~[[ Frutos del Pasado ]]~ #Freddold // #Goldred

Acto 1.

Parte 1.

¿Quien no deseaba una familia perfecta? Adinerada, reconocida a nivel mundial, poseedora de docenas de empresas. 

Henrick lo tenía, su apellido "Golden" le otorgaba preferencias por parte de profesores, tiendas, juegos, y muchas cosas mas. Pero, no todo es color de rosa...

Contemos esta historia desde el principio, contemos el inicio de una vida que fue en decadencia, debido a traiciones, amoríos y deshonras; cosa que afecto a una generacion y creó así un mal andante.

Un hombre de unos aproximadamente treinta y cinco años, sostenía una hermosa criatura en sus brazos, su hijo recién nacido.

Tras una larga espera, unos doctores salieron de la sala en la que estaba su prometida, captando así la atención del ya ahora padre. Le informaron que la mujer estaba estable y que podía pasar a verle. Tengan en cuenta que la tecnología de aquella época es totalmente diferente a la actual. 

Al entrar a la sala, su mujer estaba acostada viendo el periódico mientras respiraba con tranquilidad. Frederick, el padre del bebé, entró allí viendo a Lisa, su próximamente esposa.

— ¿Amor? — Frederick se acerco viendo a la mujer quien ahora le veía sonriente. — ¿Como te sientes?

— Sinceramente, aún estoy algo adolorida pero, mucho mejor que antes, el riesgo de esfumó, estoy bien. —  Frederick suspiro aliviado. — Frederick, quiero ver al bebé... ¿Podrías dármelo? Los doctores no me permitieron verle por lo ocurrido. — Él tan solo asintió y le acercó la cría, Luisa, quien era una hermosa mujer rubia, tomó el bebé acurrucandolo en sus brazos. — Es precioso.. Se parece a ti. — Henrick rió negando.

— En lo absoluto, tiene tus ojos.  — Respondió risueño mientras buscaba y acomodaban una silla en la cual se iba a sentar. 

Aquella felicidad, era algo de un cuento de hadas. Eran la pareja perfecta.

[[ 2 años después ]]

— No lo entiendo, hemos pagado todo y, las facturas no paran de llegar. Las deudas.. 

—  Lisa, no te preocupes, llevaré todo esto, más mis papeles hacia lapempresa, hay un error. Alguien ha de estar robandonos. Prometo encontrarlo... — Era difícil para Frederick cumplir aquella promesa.

Sin saber como, un día cualquiera comenzaron a perder mucho dinero, no había una explicación coherente para ello hasta que, llegó a la conclusión de que podrían estar robándoles. ¿Como? No lo sabía, pero actualmente, iba a salir ya mismo a las empresas.

Tras unos minuto de andar en el auto con destino la empresa de luz, que era la última de su lista, notó que todo estaba en orden. Lo único que iba mal, era... ¡Es que ni el lo sabía!

Debía tranquilizarse. Su esposa debía estar tranquila, después de todo, ella no manejaba estas cosas. Llegó a la casa, la cual estaba bastante silenciosa, mas que nada por qué su hijo, Henrick, suele andar corriendo por todo el lugar.

Fue al living, dónde vio a su pequeño jugando con un tren de juguete. Se agachó y con dulzura le habló.  — Henrick, ¿donde está tu madre? — 

Henrick bajó la cabeza suspirando. — Shhh. — Ordenó. — Un amigo de mamá vino a visitarnos, pero no le gusta el ruido, se puede enojar. — Alegó el nene quien, soltó unas risitas. 

— Ya veo Henrick... Gracias. — Frederick se levantó y se dirigió a las escaleras subiendo eslabón por eslabón, cada vez se escuchaba algo que el temía más fuerte.

Llegó a la puerta de su habitación y abrió un poco la puerta viendo así, por un espacio bastante pequeño, a su esposa teniendo relaciones con otro hombre. Tapó su boca retrocediendo. ¿Cuando sucedió? ¿Por qué? Tomó aire y abrió la puerta con rápidamente viendo con ira a su mujer quien, al percatarse de su presencia, solo esbozó una sonrisa lasciva. Lisa comienza a mover su cuerpo mientras veía a su esposo de forma triunfante. Oh, como adoraba la expresión en el rostro de este. El dolor, la ira, la preocupación, la traición. Era tan solo, excitante.

— Largo... — Susurró Frederick. — ¡Largo! — Esta vez gritó. El sentimiento de haber sido traicionado por su mujer le dolió. Ahora, ¿Henrick? ¿Que haría con el? No dejaría que se lo lleve llevará, ¿cierto? 

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Hola, soy yo, Vero. 

Estoy empezando esta historia, realmente me he esforzado mucho.

Tal vez el comienzo sea algo lento, pero recuerden, las apariencias engañan.

Quiero agradecer a mi crush por inspirarme a empezar esta historia.

Realmente siento mucho que el inicio sea tan flojo, pero prometo que mientras más hay vaya avanzando, esto más interesante se pondrá. 

Agradezco todo apoyo posible para inspirarme a continuar esta historia.

Gracias.