I need You [Adriloe]

I need You

—Chloe, esto no te lo permito, ¿Por qué no puedes comportarte como una señorita?.-Adrien sostenía con fuerza el brazo de la Rubia, haciéndola quedar mal adelante de todos.-Tu padre debería castigarte, ¿Ves lo mal que haces? Tratas mal a todos y eso no me gusta, ¿Qué día vas a cambiar, Chloe?

—Gracias a mí es porque estás en  esta estúpida escuela y así me agradeces. Tu padre te dejaría encerrado como Rapunzel si yo no hubiera dicho nada, pero me haces siempre a un lado por estos idiotas. Mi madre ayudó a tu padre a salir de su miseria y le tocó un hijo igual de tonto, ¿Cómo pude ser tan tonta? Te seguí por muchos años y te apoyé siempre.-se zafó y se fue corriendo del salón.

—Chloe, espera.-Adrien intentó seguirla pero Marinette se puso adelante de el impidiendo el paso—Adrien, es mejor que la dejes, Chloe nunca va a cambiar.

—Pero es mi mejor amiga y tiene razón, estuvo siempre conmigo desde pequeña y nunca se apartó de mi. Fue un error mío haberla tratado tan mal.

—Ella nunca fue tu amiga-Se metió Alya.- Si lo fuera, no estaría tratando mal a otros y menos a los que son tus amigos.

—Yo...
...

Salió de la escuela y no paró de correr hasta llegar al hotel. Entró sin encontrarse con su padre, supongo que tenía otra reunión. Subió por el ascensor y se encerró en su cuarto. Se tiró en su cama, cansada de su triste vida de ser tratada de menos y ignorada por el chico que más amaba. Sabrina se había ido de ciudad porque a su padre le cambiaron de puesto y tenía que cumplir con su trabajo. Le costaba mucho aceptar que la extraña, ella era la única que seguía a su lado después de haber sido mala con ella.

—Estoy sola, soy una tonta y ridícula, nadie me quiere...

Se sentó para servirse un vaso con agua, se sentía cansada después de todo lo que pasó. Al voltear vió un cofre pequeño, seguro su padre lo había comprado.

Se acomodó bien en su cama y agarró el cofre, curiosa empezó a abrirlo.-¿Es en serio? Una Peineta, bueno, si papi me lo compró, debe ser de valor y espero lo sea porque yo no gasto mi tiempo para-No pudo terminar de hablar, la Peineta que estaba dentro empezó a brillar y una luz se movió alrededor de ella para luego dar forma de una abeja mediana.-nada...-terminó de hablar, no podía creer lo que estaba viendo frente a sus ojos.

—Hola, mi reina.-

—Aaaaaaaa!

—Mi reina, cálmate- intentó acercarse a ella pero la rubia saltó de su cama y agarró lo que estaba en frente para tirarlo. La pequeña abeja esquivó cada objeto que la rubia tiraba y se acercó- cálmate, no me tengas miedo.-La rubia no la escuchaba y seguía tirando sus zapatos, labiales y perfumes, pero aún así la abeja no se iba.—Aléjate, abeja gigante.-ordenó

—Como quieras, mi reina.- obedeció y empezó a alejarse. La rubia poco a poco dejó las cosas en su sitio después de verla alejada-

Esperó unos minutos para que se calmara y preguntó—¿En serio esto no es una broma?.-

—Yo nunca mentiría, mi reina.-Respondió. intentó acercarse pero la rubia se alejaba más, entonces prefirió quedarse en su sitio.

—...

—Sé que es algo nuevo para ti- continuó hablando-pero luego te acostumbrarás, si quieres, puedo regresar a mi cofre.

—No, ya pasó, creo que estoy bien.-Se acercó a la pequeña mesa y se sirvió un vaso con agua.-Más bien, quiero que me expliques de porqué estás aquí y que hacía ese cofre en mi cuarto
¿Mi padre me regaló una empleada personal? ¿Eres mi nueva mascota? No entiendo de nada, ¿Por qué estás aquí?.-preguntó.