TOQUÉ FONDO

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Lo peor comenzó después de dar mi último aliento, ese que firmó mi condena hasta el final de mis tiempos.

Tenía miedo y frío, sentía que estaba en el fondo de un pozo y ya no había nada en ese abismo.

Sabías que yo era una bomba de tiempo y tú fuiste mi detonante, sabías que estaría sólo y aún así me dejaste.

Aún recuerdo ese lugar frío y oscuro, dónde las malditas voces no dejaban que me concentrara en mi futuro, es feo saber que todas las personas que fui perdiendo, fue producto por no decir un "Lo siento".

Y todas esas personas que se hicieron llamar mis amigos, no estuvieron cuando sentía que mi alma se iba desprendiendo de este camino.

Tenía miedo por ya no creer en ese cielo, ese mismo que los niños le llaman cuentos. Pensé en no perder la Fe, para poder hablar con Cristo, pero la única respuesta que tuve fue el silencio de ese abismo.

La vida me fue arrancando personas de mi corazón, sin importarle dejar marcas en sus actos del hoy.

Aún recuerdo mi pensamiento hacía las personas "Si no me sirve, ya habrá otra", yo mismo tuve que matar esa actitud y me dolió, pero no pensaba perder más personas por mi dolor interior.

Cada persona que perdía y cada mentira que llegaba, solo llenaba ese pozo de hipocresía hasta el día que me ahogara.

Intenté hablar con Dios pero nunca respondió, quería que el me ayudara a salir de toda esta depresión, pero cuando su respuesta fue un silencio interior, decidí ya no molestarlo y mi Fe se perdió.

Cada vez que quería salir de ese hoyo llegaba otra persona y me aventaba hasta tocar fondo, pero fue mi culpa por depender mi felicidad a otros, cada lágrima que derramé se convirtieron en letras que hoy usé.

Recuerdo a muchas personas que cayeron en su propio pozo y nunca salieron, por que nunca vieron un amor verdadero.

Ahora les puedo decir que si esperan ayuda nunca la encontrarán, ustedes tienen que trepar y salir de esa oscuridad, suena crudo pero es la realidad.

Siempre tienen que recordar que a fuera de ese pozo hay personas que los esperan, hay que tomar ese tiempo encerrado cómo un desahogo de la vida entera.

Ahora soy de los pocos que vieron la luz después de tanta oscuridad, lamentablemente muchos quedaron en cuerdas y cortados por la yugular, a ellos nunca hay que olvidarlos por que por lo menos intentaron luchar, pero esas voces a veces te obligan a actuar.

Al día de hoy aún recuerdo cuando salí del pozo de la depresión, tuve que llenarlo de lágrimas y de dolor, para poder salir nadando y ver el sol.

PENSAMIENTOS LIBERADOS | Ángel Redex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora