8 - Dedos [TaeGi]

749 34 1
                                    

La joven pareja se encontraba de vacaciones en las hermosas playas del Caribe.

Habían decidido que su luna de miel sería allí, solos.

Yoongi se encontraba mirando una película mientras que el rubio se daba una ducha. Momentos antes, ellos habían decidido salir a un restaurante, lejos del hotel.

La puerta del baño se abrió y el pelinegro volteó a ver; mordió su labio inferior al ver como su —ahora esposo— salía de allí con tan solo una toalla rodeando su cintura.

Taehyung lo miró y le guiñó un ojo, sonriendo coqueto.

¿Podemos cambiar de planes? —preguntó él.

—Claro, ¿Que quieres hacer? —pausó la película y lo miró.

—Si quiero comer —afirmó—. Pero no precisamente comida —sus ojos cafés se tornaron más oscuros, y a pasos largos caminó hacia el pelinegro.

Sin que el dijese algo, lo cargó y lo llevó hasta la cama, recostándolo. Sus cálidas manos se introdujeron dentro de la camiseta que el pelinegro llevaba puesta, causándole escalofríos.

Ah... Tae —jadeó el, cerrando sus ojos.

El rubio le quitó aquella camiseta color verde, y sus grandes manos se viajaron desde su clavícula, hasta su vientre.

—¿Sigo? —de su garganta salió una voz ronca, excitada.

El solamente se dedicó a asentir con la cabeza. 

Sus labios se posaron en uno de sus pezones, mientras una de sus manos masajeaba el otro. Yoongi gimió, las grandes y cálidas manos de Taehyung estimulaban sus pezones , creando un rico placer que recorría su cuerpo.<

En un momento, una de las manos del joven, bajaron a los pantalones que el pelinegro traía puestos. Torpemente los desprendió y se apartó de Yoongi, para quitarle el resto de la ropa.

Él sonrió, y se estremeció cuando Yoongi gimió alto su nombre. Dos de sus largos dedos comenzaron a moverse sobre la entrada de Yoongi, sacándole gemidos y jadeos de sus labios.

Segundos después, introdujo uno de sus dedos dentro de el, y comenzó a moverlo.

—Y-ya, Tae —gimió el y Taehyung introdujo el segundo dedo, haciendo gemir más fuerte a el pelinegro.

Mientras lo penetraba con sus dedos, besaba, chupaba y lamía desde su clavícula hasta sus pezones, dejando marcas claramente visibles.

Cuando el llegó al glorioso orgasmo, Tae rió mirándolo y alzó una ceja.

—No creas que vas a dormir —el lo miró—. Bebé, aún no terminé de cenar —bromeó, y se quitó la toalla, entrando de una estocada en Yoongi.

Smut Challenge | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora