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—Si tanto te gusta, ¿por qué no se lo dices y ya?

—Yoongi hyung, ¡no es tan sencillo! Sabes que yo jamás había pasado por ésto, nunca he sido yo el que pensara en declararse.

—Enano, no es tan difícil. Vas, lo miras a los ojos, te paras de puntitas para alcanzarlo, te lo comes a besos y-

—¡Hyung! — el menor se tapó la cara por la vergüenza que sentía, mientras el mayor aprovechaba para burlarse de él. —¿Y si él no me quiere? — preguntó con tristeza en su tono de voz.

—Claro que te va a querer, eres encantador. Y en caso de que no te quiera de esa forma, no se acabara el mundo, ¿o sí? ¿Tu vida no será la misma sólo por un amor no correspondido? Hay muchos peces en el agua, enano. No te quiebres la cabeza por un hombre al cual todavía ni te le has declarado.

—Sí, supongo que tienes razón... gracias hyung. Tú siempre estás para mí— abrazó al mayor con amor mientras el contrario se quedó estático, aunque por dentro apreciaba esas muestras tan cariñosas de su mejor amigo. Yoongi jamás había sido bueno expresando sus sentimientos o aceptando muestras de cariño, pero las de Jimin, por más empalagosas que fueran, siempre lograban animarlo.

—Siempre estaré para ti, Jimin. Jamás lo olvides.

                                                        °°°

—¡Hyung! Namjoon hyung me ha pedido ser su novio, ¡lo logré! ¿Puedes creerlo?

—Sí... sí, ¿qué decías enano?

—Deja tu música a lado y pélame, te estoy contando algo importante— el mayor volteó a verlo con un poco de molestia al sentir cómo sus manos fueron arrebatadas del piano, y aprovechó para darle un golpe en la cabeza mientras soltaba una carcajada.

—Eso te pasa por interrumpirme cuando estoy inspirado, tonto. Sí te escuché, muchas felicidades. Te dije que lo lograrías— le sonrió, mostrando sus encías. Esa sonrisa era de las más sinceras que podía darle, y sólo le sonreía de aquella forma a su mejor amigo, con intenciones de demostrarle lo genuinamente feliz que se sentía por él.

—Realmente te debo las gracias. Sé que todos los chicos me han apoyado también, pero no habría tenido el suficiente valor de no ser por ti— se sentó en la banca en la que se encontraba el mayor y recargó su cabeza en el hombro de él, dejando salir un suspiro. —Perdona por interrumpirte mientras tocabas, sé lo mucho que amas la música.

—Solamente a ti te dejaría interrumpirme mientras hago lo que más amo— musitó al darle otro golpe en la cabeza. —Enano...

—¿Sí? — miró al mayor a los ojos, sorprendiéndose al ver una lágrima salir de sus ojos. Era la primera vez que lo veía llorar y no sabía cómo reaccionar ante la situación. —Hyung, ¿qué pasa? No me digas que tanto te afectó la noticia-

Hubiera continuado hablando de no ser por verse a sí mismo envuelto en los brazos del mayor. —Debes prometerme algo. Ahora que tienes pareja, sé que le dedicarás una gran parte de tu tiempo y lo entiendo perfectamente. Es sólo que... no me abandones, ¿sí? ¿Podrías quedarte a mi lado? —preguntó el mayor con la voz rota.

—Hyung...— correspondió fuertemente a su abrazo, para después tomar el rostro del mayor en sus manos. —No tienes que preocuparte por eso... yo sería incapaz de abandonarte— le retiró las lágrimas. —Eres mi mejor amigo y lo mejor que tengo. Me quedaré a tu lado todo el tiempo que tú me lo permitas— le sonrió.

—Entonces no te vayas nunca. Promételo, enano.

—Lo prometo.

                                                                ★★★

—Estás más delgado.

—A Nam-

—A Namjoon hyung le gustan los chicos delgados. Lo sé— se removió incómodo en la cama de su antiguo mejor amigo mientras continuaba analizándolo. ¿Cuántos cambios más tendrían que ocurrir en él para finalmente ser aceptado por su prometido? A sus ojos, Jimin ya era irreconocible.

—Así que... la razón por la que me has hablado, ¿puedo saber cuál es? Tengo trabajo mañana muy temprano en la oficina y-

—Creo que terminaré con Namjoon— dijo el menor con voz quebrada mientras miraba sus manos con nerviosismo. —Yo... ésto no debía de suceder. No debía de ser así, ¿entiendes? Estoy tan enamorado, tan malditamente enamorado, pero ésto— apuntó hacia sí mismo. —Yo no soy ésto. Me veo al espejo y no me conozco, y soy tan dependiente de él, lentamente me he convertido en una plastilina que él puede moldear a su antojo y estoy tan cansado hyung, yo... yo ya no puedo más— ocultó su rostro para que el mayor no lo viera llorar, pero su llanto audible no lo dejaba ser discreto al respecto.

Yoongi, por otro lado, le tomó algo de trabajo asimilar lo que había escuchado. Se quedó estático, no por no querer estar a su lado, sino porque su mente parecía haberse bloqueado.

—Hyung... por favor abrázame. Abraza a tú enano que tanto te necesita, por favor...— ver la cara llorosa y las manos de su mejor amigo que no paraban de temblar mientras parecía deshacerse frente a él fue lo único necesario para que volviera en sí y se acercara con gran velocidad hacia su pequeño y fragil cuerpo, tomándolo con fuerza entre sus brazos.

—Te extrañé tanto, enano estúpido— lloró mientras lo abrazaba y dejó salir una pequeña sonrisa al oler su suave cabello que emanaba un aroma a champú de menta. —Sigues usando mi champú favorito—rió al separarse para verlo a los ojos.

—Es lo único que Namjoon me permite tener en casa que me recordara a ti. Claro, jamás le comenté ese pequeño detalle. De haber sido así, jamás me hubiera dejado seguir comprándolo— retiró las lágrimas de su rostro, sintiéndose apenado al confesarle aquello. —Hyung... sé que es algo irónico que te esté pidiendo consejos sobre cómo terminar esta relación, siendo tú el que tanto me aconsejó para comenzar la misma, pero estoy tan confundido, no sé que hacer— volteó hacia el mayor con una mirada ansiosa, esperando una respuesta.

—Los dos estamos conscientes de que no puedo actuar como si fuera un audífono en tu oido para decirte qué decir y hacer en esta situación, ¿verdad? — musitó. —Dile todo, Jimin. No guardes nada, absolutamente nada dentro de ti. Deja que salga el verdadero Jimin y sólo di lo que sientes.

—Pero hyung... te hice tanto daño, les hice daño a los chicos... ustedes eran lo único que yo tenía. Ahora sólo tengo a Namjoon. Si yo lo dejo, me quedaré solo— dejó salir otra lágrima, sintiéndose cada vez más vulnerable.

—No estás solo, Jimin. Nos tienes a nosotros. Jungkook, Taehyung, Hoseok, Seokjin... no tienes idea de lo mucho que te extrañan. Y, a pesar de todo lo que pasó, yo sigo aquí. ¿Acaso crees que me hubiera presentado en tu casa si no te extrañara? ¿Crees que le habría tomado importancia a tu mensaje? Joder, ni siquiera me puse zapatos, enano. Quise llegar lo más rápido que pude, lo demás simplemente no me importó— dijo al tomar el cuerpo del menor y lo acurrucó hacia si mismo mientras se recostaba en la cama junto a él.

—Nosotros solíamos dormir de esta forma incluso cuando eramos niños, ¿lo recuerdas hyung? —preguntó, sintiéndose más feliz.

—Por supuesto que lo recuerdo. No tienes idea de lo mucho que extrañaba ésto— susurró al dejar un beso pequeño en la frente del menor. —Ellos estarán felices de verte, y te recibirán con brazos abiertos como lo he hecho yo esta noche. Te amamos tanto, Jiminie.

—Hyung...— lo abrazó con más fuerza mientras hundía el rostro en su pecho. —Promete que ellos me aceptarán de vuelta. Por favor promételo.

—Lo prometo.

Tengo que amarme de nuevo {Namjoon + Jimin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora