¡𝐇𝐲𝐮𝐧𝐠 𝐍𝐨 𝐏𝐨𝐫𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫! [윤민 𝐎𝐒]

🦄HYUNG NO PORFAVOR!!🦄

Salí corriendo de casa, ya no podía, no quería escuchar más, basta de hacer lo que a los demás les parece, basta de querer ser lo que los demás quieren que sea, estoy harto, completamente harto, es tan horrible y tan inhumano decirle a alguien que mejor no hubiera nacido por ser un marica o un torcido, sólo porque está enamorado de una persona de su mismo sexo, sólo por amar a alguien más allá de su físico.

Corrí sin rumbo por unos minutos sin saber a dónde ir, hasta que opté por encaminarme donde la única persona que siempre me valoró y siempre ha visto lo mejor de mí, la única persona que me ha amado desde el primer momento, la única persona que no le importó lo que le dijeran los demás y se quedó a mi lado.

Seguí corriendo como pude, limpiando bruscamente las lágrimas que caían por mis mejillas humedeciéndolas hasta llegar al suelo, era la única alma por las calles a esa hora de la noche, así que se me hizo un poco menos complicado llegar a la casa del amor de mi vida.

Me sentía tan mal, tan destrozado, tan poca cosa, que dude por unos momentos antes de tomar el valor de tocar la puerta.

Toqué como si esa fuera la última vez que lo haría, esperando que él saliera, rogando que me abriera para poder estar bien, mi garganta estaba seca, no sabía cómo seguía de pie después de tanto correr.

Levanté la mirada cuando al fin abrió la puerta, él me observó, haciéndome miles de preguntas con esa expresión felina que tanto me encantaba.

Me lancé sobre el sin poder articular ninguna palabra, entró conmigo en sus brazos y me llevo a la habitación. Me abracé a él lo más fuerte que pude sin parar el llanto.

Necesitaba de él, ansiaba percibir su aroma, quería reconfortarme al sentirlo, me era urgente saber que estaba conmigo, mis lágrimas no paraban, el acariciaba mi espalda, dejando caricias con sus dedos por debajo de mi camisa.

No podía para de llorar, me sentía devastado, solo quería huir, irme lejos, con él, con Yoongi, con el ser humano que más amo, la persona que realmente me enseñó a amar, sin medida, sin precio, sin límites.

Poco a poco, suavemente fue separando mi rostro de su pecho, mirándome fijamente, cada expresión en su rostro era de confusión, pero luego su semblante cambió al recordar de que se trataba lo que había sucedido. No era una novedad para él.

Ya cuando sintió que lentamente logré calmarme, acarició mi cabello y decidió hablarme.

─── ¿Qué sucedió cariño?

•Ese mismo día en la mañana•

Fui despertando lentamente al sentir un par de labios en mi cuello, pasando a mi hombro y después a mi nuca, dejando varios besos ahí. No estaba seguro de que hora por qué cuando miré a la ventana todo seguía oscuro, seguramente eran las cinco de la mañana.

Sentí como una de esas manos que tanto amaba se posaba en mi cintura, apegándome más a él, sintiendo más su calor corporal junto a mí. Me giré y pude ver su rostro, sus felinos ojos mirándome con lujuria, pude ver todo su torso con la poca luz que dejaba la oscuridad, su piel pálida, tan blanca y encantadora, sus finos labios, deseosos de atacar los míos no se hicieron esperar, se lanzó sobre mi besándome desesperada y controladoramente creando un beso lleno de deseo, un beso necesitado, urgente, salvaje.

Poco a poco fue poniéndose encima de mí sin cortar el beso, me acariciaba tan lentamente excitante, desde mis tobillos hasta mis muslos.

Acariciando con énfasis cada lugar de mi cuerpo, empezó a rozarse contra mí, provocando que nuestros miembros rozaran por encima de la ropa, suave y tortuosamente, tan delicioso, haciéndome estremecer con cada movimiento.