Capitulo 1

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Narrador Omnisciente (Deidad J)

Caleb Hawkins había terminado su turno nocturno en el Hospital Johns Hopkins, el frío de aquella mañana amenazaba con la piel de su nariz que parecía adorno navideño, le recordaba a un ciervo de los que salen en las caricaturas de su pequeño hijo Nevell.
A pesar de ir bien abrigado, iba apurado por aquella calle desolada mientras los variados faros de luz en distintos lugares lograban alumbrar el camino que estaba cubierto de nieve, los pasos de las enormes botas de Caleb dejaban huellas como de leñador en el camino dejando aquel rastro desde las enormes rejas que dan con el hospital al cual habían remodelado hace 2 meses por problemas "sobrenaturales".
Es increíble incluso para el mismo Caleb, tener que asimilar que lo sobrenatural en este mundo no es una ficción, sino un hecho o una realidad que hay que asimilar, desde el inicio del planeta tierra, no, desde el comienzo del todo, este universo rodeado de misterios están apenas siendo estudiados por los humanos, no es posible que lo imposible, se hiciera posible.
Vampiros en el planeta ocultos en las sombras, son unas máquinas de asesinar humanos y animales, además de tener habilidades extravagantes y ser los dioses de lo incógnito y el sigilo, a pesar de las leyes que hay que protegen a los vampiros y les dan sus derechos, existe cierto porcentaje que aplica la ley de la creación de defensa contra los vampiros en caso de emergencias, así como los Licántropos; aquellas bestias enormes de cuatro patas del tamaño de un caballo o de dos patas tan enormes como un oso grizzly en dos patas, esas bestias peludas y corpulentas son los enemigos de los vampiros, aunque también de los humanos dado a los diversos casos de cazadores en montañas o bosques inmensos.
Los humanos son una clasificación aparte, así lo han declarado en todo el mundo, las 6 razas que existen en este planeta, ha tomado mucho tiempo el lograr un tratado de paz entre las 6 razas por sus diferencias y maneras de vivir, apenas se sobrelleva dicho tratado. Los Licántropos, los Vampiros, Los Elfos, Los Magos y Los humanos, aunque existe la sexta raza que apenas se sabe de ella, mutantes, con habilidades y apariencias extrañas y extravagantes, catalogadas como peligrosas o hasta interesantes, aquellas razas batallaron muchas veces, Caleb al pasar una calle y ver a lo lejos las luces de un camión pasar a lo lejos, recordó los camiones militares en las fotos de los libros de historia que tenían cargamentos de armas pesadas y avanzadas contra las demás razas, se sabe que los Humanos pelearon contra las demás razas que estas se unieron contra los humanos, pero también cabe recalcar que pelearon entre sí por diversos conflictos políticos, ambientales y personales.
Caleb se acomodo la bufanda para evitar el frío amenazante en su cuello, no hace mucho se había enfermado de un resfriado muy aberrante. Algunos murciélagos salieron de unos arboles del pequeño parque que estaba a la vuelta de la esquina, no le faltaba mucho a Caleb para llegar a la parada del bus, le faltaban 4 calles en las que se entretiene pensando o viendo su teléfono tranquilamente desde el hospital hasta la parada del bus que son 8 calles en total.
El cielo de color azul oscuro, parecía de un color negro tan fuerte que parecía que el cielo estuviera cubierto de un manto negro, las estrellas no eran visibles por más veces que Caleb revisara el cielo en busca de estas. Sonaron algunas alarmas de ambulancia y policía según a lo que Caleb dedujo como a 9 o tal vez 8 calles hacia la derecha, al pasar la segunda calle para llegar al bus, vio a lo lejos muchas luces y multitud de gente asustada, se podría ver el agite de muchos y los gritos de mujeres.

"Habrá sido algún atropello o probablemente algún criminal que robó y asesinó a alguien en un lugar muy inadecuado" - Pensó Caleb tomando 9 segundos para ver a lo lejos el evento.

Retomo su camino hacia la parada del bus, ya eran las 5:15 am y el bus aparecería según el horario de este a las 5:22. El sol debería salir dentro de poco y por fin vería otra luz que no fuera la de los faros de luz los cuales lograban mostrar los copos de nieve que caían del cielo lentamente como una imagen hipnotizante y relajante, al menos para Caleb. 
Ya lograba ver el banco y el lugar tan cálido y cómodo para esperar el bus, estaba solo y se veía la nieve abultada al frente de este. Apuro el paso para sentarse ya que sentía que su cuerpo a gritos le pedía dormir un buen rato, se acomodó en el banco de color marrón al lado de la tabla de los horarios y lugares a donde lleva y pasa los buses. Frotó sus manos que tenían sus guantes un rato y resopló mientras su aliento por el frío aparecía como el humo de un cigarro y se desvanecía lentamente en el aire, su cabello rubio largo y peinado hacia atrás con gel, su barba tenía rastros de nieve, sus ojos azules veían de un lado a otro a ver si llegaba otra persona que acompañara su espera al bus ya que odia con todo su ser, estar solo en cualquier tan tétrico.
Su teléfono estaba descargado como para usarlo, y lo peor es que desperdicio lo ultimo que quedaba de batería para leer sobre unas desapariciones en Estados Unidos, brazos, manos, piernas, pies o cabezas deformadas y despellejadas en lugares lejanos mientras que el resto del cuerpo de la víctima está desaparecido o desaparecida, así como asesinatos brutales sin explicación alguna. Los científicos humanos como la policía e incluso organizaciones como el FBI o la NASA, afirman que los casos tienen que ver con los Vampiros, Licántropos o hasta las criaturas mágicas del Mundo Mágico, lo que causa una increíble y larga discusión por parte de las razas en que realmente sucede ya que niegan que tienen que ver con ello, sin embargo, todo se ve oscuro y parece que habrá una gran protesta o una segunda Guerra de Razas como años atrás.
Caleb estaba siendo asechado, eso sentía él, la parada del bus estaba dos calles lejos de las casas de la zona, el faro de luz que estaba al lado de la espera del bus estaba titilando, se oían fuertes y frenéticas pisadas en todas direcciones. Caleb miro asombrado a los lados, pero no había rastro de ninguna persona o de algún vehículo que le proporcionara luz para ver las personas o animales que estuvieran cerca de su posición.
Se levantó por lo que dijo en su mente, que solo serían segundos para ver de donde provienen los pasos, sin embargo, no dio con nada, más que el monte enorme congelado y los maizales muertos. En ese momento, se volvió a sentar en la banca, esta vez, con un acompañante inesperado, un sujeto de aspecto viejo y demacrado, tenía un sombrero de paja dañado que le tapaba la cabeza, parecía tomar la siesta.
Caleb intentó no cruzar mirada con el sujeto y no molestarlo por estar cerca de él, sin embargo, la manera de respirar del pobre hombre, parecía muy cancerosa, además de que dio por seguro que estaría ronco. Sus prendas eran un pantalón rasgado color café con manchas oscuras de color Rojo granate, se veía por algunos huecos que tenían parches, que su piel era de color grisácea con manchas moradas, su abrigo grueso y rasgado de color negro azabache con huecos era lo único que cubría parte de su torso, ya que podía ver el abdomen del hombre, plano con los pectorales marcados, aunque tenía heridas cicatrizadas hechas por lo que sería un arma de buen filo en ángulos distintos. Algo que resaltaba del abdomen del  señor, es que no tenia ombligo, no lo tenía abajo del pantalón por más arriba que estuviese, Caleb sabía la posición de donde estaría el ombligo.

"¿De cuando acá me importa la apariencia de un desconocido?" - Se preguntó a si mismo y río burlonamente, se acomodó la bufanda.

Se oyó una respiración muy flemática y quejidos provenientes del sujeto que tenía al lado.

"Doctor Caleb Hawkins....." - Dijo el señor con su voz ronca mientras tosía con mucho dolor y se desbordaba sangre de la comisura de sus labios, sangre reluciente y brillante, de color vinotinto podría decirse.

Caleb giró para encarar al desconocido, esta vez, levantaba su cabeza para evitar que el sombrero de paja le cubriera la cara, cada vez más, cada centímetro de su cara era descubierto, sus labios estaban secos, con sangre desbordándose de la comisura de sus labios de color vinotinto, su barbilla tenía un hongo con pústulas de pus alrededor, su piel era grisácea al igual que su cuerpo, muy delgada y detallada, su nariz era delgada, seguro era puntiaguda, porque le faltaba el trozo de la punta, a cambio había una herida que goteaba por las fosas nasales, sus ojos eran negros y brillantes como el alquitrán caliente, no tenía cejas y se podía ver que estaba muy enojado con Caleb al parecer.

"¿Puede ayudarme?" - Pregunto el desconocido con voz ronca, se inclinó hacia Caleb mostrando más de cerca su horripilante rostro, esbozo una sonrisa de la cual se veían dientes hechos de madera, astillados y puntiagudos, todos en forma de colmillos.

Caleb suspiro y se quedó en shock durante varios segundos al ver el rostro del sujeto, apretó los puños hasta que sintiera que sus nudillos estuvieran blancos, y tomo valor para responderla.

"¿En que le puedo ayudar Señor...?" - Pregunto aun con mirada perdida y sorprendida, esperando respuesta del nombre del sujeto.

"Jack el Espantapájaros" - Respondió con una sonrisa de oreja a oreja el sujeto, en ese momento, sus sonrisa tan enorme, con sangre desbordando de los dientes filosos de madera, la punta de su nariz chorreaba de sangre y parecía un mordisco de perro quien se la hubiera hecho, sus ojos negros como la noche brillaban como un par de enormes escarabajos, el sombrero de paja se movía por la suave brisa que los acompañaba.

Finalmente la luz del faro, explotó soltando chispas y quedaron en total oscuridad, los siguientes faros de luz quedaban lejos de la posición de ambos, el frío comenzó a incrementar de manera que por más abrigado que estaba Caleb, se sentía como sintiera desnudo, y peor aun, estando en un peligro inimaginable.

"Dígame....¿Q-que es lo que tiene?" - Pregunto Caleb temblando, preparado para golpear al sujeto y salir huyendo del lugar.

"Oh....verá......tengo mucha hambre" - Dijo con una mirada retorcida y una sonrisa lasciva, el sujeto se empezaba a levantar lentamente de la banca, al igual que Caleb.

"Lo siento, no puedo ayudarlo imbécil" - Espetó Caleb con asco y temor, le dio un puñetazo en la cara al sujeto quien se golpeó con el pequeño muro de la parada de bus.

Una luz iluminó el lugar, Caleb volteó enseguida y vio al bus de color verde fosforescente acercarse a gran velocidad. Sin pensarlo, corrió hacia este y vio como se abrían las puertas electrónicas, se montó en este y fue corriendo por el pasillo del bus, no había nadie y el conductor lo miro extrañado al ver su comportamiento.
Se sentó al final del bus, se aseguró que no hubiera puerta trasera y vio que nadie se montó en este, el conductor ladeó la cabeza con disgusto y siguió su trayecto.
El corazón de Caleb latía con fuerza mientras respiraba agitadamente y miraba frenético por las ventanas, no sabía lo que acaba de suceder.

"No era un Licántropo, no tenía rasgos de serlo, ni siquiera un vampiro, porque su piel es blanca perlada o a veces grisácea, pero este sujeto tenía la piel grisácea como si fuera un muerto de la morgue que se hubiera levantado". - Dijo para si mismo en voz baja mientras trataba de calmarse.

Sacó su teléfono, esperanzado de que tuviera algo de carga para hacer una llamada, pero no fue así, trato de distraerse por la ventana mirando el viaje de vuelta a casa hasta quedarse dormido durante un rato. Veía maizales muertos, casas modernas cubiertas de nieve con las luces encendidas y sus chimeneas botando humo que se dispersaba en el cielo, se veía una que otra persona, pero el trayecto a su casa era algo alejado, por lo que pasarían por un campo solitario que nadie se atrevía a comprar y menos en invierno.
Podía sentir de nuevo el frío de la parada del bus cuando el sujeto se le acercó, empezó a temblar nuevamente, veía una sombra correr a lo lejos a través de la ventana, corría frenéticamente al ritmo del bus, Caleb se quedó extrañado. Ese sujeto lo estaba persiguiendo, se levantó a la ventana pequeña de arriba ya que la normal estaba empañada, abrió la ventana pequeña con cuidado y vio que no había nada, se sentó nuevamente y vio que la figura seguía corriendo, allí estaba, pero parecía más cerca.
El sombrero de paja se elevaba por la brisa sin salir volando de la cabeza de su dueño, el abrigo negro andrajoso se elevaba con elegancia, el monte que salía volando detrás de él se perdía en la nada, la figura se hacía más grande y se acercaba más al bus, Caleb asustado, se asomó por la ventana pequeña de arriba otra vez, pero no vio a nadie allí.
Se volvió a sentar y esta vez, el Espantapájaros, estaba en la ventana, al otro lado, sonriéndole, se abalanzó encima de Caleb y le sostuvo sus manos hasta quebrarlas, clavando sus garras en las venas, Caleb vio el rostro del sujeto, su boca se hizo enorme con una hilera de dientes de madera filosos para empezar a morder y le arrancó un trozo de la cara salpicando sangre a los asientos del bus y las ventanas. Caleb moribundo vio el ultimo mordisco que apagaría la luz de su vida.

La EntidadWhere stories live. Discover now