Después de jugar unas largas eliminatorias, y aquellos dos amistosos, el seleccionado empezó a entrenar antes de viajar a Brasil. El Kun y Messi, ocultaban su romance, mientras que Gago intentaba pillarlos por ahí...
— Che, Gaguín, pa' cuando la fiesta? —preguntó el dioso del Pocho— Te parece esta noche?
— Dale, dale.. dale —aceptó Fernandito— acordate de... —le guiñó el ojo.
— Dale, no seas pelotudo, te conté que no pasa na entre él y yo...
— Te cacho esta, Pocho.. —llegó Marquitos, dándole una cachetada en el culo al Pocho.
— Marica! —gritó Fede, desde el fondo.
— Epa la pepa, qué pasa aqui? —entró Masche, con su toalla— Lavezzi, anda a joderlo a Pachorra... —se le acercó— necesita “cumba” esta noche.
— Negra, vení... —gritó Lio.
— Que queres, papito? —se acercó el Kun.
— Kun, sacate la máscara, sos un negro de villa.. —saltó Chiquito desde atrás.
— Pelotudo —susurró el Kun.
Esa noche, la cumbia sonaba desde el patio de la casa del Kun, birras era lo único que se tomaba.
— Trajiste los 10 cajones que te pedí? —preguntó.
— Obvio, papi.. eu, Pocho —gritó Lio— veni, veni..
— Qué quere' vos? —preguntó, casi cayéndose.
— Agüerito, tiene una camucha allá atras, aprovechate al Pachorra en pedo.
— Crees que funcione? —tambaleó el Pochito.
— Dale, boludo, va salir todo bien.. —se metio el Kun.
El Pocho, salió en busca de Sabella. El Kun, estaba con la Pulguita... Fer, y Fer seguía a Lio, por todos lados. La noche pasó. Cuando se escuchó el primer gritazo de Sabella, garchando con el Pocho en el baño... Lio, empezó a contagiar la risa.
— Dale, Pocho, dame más.. dale —imitó Messi a Sabella— Vamos, Pochito...
En eso, se levantó el Kun, que, aunque se oían los gritos, este seguía roncando en el suelo.
— Que forro que sos Lionel —se oyó a Lucas
— Cerra el orto, Biglio —le dijo, un tanto enojado, Lio
— Boludas, dejen de escuchar —grito el Pocho.
— Alto cagadon te mandaste... —respondio, algo dormido Angelito— Sabella grita mucho, boludo.
— Como sabes eso? —volvio a gritar— Ya te lo garchaste, morfona?
— No, boludo, cuantas veces se la metiste, gila? —respondio Angelito— Ah, sos alta pelotuda, COGES DORMIDO, amiga
— Sigan durmiendo, ingarchables —grito, devuelta.
— El Kun me la metió tantas veces, Pochito... —bromeó Lio— Fernanda, no te la creas, pedazo de pelotudo.
— Cerra el ojete, Lionela, dejame dormir —se levantó Gagito.
— CIERREN EL ORTO POR FAVOR —grito Masche.
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hola, qué onda¿? bUE. no voy a pedir un sorete, ya que no creo que me lo den, okay? we.
seguro la sigo en un tiempo, o mañana(?), ahRE, bue, cHAU
