Mi vida es un videojuego

Episodio 1: El comienzo de mi vida

Todo comenzó en una mañana de abril. Se contempla como un chico de cabello negro que aparenta 17 años de edad, esta durmiendo en su cama, disfrutando del fresco ambiente de la habitación. Se puede percibir debido a que la luz no entra en el cuarto y se oye como los pájaros cantan con una melodía relajante.

Al minuto siguiente, suena el despertador. El adolescente, adormecido, intenta golpear el botón del aparato, pero les cuesta debido a los efectos del sueño. Finalmente, consigue apagar el despertador y se vuelve a dormir.

- 5 minutos más, mama... - dijo el chico, volviéndose a dormir.

Al cabo de unos segundos, suena un estruendo de la puerta, lo que hace que el chaval sobresalte de la cama impresionado.

- Pero que narices... - dice aún un poco adormilado el joven.

- Despierta David, que debes ir al colegio. – Dijo la persona que está en frente de la puerta.

La persona que grita a David para que se despierte se trata de Phoenix. Es el hermano mayor de David. Tiene 4 años más que él, pero siempre aparenta el típico hombre a los cuarenta años.

David coge la almohada y se tapa la cara para evitar la intensa luz del Sol que le da en la cara debido a que el adulto empieza a subir las persianas del cuarto.

- Phoenix, déjame dormir un poco más... - dijo David, aunque se le oye a medias por el cojín que le tapaba la boca.

- Ni hablar, hermanito. Vístete y desayuna.

- Por favor, son las 7 de la mañana – Insiste David con la almohada en la boca.

- Son las 7:30. Te levantas o llegarás tarde al instituto otra vez.

David se levanta a medias de la cama. Mira el reloj y ve que tiene razón.

- ¡¿Qué?! – dijo David resonando su voz por toda la casa

-----------------------------------------

Después de las clases del instituto, se ve al protagonista observando al horizonte de las afueras del instituto. Respira profundamente mientras cierra los ojos y los abre al expulsar el aire.

- Maldita sea. Llegue otra vez tarde en el colegio. – dijo David refunfuñando. – Y lo peor, es que siempre me llama la atención Sato. Ojalá termine el curso cuanto antes.

Resopla profundamente expulsando el aire mientras piensa en sus deseos y problemas, hasta que, de repente, unas manos tapan los ojos del protagonista.

- Adivina quién soy – dijo una dulce voz femenina susurrando su oído izquierdo.

- Vaya, vaya. Me pregunto quién será – dijo David sonriendo.

David empieza a usar sus manos para saber quién es. Comienza acariciando el cabello castaño de la persona. Se siente como si fuera corto y suave, como si fuera el tacto de la arena después de recibir la marea.

- Cabello corto... Creo que sé quién es, pero me voy a asegurar – Dijo David soltando una risilla.

Sigue tocando hasta que, lentamente acerca sus dedos en partes íntimas, pero, la persona le presiona la cabeza con las palmas de sus manos y los dedos índice e pulgar.

- ¡Ah! ¡Para, para! ¡Que duele! – Dijo David agonizando del dolor provocado.

- Madre mía... ¿Es que nunca vas a cambiar, David? – dice la persona con un tono de enfado.