Niall estaba dormido. Parecía todo un ángel. Entendía a todas las fans que matarían por verle.
Abrí un cajón y saqué mis pendientes de perlas, unas pulseras doradas y un collar dorado.
Cogí mis tacones, ¿de qué color? ¡Dorado! Y me los puse. Me acerqué a la cama para despertar a Niall.
-Duende. -Niall refunfuño. -Duende, despierta. -Le moví un poco y despertó.
-Wow.-Dijo. -Vamos ahora a mi casa y me cambio yo, ¿sí?
-Claro. -Le sonreí. -Tengo ganas de saber dónde vive Niall Horan.
-Llamaré a un taxi para que nos recoja, no creo que con esos tacones querrás cruzar toda Londres.
-Que considerado. -Dije irónica.
El llamó y a los tres minutos ya estábamos montados en el taxi.
La verdad es, que vivía lejillos.
Por fin llegamos a su casa. Bajamos del coche y...
-Jo...der. -Me quedé babeando al ver esa... mansión.
-Vamos, no es para tanto. -Me agarró de la mano y entramos a su casa.
Subimos a su dormitorio y el sacó unos baqueros claros y una camiseta blanca con las mangas negras.
Me senté en su cama de matrimonio, observándo cada centímetro de su dormitorio. Mientras, él se cambió delante mía. Como si nada.
-Niall, ¿no puedes cambiarte en otro sitio?
-Es mi dormitorio.
-En ese caso me salgo yo.
-Te perderías. Más vale que te quedes.
-Sí, ya. -Resoplé y me levanté de la cama.
Empecé a abrirle cajones, encontré libretas, partituras, cajas de videojuegos, cartas de fans, dibujos de fans y más cosas.
-¿Calzones con dibujos? -Me reí cogiéndole uno de sus calzoncillos.
-¿Qué haces cotilleando mi ropa interior?
-Me aburro. -Le sonreí.
-Ahora lo quiero todo bien colocado, ¿eh?
-Sí, papá. -Los guardé y abrí otro cajón.- No jodas Niall. -Me empecé a descojonar. -¿Condones?
-No quiero dejarte embarazada a los 16. -Me sonrió pícaro.
-Yo tampoco quiero quedarme embarazada pero... con tanto condón podrías crear una tienda de Durex.
Paré ya de cotillearle, porque viendo lo que me iba encontrando prefería estarme quietecica.
Vale no puedo estar quieta. Es algo imposible para mi.
-¿Les las cartas de las fans?-Le pregunté andando de un lado a otro por su habitación. Niall seguía cambiándose.
Luego somos las mujeres las que tardamos em vestirnos.
-Algunas. Las del cajón son las que he leído. Abré ese armario y verás las que no he leído.
Abrí el armario y... ¿qué mierda...? Habían como unas tres mil cartas.
Cogí la primera que vi y me tumbé en su cama, de nuevo.
-Voy a leerte esta, ¿sí?- Niall movió la cabeza.
La abrí y comencé a leer:
-Hola Niall,
Me llamo Noah Parker.
Paré en esa parte.
-¡Niall! ¡Esta carta es de Noah! ¡Mi mejor amiga!
Niall me miró incitándome a que la leyera.
-Tengo tan solo 16 años, soy de California aunque, ¿qué cojones te importa eso? Te escribo una carta y estoy perdiendo el tiempo en presentarme.
Te quería decir que gracias por todo. Gracias por sacarme sonrisas cada vez que lo necesité.
Espero cumplir algún día mi sueño y poder veros en persona, aunque sinceramente, prefiero viajar a Londres con mi mejor amiga.
¿Sabes lo duro qué es estar enamorada de cinco chicos que no saben nada sobre ti?
No soy como las chicas con las que te juntas o a las que ves todos los días. No soy guapa, no tengo buem cuerpo, no pienso como el resto, no visto como el resto... soy... rara, y eso es lo que me hace especial.
Te amo Niall... y dile al resto de chicos que les amo.
Firmado:
Noah Parker.
-Madre mía. -Dijo Niall.- Tu mejor amiga está enamorada de tu novio. Y eso que hasta ella tiene novio.- Se empezó a reir.
-Infantil...
-Esa carta la guardo. -Me la quitó y la guardó.- ¿Nos vamos?
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Sweet Dreams
Fanfiction¿Qué pasa cuándo te reencuentras con alguien? Y... ¿si fue tu mejor amigo y no le reconoces? Tal vez un backstage de un concierto, rodeados de cientos de personas no sea un buen lugar para un reecuentro, pero ¿quién elige cuándo, o dónde, o por qué...