- 𝒄𝒉𝒂𝒑𝒊𝒕𝒓𝒆 𝒕𝒓𝒐𝒊 -

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Harry no podía creer que estaba haciendo esto. Ya había visitado el château, por amor a Dios, pero el tirón era tan intenso que no podía ignorarlo. No sabía qué significaba todo esto, si las horas que había gastado leyendo sobre la reencarnación valían la pena en este escenario, pero Harry simplemente sabía que tenía que volver.

¿Por lo sueños que seguía teniendo? De ninguna manera, se debían a su imaginación. No importa cuán creativo Gemma pensara que él era.

Se detuvo por un largo rato afuera del castillo, admirando el edificio y la arquitectura. Todo.

Estaba incluso más soleado que la última vez que había venido con sus primos. No había ni una sola nube en el cielo y el château se veía como un degradé de colores. El blanco predominaba por la arquitectura y luego, iba del color ébanos del techo al azul del cielo brillante encima del mismo.

El château se asentaba a la orilla del río con el pueblo abajo. Cuando Harry apoyó los codos en el borde de la balaustrada, se preguntó si lo había hecho antes. ¿Cuál era la vista en aquel entonces?

Harry se dio la vuelta, dejando que su mirada vagara sobre el gran área del jardín. Tan magistralmente hecha a mano. Harry había escuchado atentamente el audio que había derramado toda la información sobre la belleza de los terrenos del castillo.

No habían tantos turistas aquel miércoles y lo apreciaba. Trató de imaginar el sitio sin todas esas personas y cuando empezó a pensar en su sueño vívido, sus piernas trabajaron por su cuenta. Caminó, intentando encontrar el lugar donde Louis había estado sentado. Aquel sitio en el que Louis y él habían estado.

Mierda, Harry se estaba volviendo verdaderamente loco, ¿no es así?

—Excusez-moi —dijo alguien. Era una mujer joven, acompañada por un hombre, una niña sostenía su mano. Eran una familia, entonces—. Peux-tu, um... —se fue apagando, luciendo asustada.

Instantáneamente, Harry entendió que eran turistas.

—Hablo español —informó, sonriendo cuando la pareja suspiró aliviada.

—Oh, fantástico —dijo la chica. Harry no podía discernir el acento, aunque definitivamente era americana—. Lo siento, pero ¿te importaría tomarnos una foto? —Señaló hacia uno de los muchos marcos de fotos gigantes colocados aquí y allá en el jardín. Harry y sus primos también se habían tomado varias fotos.

—¡Claro, seguro!

—Muchísimas gracias.

Cuando terminaron, la familia se alejó, la niña ondeando su mano adorablemente hacia Harry. Él sonrió, poniendo sus brazos en jarras. Se preguntaba qué le había pasado en su vida anterior. ¿Había tenido hijos? No podía creer que no se había googleado a sí mismo. Seguramente, había una página en algún lugar que hablara sobre él. Por amor a Dios, incluso Ella había mencionado algo sobre un tal Henri... Dios...

Harry cerró los ojos, tomando un par de profundas respiraciones. Literalmente, se estaba adelantándose a sí mismo, pero en este punto, no tenía una explicación lógica. La conclusión a la que había llegado parecía bastante plausible... o tal vez quería que lo fuera, pero entonces, estaban esos sueños y eran tan reales, se sentían como...

Recuerdos.

♕♕♕

Revisando la habitación mientras se tomaba todo el tiempo del mundo Y teniendo una persona que hablaba en inglés explicándole las cosas en sus oídos, en definitiva, hacía más fácil la tarea de proyectarse en el pasado. Como si sus sueños no fueran suficientes.

Can you hear these dreams? (Calling out your name, can you hear them?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora