Día 13

4.8K 627 225
                                    

Regalos por adelantado

—Entonces... ¿se quedaron viendo televisión?

Un asentimiento fue toda su respuesta.

—Amigo, no soy idiota —dijo entre risas—. A mí no me engañas.

—Kirishima, te lo podría jurar por... —lo meditó un momento—. Todas las cosas que tengo de All Might.

—Pero Izuku... por primera vez en días están solos, sin interrupciones, sin deberes pendientes... ¿y madrugaron viendo una serie?

El pelirrojo comenzó a reír nuevamente mientras veía como Midoriya hacía un esfuerzo sobre humano por no dormirse en la calle.

—Ustedes son simplemente grandiosos —comentó cuando al fin la risa se detuvo—. ¿De qué iba la serie?

Eso logró despertar momentáneamente al pecoso, quien sonrió y comenzó a narrar con emoción la trama que tan atrapados los dejó a él y al heterocromático, sin dar ninguna información que pudiese ser considerada spoiler.

Eijiro escuchaba atento y sin dejar de sonreír, y es que su amigo nunca dejaría de ser un fanboy que se emocionaba al hablar de las cosas que le gustaban y te daba una y mil razones del por qué aquello era tan bueno.

—Yo ya comencé a hacer mis teorías.

—Eres rápido.

—Todo puede ser una pista.

—¿Y Todoroki también hizo sus teorías? —bromeó.

—No, se la pasó diciendo lo estúpido y egoísta que era el protagonista.

Aquello hizo reír a Kirishima.

—¿Y qué hay de ti?

El pelirrojo se detuvo ante la incógnita y le vio lleno de intriga.

—¿Qué hay conmigo?

—Kacchan... ¿no te ha dicho nada aún?

Muy bien Izuku.

Que brillante manera de arruinar una conversación.

—Vaya frío hace ¿no?

El pecoso quería golpear su rostro contra el piso al ver como su amigo cambiaba de ánimo en un abrir y cerrar de ojos.

—Kirishima... sabes, hoy podríamos ir a comer...

Pero entonces el pelirrojo tomó una gran bocanada de aire y sonrió.

—No me ha dicho nada al respecto —respondió—. Pero ya sabes lo que dicen... la esperanza es lo último que se pierde.

—Ya veo...

El pecoso sonrió ante el optimismo de su compañero y amigo.

Ese chico realmente era increíble, porque sin importar la situación, siempre sonreía y estaba lleno de energía. Esperaba de todo corazón que Bakugo se apresurara en tomar una decisión, y es que nadie podría tener una paciencia infinita, y anhelaba que el día en que Kirihisma se hartara de esperar, jamás llegara.

—Oh, por cierto, tengo algo que enseñarte —comentó con un creciente entusiasmo—. Pero... debemos volver a la agencia, porque no lo traigo conmigo.

—Genial... —sonrió en respuesta y entonces bostezó.

—Y... te prepararé tanto café como sea posible.

El pecoso asintió en respuesta y le dio una sonrisa en agradecimiento.

—Bien, sonríe mucho, abre bien los ojos, que las personas te vean como un héroe lleno de energía y entonces vuelves y te tomas una siesta.

25 Días para Navidad [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora