No puede ser!(Tom Holland)

♡Cap 31♡

*Tom*

Al día siguiente de la cita no pude ir a verla, ya que mis padres me retuvieron en su casa para tener un día de familia. Los amo, pero a veces son un poco agobiantes, como todos los padres.

Ese día paso en charlas, juegos de mesa, en los que siempre perdía, y cosas familiares. Los gemelos hacían un buen duo para los juego y siempre ganaban. Mis padres solo querían disfrutar de la compañía de todos sus hijos. Y Paddy, bueno el era mi compañero de juegos en pareja, pero la mayoría del tiempo jugué solo porque el se la pasaba en el celular, cambio mucho ahora de adolescente.

En fin no pude pasar el día con Sofía, pero si me había mensajeado con ella. Pero tenia preparado algo para el otro día. Así que ya estaba yo a las cinco de la tarde en la puerta de Harrison.

Me recibió un cansado Osterfield con ojeras y el pijama puesto. Me sorprendió verlo así ya que el se levantaba temprano, no entendía por que estaba así. Bostezo por ultima vez mientras me daba el paso.

-No grites ni hables fuerte- dijo por lo bajo con voz ronca. Ya me imaginaba que podía ser.

Avance hasta llegar a la sala de estar encontrándome  con la hermosa sonrisa de la dueña de mis  pensamientos. Estaba sentada en un sillón individual con una remera blanca con los hombros descubiertos y una pollera de jean celeste. Se veía  preciosa con su cabellera corta por los hombros y su pelo alborotado.

Me acerque a ella y me recibió con un calido abrazo acompañado de un beso en la mejilla. Me senté en el sillón que estaba frente a ella y vimos llegar a nuestro amigo a la sala mientras se lanzaba al sillón grande agarrándose la cabeza.

-¿Que le paso?- le pregunte a ella haciendo un ademán a nuestro Hazz.

-Son las consecuencias de retarme- contesto ella.

-Anoche le hice una apuesta de que yo aguantaba mas el alcohol que ella- me explico el.

-Y obviamente gane yo- concluyo ella- Si me emborracho es porque lo quiero hacer, y tomo demasiado para hacerlo.

En ese momento me acorde de cuando la fui a buscar club porque se había emborrachado y tenia que llevarla al hotel. Luego recordé que en el hotel la quise besar y ella me dijo que también quería que lo hiciera. Teniendo en cuenta eso llegue a la conclusión de que se emborracho luego de rechazar a Sam, porque en ese entonces ya estaba enamorada de mi.

-Deja de hablar tan fuerte que aun me duele la cabeza- dijo nuestro amigo- No entiendo como estas tan fresca siendo que tomamos como diez vasos de tequila y no se cuantos mas de ron y vodka.

-Por que te emborrachaste enseguida y yo deje de tomar, tu fuiste el que tomo todo eso luego- replicó ella.

-¿Y por que no me detuviste?- pregunto el con indignación.

-Porque era gracioso verte-rio ella- Hasta te filme, ¿quieres verlo?.

-Eres una pésima amiga. Dejaste que me emborrachara para diversión tuya.

Yo miraba su discusión mientras contenía la risa, pero luego del comentario de Harrison largue una carcajada ganándome la atención de ambos.

-Bueno, te dejamos aca para que descanses- dije poniéndome de pie- ¿vamos?- le pregunte a ella.

-Solo espera que busco algo- contesto ella mientras salia corriendo hacia la habitación de huéspedes haciendo resonar sus pasos con sus tenis blancos.

-¿A donde irán?- pregunto el dándome una mirada pícara.

-No te interesa-conteste ignorando su insinuación.

-Usen proteccion- se burló. Yo gire la cabeza en otra dirección para que no notara mi nerviosismo ante lo dicho.

-Callate que te puede escuchar- lo regañe.

-Lista, ahora si ¿vamos?- volvió ella con un bolso pequeño color marrón claro y el pelo un poco mas arreglado.

Yo solo asentí y nos despedimos de nuestro amigo. Cuando salimos de la casa cerré la puerta y me di la vuelta para ir hacia el auto, pero ella me impidió el paso y sujeto mis mejillas con sus manos. Rápidamente deposito un pequeño beso en mis labios y se alejo sonriente.

-Ambos sabemos que lo necesitabamos- susurro.

Se giro y corrió hacia el coche donde se subió del lado del acompañante. El gesto me había dejado en shok y aunque duro un segundo aun sentía el cosquilleo que me generaba nuestros labios juntos.

Sonreí y camine hasta el lado del conductor. Cuando subí ella me miraba sonriente impaciente por que entendiera el auto.

-¿A donde iremos?- pregunto con curiosidad mientras avanzabamos por el vecindario.

-Sorpresa- respondí para darle suspenso.

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