2° Compañía.

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Mientras todos creian que él dormía, Jimin escuchaba con su alma destrozada la conversación ajena y a susurros.

-Por el simple hecho de él tener diecinueve años y Jimin quince, lo condenan a tres años por abuso sexual infantil, y por maltrato psicológico y fisico le otorgan tres años más- una lágrima se dezliso por la mejilla de Jimin y contuvo con todas su ganas el llanto que le quemaba la garganta y los ojos. ¿El alma? ¿El corazón? Ya no estaban.

JungKook acarició la mejilla de Jimin limpiandole la lágrima.

-Creo que es un tema que deberian de tratarlo lejos de Jimin. Está durmiendo, no esta muerto y puede escucharlos- a los pocos minutos todos se marcharon de la habitación.

El padre de Jimin dudaba sobre la hospitalidad de JungKook pero no quiso intervenir en la amistad, creía que después de todo solo era una buena amistad. Queria creer que su hijo no fuese de esos cualquiera que se entregaban por un poco de placer.
Jimin no, Jimin no era asi. Él hacia todo por amor, que el deseo sea un aprovechador cuando el es tan vulnerable a las caricias de Yoongi era solo un pequeño detalle que no alcanzaba para juzgarlo.

-¿Jimin?- pregunto JungKook acariciando la cien de su amigo.

-No voy a poder- rompió en llanto y el mayor lo tomo en sus brazos.

-Vas a poder Jimin. Solo tienes que ser fuerte. Se lo mucho que amas a Yoongi pero ya es hora de asimilar que él no corresponde ni merece tu amor- Jimin negaba llorando quería volver a esa noche y tragarse el "te amo".

Yoongi entró a la pequeña sala de visitas privadas y al sentarse frente a su abogado solo suspiro y extendio su mano.

Lo habia pensado por noches enteras. Llamaria a Jimin, queria saber sobre él.

-¿Que quieres?- le pregunto el abogado.

-Quiero que me des tu teléfono. Necesito hacer una llamada importante- el abogado saco el aparato de su bolsillo y se lo extendio a Yoongi.

-Ten cuidado a quien llamas. Mis llamadas son monitoriadas- Yoongi asintió marcando el número de Jimin.
Le parecia de bastante compromiso tener agendado a Jimin y eso además le plantaria el deseo de conversar todo el tiempo con él y quizas se enamoraría. Pero el gesto de agendar el número en su memoria era aún más valioso, Yoongi no lo sabía.

-¿Hola?- pregunto Jimin entre risas.-No, JungKook aléjate.- ¿Quien habla?-
Yoongi sonrio al escuchar otra vez la risa del menor. Lo extrañaba, extrañaba verlo. Extrañaba esa hora de previa que se otorgaban antes de que la pasión los envolviera en cada encuentro que tenían. -Disculpe... ¿Piensa hablar o no?- Yoongi sonrió aún más cuando escucho la carcajada de Jimin y su chillido para que, y por lo que parecia, JungKook se alejará. -¿Hola? ¿Ho...- la risa de Jimin cesó.
Solo se escuchaba la respiración de ambos lados de la linea. -¿Yoongi?- pregunto Jimin.

El nombrado no respondió, solo cerró sus ojos escuchando lo lindo que sonaba su nombre saliendo de los labios del menor.- Yoongi responde por favor- dijo Jimin en un hilo de voz.

Yoongi aclaro su garganta mentalmente y relamio sus labios.

-Hola- escucho la voz de Jimin sorprenderse.- Solo llamaba para decirte algo que no te dije en el hospital- esta vez si aclaro su garganta ya que tenia un nudo en medio de esta.- Se feliz y cuídate mucho. No dejes que ningún idiota te... te haga sentir menos. Tu eres lo más valioso que el mundo puede tener...- escucho como Jimin se sorbia la nariz.- Adiós y... ¡Feliz Cumpleaños! - alejo el teléfono de su oído y limpio la lagrima traviesa y aventurera de su mejilla.
Corto la llamada, entrego el teléfono a su abogado y se giro para luego golpear la puerta para ser llevado nuevamente a su habitación si se le podia llamar asi.

DE TERCIOPELO- YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora