómo puedo confiar en tí?- Preguntó ella.

- Estoy obligada al estar aquí igual que tú.- Sin decir más la chica salió de la habitación.

...

El día del baile fiesta llegó. Por un lado ella estaba tranquila, su familia no la ha molestado el día de hoy. Y eso es un poco bueno. Prácticamente se olvida de ella, solo espera que ella cumpla su promesa.

Horas después la fiesta a había iniciado, la música y el bullicio de las personas se hacen notar.

La puerta se abre dejando ver a la chica.- Es hora.-

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Hola mis amores, aquí les dejo un nuevo capítulo, de esta historia. Espero que le guste y lo disfruten.❤️