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⬅ Basurita 👽            📞
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|20:36|

Iwa:
Mierdakawa.

Oikawa:
Hm?

Iwa:
Has estado muy distante
estos días. Ya sabes que
tus dramas me irritan.

Oikawa:
Iwa-chan, malo!!
Y no he estado distante!

Iwa:
Es por algo que he hecho?
Oikawa, dime.

Oikawa:
No!!! No has hecho nada!
Te quiero...

Iwa:
Entonces, cuál es el problema? Alguien te ha estado molestando?

Oikawa:
No, no es eso. No te preocupes Iwa, lo solucionaré yo solo.

Iwa:
Es tu padre, cierto? Que ha hecho esta vez?

Oikawa:
Te dije que no es nada!! Déjame en paz de una vez

Iwa:
Deja de ser tan testarudo, estoy preocupado! La última vez la cosa acabó muy mal.

Oikawa:
Iwaizumi, él es mi única familia... No puedo denunciarlo, me quedaré solo otra vez...

Iwa:
Idiota, tontolaba, cabeza hueca, estúpido Tooru! Me tienes a mí. Estoy aquí, no vas a estar solo.

Oikawa:
Pero tengo mucho miedo.
Últimamente vuelve a casa muy tarde y demasiado ebrio...

Iwa:
Qué te ha hecho??

Oikawa:
... Me incomoda decirlo. Solo quiero decir que lo siento. No pude defenderme.

Iwa:
Oikawa

Oikawaa:
Hm?

Iwa:
Quieres vivir conmigo?

Oikawa:
Me encantaría, pero no quiero dejarle solo.

Iwa:
Entra en razón, puede que sea tu padre, pero te ha hecho cosas horribles.

Oikawa:
Yo... Lo pensaré. Gracias

Iwa:
Siempre.

Oikawa cerró su maleta y se dirigió a la puerta. No echaría de menos esa casa. Después de todo, siempre fue una pesadilla para él.
Se disponía a irse, pero la puerta se abrió dejando a la vista su padre. Tenía marcas visibles de pintalabios y su atuendo estaba algo alborotado. Era más que obvio lo que había pasado.

—¿Adónde vas con esa maleta? —Señaló con su mirada. Apestaba a alcohol.

—Pues como podrás deducir, me voy.

Su padre le miró con enojo y le agarró del hombro estampándole contra el frío suelo. Tooru se quejó del golpe.

—¿Te vas? Hah, ¿y tienes donde quedarte?

—Claro que sí, y es un lugar donde me recibirán con los brazos abiertos. No como tú —contraatacó el castaño.

El mayor le dedicó una mueca de disgusto y seguidamente le propinó un puñetazo en la cara, lo que causó un corte en el pómulo izquierdo del menor por el anillo que llevaba puesto. Le agarró de su suave cabello y lo golpeó contra el suelo.
Oikawa gimió de dolor al sentir cómo su cabeza golpeaba el suelo fuertemente.
Intentó gritar, pero antes de tener la oportunidad su padre le tapó la boca.

—Heh, que te vas... ¡No me jodas! —estalló.

Tooru comenzó a lagrimear cuando notó la mano del más alto desabrochándole el pantalón.

No, para. No otra vez. Que alguien me ayude. Iwa-chan, ven por favor... —pensó el castaño a la vez que forcejeaba y entraba en pánico.

De repente, la puerta se abrió y unos hombres armados entraron. Esposaron al señor Oikawa y se lo llevaron. Dos se quedaron para tratar con Tooru.

—Chico, has tenido suerte de que tu amigo haya llamado —dijo el policía.

—Tu padre queda arrestado. Hay algún familiar al que puedas contactar o...

—Sí. Se viene conmigo —Iwaizumi entró y ayudó a Oikawa a levantarse.

[…]

—Iwa-chan, gracias —susurró Oikawa.

Era de noche y ambos se encontraban en la cama de Iwaizumi. El mencionado abrazó a su pareja por detrás y le dio un leve beso en la cabeza.

—Tooru, llámame por mi nombre.

—... H-hajime —tartamudeó.

—De nuevo —susurró cerca de la oreja del castaño. Este se sonrojó exageradamente y agradeció que no le podía ver el rostro en ese momento.

—Hajime... Te quiero.

—Yo también te quiero Tooru.

Haikyuu!!~ [Chats & Posts]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora