Violeta dice cosas inusuales, balbucea, a veces tararea, suele recostarse en el piso (en cualquier lugar, a cualquier hora) e imaginar entrando en un trance mental, ella asegura que está bien, los psicólogos aseguran que está bien, sus padres saben que no hay nada de malo en ella, pero entonces... ¿Quien mató a su hermano?
Siempre una niña peculiar, con enormes dudas, una curiosidad insaciable, la condición de saber y controlarlo todo, pero lo que mas destacaba en ella a la edad de 5 años, era su "imaginación".
-¡Un duende, te lo juro!, con enormes y peludas orejas, una nariz redonda si la ves de frente y largucho afilado si lo ves de lado.
-Pero que tonterias dices María- Replicaba su honrada madre de tan solo 23 años- Ayer era un vampimonstruo, la semana pasada un hada musculosa, y hoy ¡sorpresa! Es un duende velludo.
-¡Pero te juro que lo vi y fue él! Su astucia era tanta que tras verse descubierto, me lanzó el tazón de yogurth.
-Pero que tonterias me narras Maria-volvia a responder la joven madre, absorta en su telenovela de las seis de la tarde.-En todo caso, hoy no te toca postre, por andar de glotona y aparte mentirosa.
-¡Pero madre! No era un duende común, relucientes dientes salian de su enorme boca, un cuerno sobresalia de su frente, en su espalda había dos alas, pero sin plumas,irónicamente cuando su cuerpo estaba plagado de pelo, y lo que es mas sorprendente ¡No tenia ojos! Y aun asi me senti observada, ¿¡Me escuchas madre?! ¡No tenía ojos!- Con gran emoción, haciendo ademan de cada oracion y colocandose en la mesilla de la sala, Violeta Maria gritaba la gran hazaña de la noche.
-Maria, ¡bajate de la mesa!- le reclama su madre antes de tomarla entre sus brazos, plantarle un beso en la frente y decir lo que Violeta ya sabia,- Sabes que te quiero mucho, y me encanta que tengas una imaginacion tan hiperactiva, en serio, es hermoso que puedas crear historias tan unicas, pero hija...- La acerca a su rostro y mostrando una sonrisa compasiva le recalca- no puedes ocultar tus travesuras siempre con una historia, debes decir la verdad, aunque te castiguen por ello ¿vale?-
-Pero mamá... - Violeta es algo terca aun sabiendo que no podrá contra un adulto, las personas simplemente no se creen lo que ella ve, Maria aun no entiende porque es tan dificil para un adulto creer en algo que no ha visto aún.
-Violeta María, ¿dejarás de inventar historias cada que tu eres la culpable? - reafirma su autoridad como madre y le da una mirada firme-
-Bien, no mentiré en las cosas que yo haya provocado- lo dice porque sabe que es la respuesta que su madre espera escuchar, lo dice por que siendo una niña ¿que mas puede hacer?, lo dice por que en el fondo tiene una clausula para su afirmación: "no mentira en lo que ella haya provocado", pero es que ella, nunca ha hecho algo, los monstruos son los que generan problemas, asi que... para Violeta las historias aun no terminan.
-Excelente, eres una gran niña- le da un gran abrazo y se quedan viendo la televisión cual familia normal en ese pequeño pueblo de Wrinamo- pero que quede claro que aun asi, hoy no hay postre para tí.
-Bien...-Violeta sabe cuando es momento de dejar de discutir, aunque siempre es ella la que pierde.
Claramente a esa edad, hubieron mas incidencias con las travesuras y los monstruos a los que Violeta culpaba:
-Un ave con una oreja como pico y dos picos como ojos, el barritó y miles de ellas llegaron, todas con una misión: comerse las raíces de las plantas.
-¿Es esa tu excusa para el desatre que mis ojos contemplan hoy?- Le reclamaba la joven madre, bueno, la joven madre que por cierto se llamaba Patricia Mara.
-¡Pero es verdad! ¡Barritaban y barritaban! Tenian pelo en vez de plumas, sus patas eran normales aunque escamosas y ¡No tenían ojos!, por mas que les buscara, aunque cada parte estaba desordenado como un rompecabezas mal elaborado, en ninguna parte estaban sus ojos- De nuevo gritaba su fantastica historia, haciendo muecas y gesticulando los movimientos de aquellas avezuelas, pero al notar la mirada desaprobatoria de su madre- De nuevo no me crees, ¡Pero te juro que es real!
-Claro, tan real como que todas mis plantas están arruinadas.- Ya cansada, Mara intentaba recoger el desastre de cubetas, macetas, abono, flores, hojas y tallos esparcidos por todo el patio y corredor, lo curioso es que tal como su hija decía, lo unico que faltaba era eso, las raíces. ¿podria ser que la historia que Violeta narraba, fuera real? Ja, ni pensarlo, Mara se sorprendía de la capacidad de su hija, pero...
-Lo siento-Maria mientras levantaba una de las flores entre sus manos comenzando a llorar, haciendo que su madre fuera a su consuelo.
-Ya, está bien, estoy segura que lo que haya ocurrido no fue con mala intencion- Pero despues de todo solo era una niña, los niños sueñan e imaginan ¿es lo normal, no?, se decia a si misma mientras abrazaba a su hija en llanto-
-¿De nuevo estas enojada conmigo?¿me odias por destruir tus cosas?- Violeta se sentia mal por no ser apoyada con su version de la historia, le dolia ser la unica que viera la verdadera situacion y le dolia que lastimaran las cosas que su madre amaba.
-Lo estoy, me has prometido en repetidas ocasiones que no volveras a mentirme, pero jamas podria odiarte, eres mi pequeña María. -Mara adora a su hija, desde que supo que estaba embarazada aun a corta edad, nunca sintio infelicidad ni inseguridad, estaba dispuesta a mantener a su pequeña Maria, se prometio nunca dejarla, siempre apoyarla y sobre todo, darle todo el amor que a ella alguna vez se le negó.-Vamos a hacer una cosa, me ayudaras a limpiar y despues haremos la cena ¿te parece?- Sostiene los pequeños brazos de su hija y le planta un gran beso.
-Pero... ¿que pasa con el castigo por mentirte?-
-Mira, no veo razones por las que tu te llevaras las raices y solo destruyeras lo demas, asi que... lo dejaremos en que fue un accidente- Mara le da una gran sonrisa - o quizas fueron las aves que en vez de ver, pican- le dice con una pequeña sonrisa para subirle el ánimo
-Gracias- Violeta se abalanza con los brazos abiertos sobre su madre, y por primera vez siente que ha habido algún avance, por primera vez su madre sugiere que cree en su versión de la historia.
Tras esto,hubieron aun mas historias:
-¿Quien se robo mi sandalia?
-El gallo de la vecina, con agujetas como crestas,un pico de plumas, alas de polilla y en vez de ojos orejas.Quería aprender a volar.
-¿Quién se robó los botones de la licuadora?
-¡Ratones! Pero de los grandes, sus colas estaba en sus bocas, sus dientes formaban su cola, no tenian orejas, su pelo se caía tras cada paso, sus patas eran tres y sus ojos, ¡solo tenian uno! Pero ese estaba en su estómago y de manera inusual su ojo, era su boca también. Necesitaban comer velozmente y les parecio buena idea, comerse los botones de la licuadora.
-¿Qué le pasó a la escalera?
- Peces con piernas humanas como aletas, y ¡No solo no tenian un ojo!¡Sus escamas mismas eran ojos de diferentes tamaños, colores y formas! Intentaban surfear con sus lagrimales y lo lograron, pero el suelo quedo baboso y pegajoso. ¡Realmente fue sorprendente!¡No fue un sueño!
-¿Por qué la estufa no funciona?
-Quizas fueron las salchichas, y esta vez de nuevo no miento, Eran lisas, de forma hexagonal, no caminaban, se deslizaban, y ¡Se alimentaba entre ellas! Por fuera eran normales, pero por dentro ¡Tenían órganos!¡Lo juro! En cuanto una salchicha mataba y abria a otra, se podia ver el corazon, los pulmones, un estómago, y claramente ¡No tenian cerebro!, lo que hacian era comerse los órganos y el resto tirarlo al "horno", quizas tanta piel de salchicha se quedo atorada en alguna parte de la estufa.
Violeta siempre veía la manera, de creer que lo que veía era tan real, como que vivía Wrinamo.
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Violeta en Wrinamo
Fantasy-¡Un duende, te lo juro!, con enormes y peludas orejas, una nariz redonda si la ves de frente y largucho afilado si lo ves de lado. -Pero que tonterias dices María, ayer era un vampimonstruo, la semana pasada un hada musculosa, y hoy ¡sorpresa! Es u...