Destino.

26

Durante todo el camino a Oaxaca las calcomanías fueron abrazando a Sebastián ellos sabían perfectamente lo que era perder a un ser querido por lo que trataron de hacerlo sentir bien, Axel intentaba mantenerse fuerte para su mamá y su hermano pero el dolor era más fuerte por lo que Pancho lo consolaba, Temo estaba junto a Susana animandola y Aristóteles estaba solo recordando las últimas palabras que le había dicho su abuelo " tu ya no eres mi nieto" esas palabras no dejaban de sonar en su cabeza. Al llegar al aeropuerto Temo observó que Ari estaba nervioso ya que sus piernas tiritaban por lo que se acercó a el y le dio la mano así estuvieron durante todo el camino no emitieron ninguna palabra pero para Aristóteles no era necesario con sólo sentir la mano de Temo ya sabia que contaba con todo su apoyo, al llegar al edificio en dónde vivían los Córcegas Ari se quedó parado observandolo para ver si había cambiado algo mientras el no estaba pero por lo visto todo seguía igual excepto por una cosa su abuelo ya no estaba ahí y nunca más estaría en ese lugar.

Temo: si quieres yo puedo llevar tu bolso?.- Ari volteo a ver al chico-.

Aristóteles: no, yo puedo.- Temo iba a soltar la mano de Ari pero este lo detuvo- necesito tenerte cerca.

Temo: voy a estar siempre cerca.- abrazó al chico-.

Aristóteles: gracias por todo.

Temo: no crees que ya deberíamos entrar?.

Aristóteles: espera unos segundos quiero estar en paz un tiempo.- tomó muy fuerte de la mano a Temo y cerró los ojos, estuvo así por unos segundos y emprendió camino hacia donde estaban sus familiares-.

Al entrar al edificio Temo noto que era un lugar muy sencillo pero acogedor, subieron unas escaleras y Ari lo dejo en el departamento que era de Susana.

Aristóteles: volveré pronto.- besó la mejilla de Temo y se fue en dirección al departamento de sus padres-.

Aristóteles al llegar al departamento noto que no se encontraba su familia de seguro estaban en el departamento de su tía Blanca pero no tenía ánimos de ir y encontrarse con todos tenía mucho miedo y dolor en su corazón por lo sucedido con su abuelo.

~~~Flash back~~~

Canuto: eres un maldito desviado.

Aristóteles: abuelo por favor no se lo digas a nadie, aún no estoy preparado para decírselo a mis padres.- las lágrimas corrían por las mejillas del chico-.

Canuto: todos teníamos fe en que serías el orgullo Córcega pero nos equivocamos eres la vergüenza de la familia.

Aristóteles: por favor comprende yo no puedo controlar esto, nací así y no lo puedo cambiar.

Canuto: tus padres se enterarán de todo y espero te expulsen de la casa, tu ya no eres de mi familia.

Aristóteles: soy Ari no he cambiado sigo siendo el mismo es sólo que salgo con chicos.

Canuto: eres un pecador y nadie va a quererte eres una escoria, no quiero volver a verte Aristóteles tu ya no eres mi nieto.- se fue dejando al muchacho sólo llorando-.

~~~ Fin flash back~~~

Al terminar de recordar esa triste situación decidió bañarse y cambiarse de ropa, busco entre sus prendas y se puso la más colorida que tenía no quería estar de negro porque eso representaba luto y el no sentía tristeza por lo de su abuelo todo lo contrario estaba feliz, ese señor había hecho que toda su familia se enterara de su orientación sexual de la forma más humillante de todas, tambien habia hecho que su padre lo hubiera expulsado de la casa por unos meses, tenía mucho rencor guardado ya no quedaba ese cariño y admiración que le tenía a su abuelo cuando era más pequeño, al salir del departamento se dirigió a la casa de su tía Blanca y ahí encontró a su papá a quien fue a abrazarlo de inmediato.

Aristóteles: lo siento.

Audifaz: todo estará bien.

Aristóteles: y mamá con Arquimidez?

Audifaz: están en la cocina.- Ari dejo a su padre y fue junto a su mamá necesitaba abrazarla después de meses de no verla, a penas la vio no pudo evitar llorar de la emoción por verla y corrió a su encuentro, así estuvo unos minuto hasta que se aparto de ella-.

Aristóteles: te amo mamá y a ti también Arquimidez.- se agachó para darle un beso en la mejilla a su hermano menor-.

Amapola: es bueno tenerte aquí, nosotros también te extrañamos.

Aristóteles: no los llamaba porque tenía miedo de llorar como lo estoy haciendo ahora.

Amapola: lo supuse, siempre intentas hacerte el fuerte.

Aristóteles: me perdonas?

Amapola: no hay nada que perdonar.

Temo estaba en el departamento de Susana acomodando sus cosas junto a sus hermanos en la habitación en la cual los tres dormirian.

Lupita: Sebas estaba muy mal.

Temo: por eso debemos apoyarlos en estos momentos, nosotros sabemos muy bien lo que se siente perder a quienes amamos por eso nada de bromas, entendido Julio?

Julio: lo sé Temo, aún recuerdo cuando mamá murió.- Temo abrazó a sus hermanos-.

Temo: nuestras madres siempre estarán con nosotros.

Lupita: y de seguro están con el abuelito de Sebas.

Pancho interrumpio la conversación de sus hijos y los hizo salir para que fueran al departamento de los otros Córcegas, al llegar al otro departamento Temo noto que la familia de Susana era bastante numerosa no lo sabía antes porque su papancho y Susana cuando se casaron decidieron hacerlo sólo con las personas más importantes de su vida es decir sus hijos y la mamá de Susana, la señora Crisanta quien estaba sentada en uno de los sillones junto a sus dos nietos, Temo busco con la mirada a Aristóteles y lo encontró abrazado junto a una mujer quien de seguro era su mamá quizo ir donde estaba el chico pero no quería interrumpirlo.

Aristóteles estaba abrazado a su madre cuando vio que Temo estaba ahí le dio gusto verlo pero no se aparto de su mamá así que sólo quedó mirándolo y de vez en cuando sus miradas se cruzaban.