🌸VIII. 159cm

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chittaphon y johnny de conocían desde hacía años, ambos habían sido vecinos desde pequeños cuando sus familias asistían a la misma iglesia.
jugaban juntos hasta que el mayor comenzó a a crecer y alejarse un poco del menor.
john era tres años mayor que chittaphon por lo que se volvió independiente más rápido.
ten recordaba el día que el mayor se había ido de casa de sus padres, su familia había escuchado los gritos toda la tarde, finalizando con un portazo que casi tumbó los cuadros que colgaban de la pared.
ten salió corriendo de casa encontrando al mayor subiendo sus maletas a su auto, el adolescente de quince años de acercó temeroso a su hyung.

—johnny hyung...

el cuerpo del mayor de tensó unos segundos antes de girar para encarar al menor, ten tenía los ojos húmedos y miraba el maletero del auto.

—¿q..qué hace?

seo suspiró antes de acercarse y acunar el rostro del más bajo entre sus manos acariciando sus suaves mejillas con los pulgares.

—me voy ten..

chittaphon recuerda haber llorando y suplicado, recuerda su corazón latiendo rápidamente cuando el mayor se inclinó y le besó la nariz diciéndole que lo amaba pero también recordaba este mismo partiéndose en miles de pedazos al verlo alejarse en el auto.

pero ten entendía porque john había huido, lo sabía porque él también lo vivía.
sus familias eran muy religiosas, asistían a misa todos los días, hacían las convivencias, rezaban antes de dormir, antes de comer, antes de salir de casa, leían la biblia en la tarde, su familia tenía fanatismo con la religión.
a ambos chicos se les había educado a base de un libro viejo que les decía que hacer y que sí lo desobedecías arderías en el infierno, lindo ¿no?

ten y john no eran idiotas, sabían que aquello estaba mal, sabían que había muchas cosas en la biblia que no cuadraban.
cómo tirarle piedras a tus hijos si desobedecían, porque se supone que la biblia promueve el amor ¿no?
gracias al cielo que asistían a escuelas normales y no a escuelas católicas.

ten tenía un maestro, un maestro al cual amaba con todo su corazón, el profesor jaehyun.
jaehyun era la definición de lo que un niño necesita para crecer sano y feliz.

ten recordaba el día en el que había llorado toda la mañana porque le gustaba un niño y él iría al infierno pero su profesor lo encontró y le preguntó la razón de sus lágrimas, chittaphon entre sollozos le explicó con temor de que el maestro llamara a sus padres pero eso no sucedió, al contrario recibió una charla que al final le dejó una conclusión: amor es amor.

fue entonces cuando la oficina del profesor se convirtió en su segundo hogar, el único lugar en el que se sentía seguro, ten se aparecía ahí cada que envía duda sobre alguna cosa que sus padres le habían dicho que estaba mal y prohibida.

por otro lado john venía con la mente abierta desde la cuna gracias a su hermano mayor quien no se dejaban influenciar por sus padres.

fue así como ambos chicos se enamoraron sin quererlo o planearlo, solo pasó.
y cuando menos ser espero, john se encontró amando los 159 centímetros de ten.
pero cuando john se fue el mundo de ten decayó.

por eso el mismo día que chittaphon cumplió los 18 años sacó las maletas que tenía hechas desde que cumplió 17.
cuando bajó a la sala con ambas maletas sus padres se giraron a verlo confundidos.

—¿Y esas maletas?— preguntó su padre.

ten bajó los últimos escalones de las escaleras y suspiró hazlo, hazlo.

—soy gay.

su madre lloró mientras que su padre lo miró con enojo.

—y me voy de la casa.

chittaphon atravesó la sala directo a la puerta casi corriendo con temor de que su padre lo detuviera.
alcanzó a abrir la puerta cuando sintió un tirón en su brazo, gritó de dolor y su cuerpo cayó contra el suelo a la par que su madre gritó.

—¡no vuelvas a repetir eso! ¡nunca más chittaphon! ¡no quiero volver a oírte!

ten gritó cuando su padre lo jaló rumbo a las escaleras, chilló viendo cómo la calle y la libertad se alejaban cada vez más pero entonces una sombra apareció en la puerta.

—¿ten?

el chico abrió los ojos y lo miró.

estaba ahí, él estaba ahí.

a chittaphon se le aguaron los ojos y empujó el agarre de su padre corriendo para abrazar al mayor.

—john..— sollozó contra el cuello del mayor sintiendo como los brazos de este se envolvían alrededor de su cuerpo.

—ten, cariño tranquilo, estoy aquí, ¿te hizo algo? ¿te lastimó?

chittaphon negó rápidamente alejándose un poco para mirarlo —vámonos, por favor. déjame ir contigo...

el estadounidense asintió besándole la frente antes de agacharse a tomar las maletas del menor.

—no se irá contigo, ¡es tu culpa que mi hijo tenga esos estúpidos pensamientos! ¡fuiste tú quien lo hizo así!— le gritó su padre.

chittaphon se encogió entre los brazos de john temeroso de que el mayor lo dejara con sus padres pero eso no pasó.
al contrario john solo ignoró al hombre y tomó las maletas sacándolo de casa sin importarle los gritos del hombre, arrojó las maletas al maletero y dejó al chico con cuidado sobre el asiento del copiloto.
cuando john se subió arrancó el auto y condujo, condujo lejos alejándose más y más de la casa del menor, sabía que entre más se alejarán más libre y seguro se sentiría chittaphon.

—lo cumpliste..— susurró el menor.

john se orilló en la calle y lo miró.

—no lo olvidaste— continuó ten.

—nunca podría olvidarlo, nunca podría olvidarte..— ten sonrió y se inclinó abrazando una vez más a johnny.

—te extrañé..

—yo también te extrañé, pero ahora no planeo dejarte ir, nunca.

ten casi ronroneo escondiendo el rostro en el cuello del mayor.

john suspiró besándole el cabello a ten, amaba a sus 159 centímetros.


























se supone que esto sería inspirado en 159 cm de tenny pero no sé qué pasó.
igual, me pareció que quedó re mierda igual, perdón.

soft johntenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora