LAS ESPINAS DE UNA ROSA

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Narcissa está desesperada caminando a paso lento a través de las frías y poco iluminadas calles de París, bajo una intensa lluvia que azota la ciudad

se había casado ya hacia dos años con Lucíos Abraxas Malfoy como lo había soñado desde que estaba en primer año cuando se enamoro profundamente de él sin embargo en aquel cuento de hadas no todo iba bien le faltaba el fruto de su amor "un hijo" el heredero de los Malfoy

por mas que intento no pudo entonces el día anterior decidió ir una clínica en París muggle para hacerse un estudio del por que no podía tener hijos y hoy le habían entregado los resultados y tal como temía ella era estéril al tener totalmente dañado el utero

El rubio observo que su esposa apretaba con fuerza un papel

Se preguntó cuál era la razón de que andará bajo la lluvia torrencial, y quiso saber que pensaba la mujer

-  oh Salazar  -  decía mirando al cielo

Entonces todo se volvió oscuro nuevamente y cuando la luz regreso se encontró en el castillo de Hogwarts y vio cuando recibió aquel daño en su utero protegiendo a Severus del ataque del trío de Grifindor; gracias a aquel incidente, ahora estaba pagando un pecio tan caro cv por  un acto de bondad y no pudiendo tener hijos y regreso nuevamente a la lluviosa tarde

Y pudo ver qué por el rostro de la bella mujer corrían lágrimas mezcladas con la lluvia

Su corazón se rompió nunca la vio llorar de ese modo; Se preguntó ¿donde estuvo él cuando ella lo necesitaba?

– porque dios   - reclamaba con rabia al cielo  - ¡¿Por qué?!!  - grito sin importarle donde se encontraba, tampoco como la vieran los muggles y mucho menos que no quedara nada de su aspecto de señora de alcurnia.

Camino con esos pensamientos llenos de arrepentimiento por haber salvado a Severus, odio hacia los Grifindor sin saber que dirección tomar

Siguió cada paso que daba la mujer

La rubia llego al puente mas grande de la ciudad y sin tener pensamientos claros paso al otro lado de la valla de seguridad y con algo de alivio miro hacia al cielo

Lucíos se horrorizo cuando supo que su esposa planeaba dejarse caer al vacío

- ¡ NARCISSA! - grito tan fuerte como pudo, dandole alcance  pero al ser un recuerdo no pudo tocarla

-   que fácil  -  murmuro con vehemencia avanzando al vacío

- no lo hagas - rogó el rubio con algunas lágrimas en los ojos

-   ¿que demonios haces? – le grito una voz que reconoció de inmediato

El dueño de la voz  la levita evitando que caiga del puente

Lucíos agradeció la aparición de esa escoria por primera vez

-   ¡y a ti que mierda te importa!! -   grito la rubia mirándolo con lágrimas y un profundo odio en su mirada tratando de librarse de la levitación y como consecuencia cayendo sobre el hombre

-  ouch – se quejo el hombre   -  pero si eres Narcissa Black -  hablo mirándole con nostalgia y confusión

- y tu eres el odioso Potter -  gruño levantándose y avanzando otra vez hacia el vacio –  observa la consecuencia de tus actos  -  le dijo mirándole fijamente y con una triste sonrisa – vive cargando con la culpa y espero que nunca tengas paz James Potter ni ninguno de tus amiguitos  - continuo dejándose caer en el vacio

¿Por qué siempre se metían con lo que quería? Odiaba a esos malditos Griffindor, sabía que eran los culpables de lo que le pasaba a su esposa, a su amada esposa
Y lo peor era que no podía hacer nada para evitar que caiga

CRUCIGRAMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora