ஜ 2

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-¡Gracias!, ¡Gracias! -expreso con emoción mirando a mi pequeño público aplaudir -¡Es un honor poder compartir mi talento con ustedes; lo disfruto mucho!

Le ofrezco una sonrisa a un pequeño niño que deja unas monedas en el estuche de mi guitarra.

-Gracias campeón -le digo y él, se aleja sonriendo -¡El tiempo ha terminado y debo retirarme! ¡Pero volveré mañana con más canciones! -me quito mi guitarra -¡Gracias por escucharme!

Vuelven a brindarme aplausos y les ofrezco una última sonrisa para dedicarme a contar las propinas, mientras las personas se alejan poco a poco dejandome ver el resto de la plaza.

-Diez, con cincuenta -murmuro soltando un suspiro.

-Buen show -dice una voz conocida asi que sonrió en mis adentros .Elevo un poco más mi mirada encontrándome con aquel chico de linda sonrisa.

-Gracias -respondo.

-Parece que te ha ido bastante bien -vuelve a hablar y yo cierro el estuche de mi guitarra para ponerme de pie.

-Existen días mejores -sonrió -Chico de las hojas -rió levemente.

-¿Aún lo recuerdas?

-Como olvidar al chico que empapo sus hojas. Creo que la suerte no estaba de tu lado aquel día lluvioso -suelto una risita ante su sonrisa y observo a sus espaldas encontrandome con la mirada sería y asesina de su novia; frenéticamente dejo de hacerlo como todas las veces que lo veo -Bueno, me voy. Un gusto en verte.

-Igual.

Suspiro ante sus palabras y desvío la mirada cuando paso junto a su novia que obviamente voltea a verme de forma asesina. Fabuloso, ahora tendré una enemiga por ver al único chico lindo que me escucha.

¿Existirá algún día en el que no venga con ella?

Cruzó la calle y giro hacia la derecha para tocar el timbre de la puerta del orfanato. Le ofrezco una sonrisa a la seria hermana, y entro caminando por los pasillos.

-¡___________!, ¡__________! -dice Maia tirando mi sueter y yo me agachó para quedar a su altura -Paso algo increíble cuando tú no estabas.

-Me doy cuenta de que todo lo bueno ocurre cuando me voy -rió levemente -Dime, ¿que sucedió?

-Unos señores vinieron y dijeron que era una buena niña -dice alegre y yo sonrió -Les gustaría conocerme y ser mis amigos.

-Vaya, que linda noticia, Maia.

-¿Crees que me lleven con ellos? -pregunta jugando con sus manos -Tengo miedo de no agradarles y que no me quieran como mi papi y mi mami no lo hicieron.

-¿Quién te dijo eso?

-Martha. Ella dice que todos nosotros estamos aquí porque nuestros padres no nos quieren.

Desvío mi mirada y observó a Martha desde lejos jugando con otros niños. Fue algo estúpido de su parte, decirle eso a una niña de cinco años y posiblemente a otros un poco más pequeños u otros más grandes.

No lo niego, es verdad, ya que yo también estoy aquí porque mis padres no me quisieron. Pero Maia no está en edad para que sepa la razón del porqué está aquí.

-Ve a jugar, luego, ambas pintaremos una flor en un lienzo, ¿te parece?.

Ella asiente sonriente y corre hasta dónde los demás niños se encuentran. Yo camino hasta Martha que se ha acercado hasta las flores.

-Hey, volviste -dice en cuanto me mira.

-¿Por qué les dijiste eso a los niños? -cuestionó -Están pequeños.

-Necesitan saberlo. No pueden seguir mintiendoles e ilusionandolos con que sus padres volverán, ¿no recuerdas lo ilusionadas que estábamos cuando nos dijeron esa mentira? -desvío mi mirada -¿y lo mal que nos pusimos cuando nos dijeron la verdad?.

-Si -respondo volviendo a mirarla -Pero entiende que no queremos que tengan un autoestima bajo.

-¿Cómo el tuyo cada vez que vuelves de la plaza al ver a ese niño rico?.

-Tiene novia, y ella ya me odia. Me asesino con la mirada cuando él se acerco a hablarme -frunzo mis labios -No va conmigo, y sigo sin comprender porque sigue gustandome. Solo hemos hablado.

-Atracción.

Rió.

-Iré a darle las propinas a la hermana Soledad.

Me doy vuelta ignorando las palabras de Martha, porque no poseen coherencia alguna.

Atracción por mí, si claro.

// Llegaste Tú // Imagina de Zabdiel // Terminado //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora