Meiko no sabía como había pasado pero justo en ese momento estaba bajo una Luka que no dejaba de besarla con tanta pasión que ella estaba correspondiendo. No podía evitar sentir como su cuerpo empezaba a calentarse e incluso había empezado a acariciar el cuerpo de Luka sin pensarlo, sin considerar si estaba bien o no, pero aún así estaba allí dejando que sus manos se aventuraran bajo su camisón, estando en contacto con esa piel y descubriendo que esta era tan suave como ella muchas veces lo había imaginado.
Luka abandonó los labios suplicantes de Meiko y se dirigió a su cuello donde empezó a besar y lamer, escuchando así los suaves jadeos de Meiko.
Pronto Luka se detuvo y Meiko empezó a sentir como algo caía en su cuello mojándolo, lo que la confundió, hasta que escuchó los sollozos de Luka.
—¿Luka? —preguntó y Luka levantó la cabeza.
Meiko pudo observar a Luka llorar de nuevo, pero esta vez más cerca. Sus lágrimas rodaban por su nariz hasta caer en su mejilla. Sintió ese sentimiento de querer consolarla de nuevo, pero cuando se disponía a hacerlo, Luka tomó un respiro y habló.
—No sé lo que me pasa —confesó—. Últimamente sólo... sólo quiero morirme...
Esas palabras dejaron a Meiko paralizada. La chica que había observado por tanto tiempo, la chica hermosa, con ese cabello, esa piel, esos ojos, esos labios... la chica que por tanto tiempo envidió... ¿se sentía de esa forma? ¿A caso su vida no era perfecta? ¿Era diferente a lo que ella creía? Entonces... ¿la chica que tanto envidió no era más que una chica frágil e infeliz?
—Ya no siento que algo me haga feliz... me duele todo, el sólo existir me duele... ¿para qué nací? ¿qué hago aquí? ¿cuál es mi propósito? ¿por qué me siento así? ¿por qué todo lo que me hacía feliz ya no lo hace? ¿por qué, Meiko? ¡¿por qué?!
La mencionada sólo guardó silencio sin saber que hacer. Una Luka totalmente diferente a la que había conocido estaba llorando sobre ella, y ella no podía hacer nada.
¿Qué había pasado con la Luka de antes? Esa que amaba la pintura y la música, la que reía por todo, la que leía las reglas que ella tanto odiaba. ¿Qué había pasado con esa sonrisa que siempre observaba sin que ella lo notara? Esa Luka... ¿nunca existió?—Me duele, Meiko... tengo una hermana que me ama, amigas... ¿entonces por qué soy tan infeliz? Soy una egoísta ¿verdad? Hay personas que están por ahí sufriendo de verdad y yo estoy aquí diciendo que quiero morirme por cualquier cosa.
—No, Luka, no hagas menos tu dolor. —Llevó sus manos a la cara de Luka y esta la escuchó atenta sin que sus lágrimas se detuvieran—. Todos sufrimos diferente. Ningún dolor es igual. Pero sólo tú decides si ese dolor va a superarte o si quieres seguir hundiéndote con él.
Meiko la atrajo a ella y Luka cedió, recostándose sobre ella y llorando sobre su pecho.
Así pasaron bastante rato. Luka llorando sobre el pecho de Meiko y Meiko acariciando su cabello escuchando su llanto en silencio. Pero para ninguna se sentía mal, al contrario, se sentían muy cómodas.
—¿Hace cuánto te sientes así? —preguntó Meiko ya cuando el llanto de Luka se escuchaba menos.
—Desde... desde el año pasado creo.
El recuerdo de cuando Luka perdió ese gran concurso de pintura llegó a su mente y la hizo pensar que a lo mejor ese pudiera ser lo que desencadenara ese sentimiento en Luka.
—No estoy segura de por qué... sólo sé que ya no me siento como antes. Ya no siento que algo me haga sentir... viva...
—¿Desde cuándo te cortas?
—Lo hacía desde pequeña pero lo había dejado.
—¿Lo retomaste el año pasado?
—Sí... es que cuando tengo ganas de llorar un sentimiento muy fuerte siento que no puedo soportarlo y no hallo otra forma para expresarlo. Estoy tan casada de llorar...
—Ya veo...
—Pero ¿sabes? No sé, a pesar de que nada me hacía feliz había una cosa que aún me hacía sentirlo... y eso eras tú. Pero no quería decirlo, no sentía justo molestarte con mis sentimientos. Porque si llegabas a corresponderme no quería arrastrarte conmigo a este hueco... no quería hacerte infeliz. Y tenía miedo. Pero el viernes decidí hacerlo porque...
—¿Porque el sábado te suicidarias?
Luka guardó silencio al escucharla terminar su oración justamente con lo que ella diría. Por un lado sintió miedo y no quería decirlo, pero ahora que Meiko lo sabía, no sabía ni como sentirse.
Meiko hizo que Luka cayera a la cama para poder tenerla de frente y le sonrío con dulzura mientras acariciaba su mejilla.
—Ya no quiero sentirme así... —confesó y volvió a sollozar.
Meiko volvió a atraerla a ella, esta vez dándole un abrazo fuerte pero muy reconfortante.
—No tienes por qué sentirte así. Ya no más, Luka. Tienes a tu hermana y ahora a mí para apoyarte. Sólo falta que tú también quieras salir de esta mierda.
—Quiero, Meiko. Ya no quiero sentirme así. ¡Saldré de esto!
Meiko se separó de ella para poder verla a los ojos y le dedicó una enorme sonrisa.
—¡Ese es el espíritu! —exclamó—. Vas a ver que volverás a ser la misma Luka alegre de siempre, pero esta vez en serio. Una verdadera, alegre y hermosa Luka.
Luka correspondió a su sonrisa y ambas se dieron un tierno beso. Uno suave que expresaba todos los sentimientos de ambas.
—También estoy enamorada de tí, Luka —dijo, y Luka entendió al instante lo que Meiko estaba haciendo.
Ella estaba respondiendo a su confesión de amor.
Y fin :D
Les dije que sería corto ahreEspero mucho que les haya gustado y que se animen a escribir de la otp(?)
También dejen sus opiniones y/o sugerencias para mejorar la escritura, siempre son bienvenidos ♡Muchas gracias por leer <3
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Confesión de amor┊MeiLuka┊
Fanfic❥¿Puede existir persona más perfecta que Luka? Meiko lo duda, está convencida de que Luka es la perfección hecha persona, con una vida plena y exitosa. Pero, lamentablemente, las apariencias engañan. -Estoy enamorada de tí, Meiko. ❝Contenido...