He crecido con la sola idea de que mi única preocupación era estudiar, era lo que las personas cercanas a mí me decían, pero ese pensamiento todo un giro drástico cuando tenía 15 años.
Un día volviendo del colegio acompañada de mi hermana menor y a llegar a casa encontrándome con un silencio sepulcral con mi padre en el livin que donde lo primero que hizo al vernos fue acercarse y darnos un abrazo a ambas, nos dijo que debíamos ser muy fuertes de ahora en adelante y más que ahora mi madre nos necesitaba.
No entendía a que se debía esa reacción de su parte, pero todo tuvo sentido cuando nos dio la noticia de que la mujer que me dio la vida y a quien más amo padecía de cáncer de mama.
Las cosas desde ese momento no fueron las mismas, para ninguno de nosotros.
ESTÁS LEYENDO
Mi Patética Vida
AcakEsta es mi historia, mi vida y lo que menos quiero ahora es ser juzgada.