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Me eh levantado a las 5 de la mañana como acostumbro. A penas despierto mi cabeza no deja de pensar posibles fallos que cometeré en el día, trato de seguir mi rutina y hacerlo todo bien, pero mi cabeza solo reproduce mi día antes de que comience como un total fracaso. Trato de no hacerle caso, pero a la hora de mirarme al espejo solo noto como mis inseguridades me atacan y como mis demonios están fuera de control. Trato de no pensar en ello, me alejo de todo lo que me atormenta, pero de alguna forma u otra mi mente acaba recordándome todo lo que no quiero recordar. Y me estanco en el pasado sin saber hacia donde escapar. ¿Cómo naufragar en un mar que no conoces? pero que deberías conocer. Es mi mente, son mis miedos, mis monstruos, mis demonios. Pero ¿por qué parece que tienen vida propia? ¿por qué no puedo controlarlos?.

Trato de seguir el consejo de todos y hacer lo que a mi me parezca bien, pero automáticamente no dejo de imaginar lo que la gente dirá por ser distinta, por pensar diferente. Quiero contarlo, quiero explicar como me siento pero no creo que lo entiendan si ni siquiera yo termino de hacerlo.  Es todo como una montaña rusa donde solo hay caídas rápidas y sin control, y cuando por fin estoy en lo alto, a salvo de todo peligro, no disfruto el momento porque mi mente solo me hace sentir horrorosa. Solo pienso en como me han lastimado en el pasado y como lo podrían hacer en el futuro en vez de disfrutar el presente, pero cuando llevan toda una vida haciéndote daño es difícil disfrutar el presente sin tener miedo del mismo.

Mi madre nota mis cambios de humor, y como cada vez me siento más sola. Pero no dice nada, tiene miedo de que diciendo algo se equivoque y solo me haga más daño. Así que solo se aleja y mira desde el exterior como mis problemas me destruyen por dentro y como nadie me echa un salvavidas para poder continuar en este mar de problemas que parece eterno, y donde no encuentro tierra firme. 

Finjo estar bien, salgo a la calle y me pongo una careta con una mueca dibujada. La gente no se da cuenta que atrás de este disfraz que me pongo a diario, hay una persona con un vació enorme. Una persona que trata de seguir a delante por más absurdo que le parezca. Porque ella ya no quiere sufrir más, ella no quiere estar nuevamente encerrada dentro de esas cuatro paredes pensando en como escapar de ahí. Ella trata de hacer las cosas bien y no rendirse porque no quiere decepcionar a nadie, pero la gente no se da cuenta de cuanto le cuesta, de cuanto le pesa la vida a ella y solo agregan a su espalda una mochila llena de prejuicios y inseguridades que parecen ser un montón de rocas pesadas.

Me hundo. Me hundo tanto que me es difícil ver la luz pero se que ahí esta, por eso trato de subir por la soga hasta llegar a la sima, pero es que esa soga esta tan usada, esta tan tensa, que en cualquier momento romperá. No quiero estar en el poso cuando la soga se rompa, no quiero estar a medio camino de salir del poso y que la cuerda se rompa dejando atrás todo lo que tuve que subir y todo lo que me costo hacerlo. No quiero quedarme en el poso.

Tengo miedo, pero no miedo a la muerte. Tengo miedo a vivir, miedo a sentir, miedo a sufrir, a llorar, a ser usada, a que me abandonen. Tengo miedo de que haya quedado atrapada en la parte del cuento en el que se encuentra el problema, y que no pueda salir de esa pagina, que no pueda llegar a mi final feliz. ¿Y si lo mío es un final triste? un final horrible donde todo lo que estoy sintiendo ahora no va a hacer nada con el final de mi historia. De mi triste historia basada en pensamientos impulsivos donde me cuesta creer que soy capaz de pensar en algo que no sea la muerte.

Me encuentro atrapada, me encuentro casi muerta, me encuentro sola entre tanta gente. Pero lo peor no es eso. Lo peor es que se que hay gente que intenta ayudarme pero que yo no dejo que lo hagan, porque temo confiar en alguien y me traicione, tengo miedo de que le cuente mis miedos a alguien y que esa persona lo use para hacerme más daño, para romperme más de lo que ya lo han echo. Así como aprendí a confiar y me fallaron, aprendí a no hacerlo más y a tener miedo.

La pregunta del millón es ¿saldré igual de dañada que ahora de esta horrible historia?, ¿o solo me harán mucho más daño del que ya me han echo?. A caso no ven como me cuesta sostenerme, como las piernas me tiemblan, como noto que estoy caminando sobre una cuerda y que al final de esta solo se encuentra otra cuerda mas larga y más alta. Que abajo de la cuerda, hay clavos y vidrios esperándome a que caiga para así terminar de la forma cobarde con esto.

Se que al final de una de las cuerdas habrá paz, al final de una de ellas podre bajar de la altura gigante que tanto me pesa, pero es que se que hay tantas cuerdas, una más alta que la otra. Las cuerdas son mi vida a lo largo de mis años. Lo que nadie sabe es que le tengo vértigo a esa vida, pero que aún así trato de terminar mi trayecto a través de ellas.

Me siento mal por no poder hacer lo que todos me dicen y salir de una vez de esto. Pero es que mis trastornos mentales me hacen pensar que estoy sola, que no merezco nada ni a nadie, que la vida no esta echa para mi y que debería acabar conmigo misma. Yo misma me destruyo, soy tan masoquista que me quejo del dolor que a veces es provocado por mi. Aún que también es provocado por la gente. 

Estoy tan agotada, que siento que cada vez es menos lo que brillo, cada vez estoy mas y mas cerca de terminar como no quiero hacerlo, pero que es inevitable ya que esto marcha por si solo. Yo no tengo el control las voces lo tienen, esas voces que retumban en mi cabeza produciendo todo esto ya mencionado. Tengo miedo porque se, que pronto, me apagare.

Encerrada en mi menteWhere stories live. Discover now