Episodio 7: Cicatrices del pasado

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Horas más tarde. Se contempla como todo el lugar esta oscuro, no hay nada. Ni personas, ni objetos, ni animales. Todo es oscuridad.

De repente, se escucha unas voces por todo el alrededor del lugar.

Se escucha a Miu llorando gritando "David" mientras que hay otras personas como Saori que dicen "lo siento por no haberte salvado".

Por último, se escucha una voz acercándose y diciendo:

- No te preocupes, ya me encargo yo. – Dice una voz femenina.

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De repente, todo se ilumina. Eso es debido a que se está en el punto de vista de los ojos de una persona.

Mira los alrededores y contempla el lugar con todo su decorado. Observa como esta en una cama mientras en frente suyo hay una puerta de tono dorado. A su derecha, ve que hay unos cuadros y armas colgadas en la pared, desde martillos hasta tenazas. A su izquierda, ve que hay un espejo que refleja su rostro. Exactamente, se trataba de David el quien estaba tumbado en la cama.

David intenta levantarse de la cama, pero es inútil debido a que hay como una especie de dispositivo que atraviesa la piel en el estómago de David mientras cura sus heridas.

- Yo de tu no me movería, a no ser que quieras morir ahora mismo. – Dice una voz femenina.

David mira en frente y observa que hay una anciana con el cabello rojo entrando por la puerta.

- ¿Eh? ¿Esto... quien eres tú? – Pregunta David hacia la señora.

- Bueno, tengo bastantes nombres, pero puedes llamarme Hefesto.

- ¡¿He-hefesto?! – Dice David sorprendido. – Sé que es raro, ¿Pero Hefesto no es un Dios en vez de una Diosa?

Al decirlo, la señora le pega con el bastón haciéndole daño en la cabeza.

- Respeta a tus mayores cuando hablas con ellos. Es cierto que si cogemos la historia literalmente, sería un hombre cojo y feo, pero a veces no es necesario que sea todo al pie de la letra.

- Vale, perdóname. – Dice David arrepentido por ello.

- No pasa nada, pero la próxima vez ten cuidado en lo que vayas a decir. – Dice Hefesto hacia David.

- Por cierto, ¿dónde están ellas? ¿Dónde está Saori y las demás? – Dice David preocupado a Hefesto.

- No te preocupes por ellos, están bien. Están en la otra sala. – Dice apuntando a través de la pared de la habitación. – Sin embargo, parece que algunos no han podido esperarse.

- ¿Eh?

De repente, David mira abajo y observa como Rika y Miu están tumbadas en la cama agarrándolo por la cintura mientras están dormidas con lágrimas en sus mejillas.

- ¡¿M-Miu?! ¡¿Rika?! – Dice David nervioso y colorado.

- Veo que tienes buenas amigas. Sería una pena que te perdiesen. Bueno, me voy a fuera a buscar a las demás. Seguramente les alegrará que estés vivo.

- Espera, hay algo que aún no entiendo. ¿Cómo lo hiciste para salvarme?

- ¿Mmmm?

- Haber, entiendo que eres una Diosa, pero... ¿Cómo lo hiciste? El arma que usaron contra mi estaba como "glitcheado".

- Bueno, es cierto que podías haber muerto ahí. Sin embargo, has tenido la suerte de que soy una experta en programación. Esa herida mostraba bastantes códigos de virus que hacen dañar a la persona en la vida real creando daños cerebrales o hasta ataques en el corazón. Si no hubiera estado ahí cuando te ocurrió, estarías muerto donde estás ahora mismo. – Dice Hefesto a David. - Por cierto, ¿Sabes quién fue el quien creó esa arma?

Mi vida es un videojuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora