A veces siento que estoy a tres mil pies bajo tierra, y por más que grite y grite nadie escucha.
Siento que en cualquier momento puedo perder la voz y arruinar mi única esperanza de salir de aquí.
Me siento pequeñita, y siendo sincera, es lo que más quisiera. Estoy acurrucada, con la cabeza gacha, gritando por auxilio...pero nadie escucha.
Y entonces, pierdo la voz. Y ya no hay fe de salir de allí.
Nadie me escuchó, pero yo grité, lloré y maté por salir. Pero nadie escuchó.
Y no sé si fue porque estaban todos sordos, o si se hacían los que no escuchaban; pero me dejaron sola y con miedo.
Aunque, de ser honestos, no estuviera a tres mil pies bajo tierra y estuviera rodeada de gente, nadie me habría escuchado.
No porque yo no gritará si no porque no querían.
Y ahora solo soy la chica que escribe a tres mil pies bajo la tierra porque aunque grite nadie escucha.
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El día de hoy
PoetryEl día de hoy cuenta con pequeños relatos y frases que mi imaginación fue armando. Relata el día de hoy, nuestra sociedad y sus vicios. Pero también mis miedos e inseguridades con los que más de uno se sentirá identificado. El día de hoy pudes qui...