Capitulo 11

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  • Dedicado a Beel Seitz
                                    

Capitulo 11

ElBowlmor Lanes es el más grande juego de bolos de Nueva York, con casi 40 carriles, y una amplia estancia, en la cual se puede disfrutar todo tipo de comidas, y entretenimiento.

No sabían cómo llegaron ahí, pero se la estaban pasando genial, Rachel era un asco con los bolos, y Quinn no dejaba de reírse, cuando lo hacía parecía menor, se resaltaba esa juventud, que su trabajo muchas veces apañaba.

-       Ahg! Esto es horrible – gritaba Rachel frustrada, cruzándose de brazos. Quinn no paraba de reír al ver como la bola, se pasaba de un carril a otro. – no da risa Quinn – siguió ofendida, caminando hacia las mesas.

-       Oh! Vamos Rach que no es tan difícil – cubriéndose la boca para no reírse – ven... ven – acercándola a ella – yo te enseño – le dijo muy cerca.

 

-       ¿No  crees que sea un caso perdido? – le preguntó tensándose, cuando sintió a la rubia, en su espalda.

 

-       No lo creo – susurró Quinn en su oído.

 

Después de comer, las chicas decidieron divertirse un rato, conocerse más quizás, o simplemente recordar porque se atraían tanto.   Terminando así, en una sala de bolos muy conocida, riéndose sin parar, disfrutando de su compañía.

Pasado un tiempo, Rachel había acertado tres tiros seguidos, gracias a la ayuda de Quinn, saltando a los brazos de la rubia, feliz, quien no dudó en devolverle el abrazo, entusiasmada. Tal fue el impacto que cayeron en el suelo de un tropezón. Riéndose sin parar.

-       Son verdes – susurró Rachel

-       ¿Eh? – dijo la rubia haciendo una mueca, disfrutando la cercanía de la morena que aun estaba sobre ella

 

-       Tus ojos – mirándola fijamente – realmente tienes unos ojos hermosos Quinn – soltó haciendo sonrojar a la rubia en un instante. Gesto que no pasó desapercibido por Rachel

 

-       Gra...gracias – dijo Quinn levantándose con dificultad, tenía una sensación rara en el estomago. Esa que solo aparece cuando estas ante alguien especial

 

Dos horas después decidieron que era momento de irse, por insistencia de Quinn, la morena terminó aceptando que la acompañara hasta su casa. Con la condición de hacerlo ella, la próxima vez que se vieran.

-       Me la he pasado muy bien – dijo Quinn llegando a la entrada

-       Yo igual – comentó Rachel sonriéndole – espero que se repita – le dijo subiendo los pocos escalones que la separaban de la puerta

 

-       Eso te lo aseguro -  murmuró Quinn, salvando el espacio que las separaba, robándole un pequeño beso a su acompañante – buenas noches Rach – caminado de vuelta a su coche

 

-       Buenas noches Quinn  - susurró a su espalda.

***

Por otro lado,  en una zona totalmente diferente de la ciudad, una rubia el explicaba a sus padres porque no llegaría a dormir, mientras una morena preparaba dos tragos para celebrar su pronta reconciliación.

Fanfic Brittana - Un Amor EscritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora