.59. [Últimos capítulos]

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Nos dividimos en dos grupos, Kaoru, Yuzuko y Giovana buscarían a todos las personas utilizadas en los experimentos y las sacarían de aquí mientras que Jade, Arata, Victor, Saúl y yo ayudamos al tío de Kaoru; sólo faltaba Anhelo que seguía perdida.

Tuvimos que quitarles las tarjetas a varios científicos porque en algunas puertas no aceptaba la misma tarjeta, al parecer nadie se preocupaba por buscar a Anhelo.
No paraban de salir doctores y científicos listos para ir a atacarnos, era como estar dentro de un hormiguero y tener que matar hormigas una por una, yo sólo tenía la pistola que tome de la casa de mis padres y trataba de no disparar mucho para no desperdiciar las balas; Victor se encargó de ir por las armas que habíamos fabricado en casa, no mataban a nadie pero podian herir fácilmente a quien se interpusiera en nuestro camino, cuando se terminó la municion y lo que usábamos para disparar tuvimos que usar los tubos para golpear a las personas y apartarlas.

Al llegar al siguiente piso del laboratorio nos encontramos con unos doctores sosteniendo las cadenas que sujetaban a un chico extremadamente delgado con cabello blanco que vestía una bata de hospital.

???: Es hora de usar nuestras armas secretas, veamos si todo nuestro trabajo ha valido la pena

Soltó al chico, quien inmediatamente se abalanzó sobre nosotros a una velocidad sobrehumana, todos nos hicimos a un lado excepto Arata, calló al suelo y el chico comenzó a rasguñarlo, golpearlo y morderlo salvajemente, intentamos ayudar empujandolo pero tenía demasiada fueza y no lograbamos moverlo ni un poco; repentinamente Arata le dió un golpe que lo mandó hasta el otro lado de la habitación, parecía no sentir dolor a pesar de haberse estrellado contra la pared y volvió de un salto hasta Arata para volver a atacarlo, todo pasaba tan rápido que yo trataba de pensar en algo pero no podía reaccionar rápido, entonces recordé que las puertas que estaban a nuestras espaldas se abrían solamente con tarjetas; la abrí lo mas rápido que pude y con la ayuda de todos posicionamos al chico a mitad de la puerta de metal sujetandolo para que no pudiera levantarse y al quitar la tarjeta la puerta se cerró aplastando su cabeza, era desagradable ver como su cuerpo aún continuaba moviendose como si estuviera sufriendo de un ataque epiléptico.

Nos dimos la vuelta hacia los doctores que en ese momento estaban huyendo, los dejamos escapar sólo porque estaban demasiadp lejos como para ir corriendo tras ellos. Continuamos nuestro camino deshaciendonos de varias personas, había áreas a las que no podíamos ingeesar ni con las terjetas así que decidimos que los compañeros del tío de Kaoru se encargaran de eso.

Víctor: Deberíamos ir a buscar a Giovana y los demás, quizas nevesiten de nuestra ayuda

Regresamos hasta el segundo piso bajando por las escaleras ya que el ascensor no servía, encontramos a Kaoru, Giovana y Anhelo

Kaoru: Ya encontramos a Anhelo

Yo: Es lo que veo, pero... en donde esta Yuzuko?

Kaoru: Ahora la estamos buscando a ella, se supone que estaba con nosotros pero ahora no la encontramos

Sentí que alguien se acercaba, me sobresalte al ver a papá junto a Yuzuko al otro extremo del pasillo.

Yuzuko: *llorando* Papá dejame ir forfavor

Papá: Sólo quería que olvidaras que todo esto había sucedido pero no quieres cooperar, si ya no nos consideras tus padres entonces puedo decir que ya no eres nuestra hija

Me acerqué corriendo con mi arma en la mano dispuesta a ayudar a Yuzuko pero me detuve en seco al ver que papá sacó una geringa y la puso muy cerca de su cuello.

Papá: Sabes que es esto? Es lo que usamos en ti para que te volvieras... lo que eres ahora, sólo te lo aplicabamos en pequeñas dosis pero esto equivale a 30 dosis, sería una pena que le pasara algo malo a Yuzuko, no?

Retrocedi lentamente sin dejar de mirarlos y bajé el arma, entonces comprendí que sin importar lo que hicera él iba a inyectar el contenido de la jeringa en el cuello de Yuzuko.

Papá: Si yo fuera tu, no me acercaría

Dejó un arma igual a la mía en manos de Yuzuko que se había desmayado y se fué, lo que me dijo me hizo dudar en acercarme a ella y retrocedi aún más. Despues de unos minutos abrio los ojos y se levantó lentamente, me miró y lo primero que hizo fué apuntarme con el arma que le había dado papá, instintivamente también le apunté con la mía.

Yo: Yuzuko que estas haciendo?!

Tardó unos segundos en responderme pero primero rió fuertemente, podría jurar que su voz había cambiado un poco y su risa era tan macabra que me erizó la piel.

Yuzuko: PORQUÉ HACES PREGUNTAS TAN ESTUPIDAS SI YA SABES LA RESPUESTA!?

Yo: Suelta el arma, por favor

Yuzuko: SÓLO SI ME DISPARAS, SI NO LO HACES YO TE DISPARARE A TI

Ella estaba totalmente dispuesta a hacerlo, en cambio yo nunca había dudado tanto en mi vida, me tranquilizó un poco escuchar a Jade susurrandome al oído que Victor y Anhelo habían ido a buscar a mi papá y lograron quitarle una jeringa con el antídoto.

Se me ocurrió algo y no sólo pude rezar para que funcionara, volví a apuntar hacia Yuzuko, la mano me temblaba y para colmo mi puntería era pésima, tiré del gatillo y cerré los ojos.

...

Lo logré.
Pude dispararle a la mano con que Yuzuko sostenía el arma haciendo que la soltara y mientras se quejaba del dolor, cogí la geringa, corrí lo mas rápido que pude para abrazarla impidiendole moverse e intenté el antidoto en su cuello, volvió a desmayarse, desafortunadamente segundos antes pudo recoger el arma y sólo logró dispararme en la pierna derecha, nunca antes había sentido tanto dolor y aun asi evite llorar o gritar.

Yo: Cuando despiertes... me disculpare por lo de tu mano, espero que puedas perdonarme

El tío de Kaoru llegó por el otro pasillo a avisarnos que ya habian rescatado una gran cantidad de personas, incluso encontraron el cadaver de la hija del presidente y lo mejor sería derrumbar el laboratorio usando bombas. Recordé cuando hicimos que el psiquiátrico explotara y me pareció gracioso que esto terminara de igual manera, y de pronto... el suelo tembló después de que se escuchara un gran estruendo.

Tío de Kaoru: Les dije que aun no!!

Sus compañeros ya habian programado las bombas y todas estallarian detro de poco.

Tío de Kaoru: Apresurense a salir!

Cargué a Yuzuko y corrí con los demás hacia las escaleras, no podía ir tan rápido porque mi pierna aun me dolía, estaba apunto de alcanzarlos cuando comencé a sentir un gran dolor en mi otra pierna, que me hizo caer, me giré y ahi estaba, uno de los doctores que se nos habian escapado antes con un arma en la mano.

La segunda bomba se detonó, las paredes caían a pedazos y me levante usando toda la fuerza que me quedaba en las piernas y seguir corriendo, antes de llegar a las escaleras habia una parte del piso hecha con cristal resistente que me daba bastante vértigo cuando miraba hacia abajo; caí de nuevo cuando senti el impacto de otra bala contra mi brazo izquierdo, ese doctor no iba a detenerse.

Al sentir una cuarta bala impactarse contra mi cuerpo ya no pude volver a levantarme, esta vez me habia dado en la espalda, no lo miré pero sabía que el doctor estaba a un par de metros de mi listo para disparar una ultima vez.

Y entonces, explotó la ultima bomba esta vez en el mismo piso en el que me encontraba y el suelo de cristal sobre el cual estaba se rompió.

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