¡Les dije que tenía novio!

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  El día de la fiesta llegó y con ello lo que todos ansiaban saber, el motivo de los nervios, la sonrisa y el sonrojo de Jouta Kujo, pero antes, un pequeño vistazo a lo que sería la fiesta.

  Por cuestiones de espacio ocurría en el patio, donde se dispuso una silla mesa grande con comida, y bancos de madera, uno a cada lado, largos como al extensión del lugar donde reposaban los alimentos y bebidas, habpia sillones de jardín por el cesped que era suave y verde, los niños tendrían su lugar de juegos en el pequeño parquecito que fue hecho primeramente para Jouta y ahora pertenecía a Jolyne. Había árboles de todo tipo, incluyendo de naranjas, limones, y melocotones, los cuáles seguramente le encantarían a Johnny. Esos olores eran agradables y frescos, así que perfumarían aún más aquel hermoso día. 

  También pusieron música con computadora del hijo mayor de Noriaki, también estaban usando sus parlantes, con eso se arreglarían, obviamente Joseph tenía prohibido tocar aquello para que no se rompiera. Y así, con todo listo, los invitados empezaron a llegar, los primeros en hacer presencia fueron Josuke y Rohan en compañía de las gemelas Gabriela y Jolanda, con 10 años de edad, la misma que la de la pequeña Kujo, aunque ahora un nuevo integrante se había sumado a la familia, era un pequeño de cabellos morados y ojos bicolor, el cuál tendría con seguridad, unos 6 meses, estaba en los brazos de su madre asustándose al ver a su abuelo, Joseph alzarlo, los gritos de ese hombre lo asustaron. El pequeño llóro en brazos de Rohan hasta que se calmo y sonrió al ver las caras que Noriaki y Holly le hacían, ellos no daban miedo, seguramente el pequeño Daniel pensaba eso en sus cortisimos meses.

  Llegaron Gyro Zeppeli y Johnny Joestar, saludando todos sus correspondientes parientes, el de cabellos largos abrazo a Caesar de manera fraternal, después de todo, eran primos lejanos. Johnny hizo lo mismo y presento a su bebé, un pequeño de quizás unos dos meses, era la viva imagen de su padre y era algo de lo que Gyro se enorgullecía, aunque portaba con la belleza de su mamá, también tenía lo mismo que el bebé de Josuke, tenía el ojo izquierdo verde y el derecho azul, y obviamente la marca de nacimiento en forma de estrella, el nombre, elegido por ambos padres, fue proclamado Giovanna, era sencillo y hermoso, igual que el pequeño hijo de mangaka. Llegaron Avdol y Polnareff con Josephine, la pequeña se había vuelto excéntrica y rara como el francés, pero tenía el porte de Avdol, era una mezcla de ambos, padre y madre.

  Y así, una vez todos estuvieron, la fiesta dio inicio, el matrimonio que festejaba se encontraba en el centro de una pequeña ronda que todos armaron, estaba todos, o bueno, casi todos.

-¿Y Jouta?- pregunto Noriaki al no ver a su hijo por ningún lado, todos miraron por todos lados sin señales del adolescente, antes de que el muchacho amante de las cerezas tuviera un ataque de nervios la voz de su promogénito le calmo, pero no venía sólo, se escuchaba otra voz, más tímida y suave.

-Creo que por fin, vendrá la sorpresa que Jouta viene guardando desde hace un par de días- dijo Jotaro bajándose la vicera de su gorra, abrazando a su esposo por la estrecha cintura, sonriéndole de manera tranquilizadora, y así, el varón de la familia Kujo se hizo presente.

-Mamá, papá y familia, quiero aprovechar esta oportunidad donde estamos todos juntos para que puedan conocer a alguien muy especial para mí...- dicho eso, suspiro y fue tras la puerta donde se escondía una figura delgada, salio de la mano de Jouta, un chico albino, de piel morena y ojos ámbar, sonrió timidamente a las personas que no le sacaban los ojos de encima e hizo una pequeña reverencia. - les presento a Dante, mi novio- dijo orgulloso tomando la mano de aquel jovencito que se sonrojo enormemente al oír eso salir de los labios de Jojo.

  Todos estaban con la quijada por el suelo, nadie podía creer aquella situación, Holly salio corriendo a abrazar a su nieto, y el nuevo también recibió una artillería pesada de abrazos y besos llenos de lágrimas, el chico sólo intentaba calmar a la mujer acariciandole la espalda de manera suave.

-¡OH MY GOD!- fue lo único que broto de los labios de Joseph seguido de una sonrisa calmada, en realidad venía preocupado por el raro actuar de su bisnieto, pero al final, solo resulto ser un muchachito enamorado.

-¡Mamma Mia!- Caesar se llevo las manos a la boca sorprendido.

-Vaya, felicitaciones Jouta, eres un campeón- las palabras de Josuke salieron con cierto deje de diversión y picardia. Todos estaban sorprendidos, aunque el único que no dijo ninguna palabra fue Noriaki.

-¿Mamá?- el tono extrañado de Jouta hizo que el mencionado se acercara, estaba con la mirada algo gacha y sus hombros temblaban, el chico no entendía el porque de aquello hasta que se dio cuenta de que era, su madre estaba llorando, lo abrazo y se dejo mimar.

-Mi pequeño ya esta creciendo... ¡Ya tienes novio!- dijo feliz llenándole el rostro de besos recibiendo risitas por parte del atacado. -Dante, bienvenido a la familia- dijo Noriaki, abrazandolo con lágrimas en los ojos aún. El albino correspondió aquel gesto con ternura, sintiendo el calor tranquilizante que aquel ser le transmitia.

-Lo mismo digo- era el turno de Jotaro, Dante se puso tenso y estrecho su mano temblorosa ante el atemorizante perfil de aquel biólogo, recibiendo una caricia en su hombro, eso sólo significaba una cosa, a Jotaro le causaba ternura ese chico y Dante suspiro aliviado ante eso, no quería caerle mal a nadie, menos ese hombre.

-¿Se dieron cuenta de que no dijo nada?- Rohan recalco con sarcasmo, todos enmudecieron, viendo al chico. Este solo suspiro y sonrió dejando ver unos labios rosas y una sonrisa blanca, perfecta, era un ser divino en toda su expresión, su complexión delgada, su cintura pequeña y sus caderas algo anchas, redondas, todo su cuerpo era balanceado, su cabello largo hasta la cintura le daba una apariencia más femenina, pestañas largas, y ojos de color ámbar que tenían unas pupilas brillantes.

-Gra-gracias por aceptarme, estoy encantado de conocerlos- dijo dejando salir una voz suave, algo grave, serena.

-¡Y aquí es donde comenzamos a festejar!- Gyro rompió aquel ambiente recibiendo un codazo por parte de su esposo -¡Ups! Lo siento...- silbo y coloco las manos en sus bolsillos disimulando que no haría nada.

-¡Les dije que tenía novio!- la voz de Jolyne hizo saltar a todos del susto mientras estaba de la mano con Josephine y ambas le hacían burla de besos a la pareja de jóvenes.

-Tuviste razón todo este tiempo Jolyne- la sonrisa de Jouta fue divertida, mientras abrazaba a a su novio. -Te dije que eran los mejores ¿O no?-

-Si, tenias razón, tu familia es la mejor- sonrio de manera dulce. -Por cierto, señor Noriaki, señor Kujo, les traje un presente- dicho eso, saco de una pequeña bolsa que tenía en su mano lo que parecia un capullo cerrado, el matrimonio se miro extrañado y de atrás de aquel chico emergió un ente con cabellos largos y negros, una figura femenina que portaba un arco hecho de raices y una rosa por flecha, encesto su rosa en aquel capullo del cuál emergieron mariposas que formaron un corazón delante de los mayores.

-¿¡Es un usuario de stand!?- el grito al unísono de todos hizo reír a los adolescentes, de verdad que Jouta venía lleno de sorpresas, y Dante, era sólo el comienzo de ellas.

~Fin~

***

Espero lo disfruten, ame escribiendo esto n.n <3

Atte: Eris.

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