Capítulo 10

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Al día siguiente me levanté a las seis y media, no conseguí dormir aquella noche más de dos horas, tenía unas ojeras enormes, pero con el corrector pude disminuirlas un poco.

Estuve pensando en que quizá le di una idea equivocada a Jack de nuestra posición, no quería que pensara que íbamos a ser amigos tan fácilmente, seguía sospechando que pudiera ser todo una mentira para engañarme y utilizarme. No podía confiar en él después de todo el daño que me hizo.

A las 7:32 Jack llamó a la puerta y yo ya preparada, fui a abrirle.

—Buenos días, ¿qué tal estás?-Decía él mientras entraba al salón.

—Hola, supongo que estoy bien, aunque confundida. ¿Y tú?

—Supongo que estoy bien, me alegro de que hayas confiado en mí a pesar de todo lo que te he hecho.

—Quería decirte que aún no estoy segura de que me hayas contado toda la verdad, he pensado que voy a hablar hoy en el recreo con Susan, quiero que me expliquen su versión.

—Haz lo que quieras, pero su versión será mentira, si vas a hablar con ella, no le des detalles de lo que te he dicho, así limitarás su mentira y te darás cuenta fácilmente. Y no quiero que pienses que te lo estoy diciendo porque te he mentido, te dije toda la verdad.

—Vale, deberíamos irnos ya a clase.

—Sí, vamos.

Cinco minutos después llegamos al instituto y vi a Susan abrazando a Elisa, parecía que Elisa estaba llorando, pero no pude verla bien porque justo cuando me acerqué se fueron. Rápidamente pensé en Jack, la dejó y ahora estaba llorando. No se fueron porque yo me acercaba, sino porque Jack estaba también conmigo, o eso quería creer.

—Jack, Elisa está así por ti.

—Lo sé, pero no podía hacer otra cosa, no la quiero, te quiero a ti.

—Para por favor. No quiero que intentes ganarme de nuevo. Me hiciste mucho daño y aun que lo hayas justificado, aun no estoy segura de querer volver contigo, y paso de engañarme creyendo que podemos ser amigos, es obvio que no eres capaz de ser solo eso.

Justo cuando terminé de decir la última palabra, sonó el timbre y fui casi corriendo a clase, dejando a Jack atrás, no quería oír lo que iba a decirme porque probablemente me haría sentir culpable y no tenía fuerzas para discutir con nadie.

A Media Palabra, Una LágrimaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora