Narra: Yo ps quien más:v
Era temprano por la mañana cuando los López estaban desayunando para ir a sus respectivas actividades cuando el timbre sonó repentinamente, la única niña en la habitación se levantó para abrir la puerta mientras su familia comía. Al abrir se encontró con el jóven rizado frente a ella con una sonrisa la cual correspondió.
—Hola Aris—
Saludó sonriente Lupita mientras Temo quien se encontraba comiendo se levantó corriendo hacia su cuarto al escuchar a quien saludaba su hermana.
—Hola Lupita ¿está Temo?—
Cuestionó el mayor mientras veía de reojo el comedor.
—Sí, está comiendo—
Respondió la niña para luego voltear a donde se supone se encontraba su hermano y al no encontrarlo volvió con el rizado.
—Estaba comiendo... Pero debe haber ido al baño, puedes esperarlo si quieres—
Propuso Lupita con una sonrisa, por lo cual Aris accedió pasando a la sala de los López sin antes saludar a todos ellos.
Narra: Temo
Corrí hacia mi habitación al escuchar que Aris había llegado a la casa ¡mierda! ¿Que hace aquí? Cálmate Cuauhtémoc, tienes que controlarte.
Agarre de mi cajón las pastillas y tome las necesarias para luego rociar bien los supresores, ya más tranquilo salí a recibir a la visita, la cual se encontraba justo en el sillón hablando con mi familia.
—Hola Aris—
Dije con la mejor sonrisa que tenía sintiendo mi rostro levemente sonrojando mientras rezaba para que él no lo notara.
—No manches Temo ¿donde te habías metido? El Aris vino por tí para llevarte a la escuela—
Pregunto Papancho por lo que yo me sonroje aún mas debido a la razón por la que había huido del rizado.
—Ah... Si, Y-yo sentí que se me olvidaron un par de cosas. Solo quería estar seguro de que todo estaba en orden—
—Bueno, el punto es que estás aquí ahora— Interrumpió Aristóteles haciendo que y fijara mi atención a él, aquel alfa que a mis ojos se veía inalcanzable. —Es cierto, quiero acompañarte a la escuela para que aprendas el camino— Agregó con una cálida y hermosa sonrisa ¡Joder! ¿quién es capaz de resistirse a esa sonrisa?
—M-me parece bien, solo déjame ir por mis cosas para irnos—
Dije en cuanto pude salir del trance en el cual me había metido gracias a Aris, iendo rápidamente por mi mochila para salir de mi cada junto al alfa.
Realmente no se como sucedió todo. Pero conforme pasaban los días yo me encontraba constantemente con Aristóteles, íbamos juntos a la escuela y también de regreso, no juntábamos en los entrenamientos, en los recesos, de un día para otro ya me sentía dependiente a él. No se si es por el hecho de que soy un omega, o lo que sentía era amor. Pero de algo estaba seguro, la idea de estar con él me encantaba. Eran aproximadamente las 10 de la noche y yo me encontraba en mi cuarto preparando algunos pendientes para el día siguiente cuando el sonido del móvil llamó mi atención, mi lobo comenzó a emocionarse al ver de quien era el mensaje.
Aris:
¡Temo! ¿estas despierto?Yo:
No, pero ya casiAris:
Quiero verte:(Aquellas palabras hicieron que me estremeciera levemente ¡Él quería verme! Nunca había sentido algo como eso.
Yo:
Pero ya es tarde:(Aris:
No me importa, miran por tu ventana:)Aquello me había tomado por sorpresa, estaba demasiado emocionado por saber lo que me esperaba así que asomé el rostro a la ventana para luego encontrarme con el rizado con aquella hermosa sonrisa que lo caracterizaba, sentía mariposas en el estómago mientras un notorio rubor se posicionaba en mi rostro al tener al alfa frente a mí.
Noté una señal por parte del contrario de que abriera la ventana la cual atendí sin poner oposición.
—Hola Temo— Dijo Aristóteles sonriente cuando abrí la ventana —¿Me dejas pasar?— Me miraba con una sonrisa a la cual sabía que yo no podía resistirme.
—Hola, pasa— Respondí devolviendo la sonrisa mientras ayudaba a que entrara
—Vi a Pancho salir del edificio así que me pareció divertido visitarte— Explicaba el alfa sentándose sobre la cama
—Y... ¿Decidiste entrar por la ventana?— Cuestione con una sonrisa tonta ante su gesto
—Muy original ¿No lo crees?— Respondió mostrándome una gran e inocente sonrisa haciendo que me rindiera frente a él, es todo. Me tenía a sus pies. Yo respondí soltando una risa burlona ante su comentario.
—Temo, me gusta mucho tu cuarto, tienes buen gusto para decorar— Dijo él mayor mientras echaba un vistazo rápido a la habitación.
—Gracias— Agradecí mientras lo veía atontado
—Tiene un olor muy peculiar... Como a fresas— Aquellas palabras hicieron mi corazón comenzara a latir más rápido de lo normal, ese era mi olor, había olvidado el pequeño detalle de que mi habitación apestaba a omega. Aquel rubor que tenía en el rostro se hizo más intenso pasando hasta mis orejas, para mi mala suerte Aris lo había notado.
—Temo ¿estas bien?—
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Hola amigos, perdón por tardarme tanto en este capítulo:(
Pero soy una simple mortal;;
Igual, aqui está:) espero que les guste ^^-Haru Yamada cambio y fuera✨
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{Error};- Aristemo
Fanfiction-Es mi culpa ¿que vamos a hacer? Le fallé a todos, a mi papá. A mis hermanos ¿que voy a hacer?- Decía Cuauhtémoc entre sollozos mientras lágrimas caían por sus mejillas tratando de no ver al chico de cabellos chinos a su lado quien sin dudarlo mu...