Desventaja 5: Rarito

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Y al final, Kyungsoo empezó el mes mas emputado de lo que debería. Y todo por que nada había salido como lo planeó.

Ahora tenía dos ordenes de restricción mas que afrontar.

Todo por que el tal Yifan le culpaba de dibujarle un pene en la frente con plumón permanente mientras dormía. Ja, como si Kyungsoo pudiera meterse en su casa. Si él ni siquiera sabía que Yifan guardaba una copia de sus llaves bajo el adorno en forma de lobo apostado a un lado de su puerta de entrada.

Y luego el tal Tao que le acusaba, el muy descarado, de haber intercambiado su lubricante favorito con crema refrescante. Por favor, Kyungsoo ni sabía que la habitación del chico daba directo hacia un gran árbol que era muy fácil de escalar desde fuera.

Y lo mas gracioso de la ronda, que ese tal Baekhyun estuviera entercado en afirmar que él era quien llamaba a su casa por las noches y lo espantaba hasta la mierda, solo respirando tras la línea. Jaja, que gracioso.

Él ni siquiera sabía el número telefónico de ese rubio, ni tampoco sabía que Chanyeol lo tenía agregado como "Baekkiwi" en sus contactos. Él no sabía nada de eso.

Al final, si aceptaba haber chocado "accidentalmente" con Sehun pero obviamente no le había empujado, nadie lo vio hacer tal cosa y aunque el alto se empeñara en decir que él le metió una zancadilla, eso no fue visto por ni un solo espectador.

Nadie podría decir que Kyungsoo le metió el pie por que si Kyungsoo en verdad le hubiera metido algo eso habría sido por el culo, para que aprendiera a no rechazar a un gran partidazo como lo era él.

Debería sentirse alagado de haber sido su primera opción, el honor de explotar bombitas en navidad estaba especialmente reservado para el hombre de entre los hombres.

—Ya, me rindo. Eso es todo. Voy a pasar la navidad solo, con mis calcetas de papá Noel y con mis penas acompañándome en mi miseria. Comeré pavo solito y voy a engordar mas de la cuenta por que no habrá alguien ahí que me motive a no ponerme como un cerdo para seguir gustándole.

Lloriqueó esa tarde mientras descansaba en el parque bajo la sombra de un feo árbol que no tenía las hojas suficientes como para cubrirle del sol bien mamalón que se alzaba a esa hora de la tarde.

Jongin estaba a su lado, zampándose el pollo asado que habían pedido antes de reunirse. Kyungsoo a su vez tachaba los nombres de la inútil-como-su-mejor-amigo lista, mientras este tragaba a su lado, aventándole de vez en cuando pedazos de carne cerca de los brazos y la cara mientras devoraba las piezas.

—¡Jongin, ¿puedes dejar de tragar?!¡Te vas a poner bien pinche obeso!

Éste se detuvo en seguida, aún chupando un huesito que había sobrevivido a su ataque voraz, antes de dirigirse a él con su mirada de bebé regañado. Sus hombros hundidos y sus ojos negros brillando.

—Pero a nadie le importa si engordo.

Se excusó, encogiéndose de hombros y abultando sus labios. Kyungsoo se levantó indignado.

—¡A mí sí, idiota! Tu cara toda bonita se va poner redonda y vas a parecer una bola de chocolat...

Se detuvo cuando vio lo que estaba diciendo.

Jodido. Puto. Obama.

Jongin dejaba en ese momento a su pieza de pollo caer mientras su boca se abría con asombro y se abalanzaba sobre él para abrazarlo. Tomándolo por los hombro le preguntó con ojos inusualmente brillosos:

—¿Es eso lo que creo?¿quiere decir que después de cinco años al fin me estás aceptando, Kyungsoo?

—Ay quítate, quítate. Shu, shu.

Le ahuyentó como a un perro y éste volvió a su lugar con las orejas y hasta las nalgas caídas. Sí, por que Jongin sí tenía unas pinches nalgotas bien ricas.

—No Jongin, esto no quiere decir nada, solo me preocupo por tu no-ahora-pero-si-futura condición de noviazgo, tu novio te va a dejar cuando te pongas gordo.

—No, ahí estas mal Kyungsoo. Mi novio no me va a dejar por que yo voy escoger a uno que no le importe que suba unos cuantos kilitos.

Agregó el moreno con el pecho inflado de orgullo ante sus propias palabras. Pero entonces se calmó al ver las lágrimas que volaron a sus ojos. Kyungsoo siempre había dicho las mil razones por la que el estúpido poste con patas no debería gustarle y aún así había terminado enamorado del idiota.

Nuevamente Jongin tuvo que consolarlo, tal parecía que ese era su único trabajo últimamente. Kyungsoo ensució su camisa de nuevo, por su puesto. Lo bueno es que esta vez si venía preparado y trajo consigo una camisa de repuesto. Ya saben lo que lo que dicen por ahí: "Hombre prevenido vale por tres"...o algo así.

—Entonces, ¿ya estás mejor?¿vas a rendirte?

—¡No!

Gritó y después, con un renovado entusiasmo, limpió sus lágrimas con las mangas de su camisa. Entonces ambos se levantaron para ir en busca de la siguiente víctima. Kyungsoo y Jongin estaban ahora ocultos tras un árbol mientras acosaban al próximo prospecto. Este chico poseía un color de cabello extraño, entre rubio con moho, así como verdoso.

Al parecer esta vez si era el indicado, el hombre vestía una ropa muy bonita y como todo buen intelectual, traía un grueso libro entre las manos que gracias a todos los dioses no era ese de las no sé cuantas sombras del fulano ese.

Kyungsoo se arregló un poco el cabello y extendió la mejor sonrisa matadora que tenía en sus labios rellenos mientras caminaba a su encuentro, repitiendo el nombre de su presa en su cabeza una y otra vez.

Zhang Yixing, Zhang Yixing, Zhang Yixing.

Pero pues como siempre, apenas iba llegando y ya estaban lloviendo los vergazos. Resulta que el puto teléfono del chico había escogido justo ese pinche preciso momento para venir a cagar su encuentro predestinado. Esta podría ser la oportunidad de su vida, este podría ser el hombre se su vida y entonces alguien había decidido hablarle, jodiéndole así el ligue a Kyungsoo.

—¿Sí? Ah, hola bebé...sí, sí... estaba como buen niño esperando tu llamada. ¿Que si traigo puesta la tanga de unicornio? Pero claro que sí, dime, ¿estás usando ese rabo de conejo que se mete por el culo que te compré?...mmm, ya voy entonces, espérame en casa Myeon, ya va tu papi.

El chino cortó su llamada y se dirigió a Kyungsoo.

—¿Se te ofrecía algo?

Pero él ya estaba huyendo lejos de ese loco con cara de mariguano.

Había sido engañado por las apariencias. De lejos el hombre se veía bien pero ahora que lo miraba mas detenidamente pues si estaba un poco culero, eso por no mencionar su extraña obsesión con cosas que se meten por el culo. Kyungsoo llegó al lado de su moreno amigo justo para arrastrarlo lejos de ahí.

Otro pene mas para cortar, se recordó de tomar nota.

Cuando llegara a casa lo dibujaría.

Kyungsoo y las desventajas del amor unilateral ⟨⟨KaiSoo⟩⟩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora