Ocho.

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No podía ser posible... No. El pequeño omega no podía estar en celo. No por ahora.

-¿Te duele algo Zee? - pregunta aparentando tranquilidad, aunque por dentro, su alfa luchaba por salir y hacer suyo al pequeño omega de piel morena. Oh, olvidaba mencionar que Zayn siempre olía a canela y vainilla, un aroma dulce pero lo suficientemente agradable como para querer estar cerca suyo siempre.

El moreno niega con la cabeza y solloza, quería acabar de una vez con ese dolor en su cuerpo. Quería apagar ese calor que no lo dejaba dormir y que solo se había incrementado con la presencia del alfa en la habitación. Nunca antes había pasado por esto, creía que este era su fin, que así era como moriría.

Con ojos suplicante mira al alfa, su puchero estaba mucho más marcado que de costumbre.

-Has que pare... Por favor- solloza nuevamente y se retuerce en la cama, ya no podía más con ese dolor.

Liam, por otro lado, moría por acabar él mismo con el dolor del pequeño, pero sabía muy bien que aún no era el momento. Debía conocerlo más, porque sabe que sus instintos son fuertes y no dudaría en marcarlo en ese instante si llegase a unirse carnalmente con él, porque aún no estaba seguro si él era su omega, pero su alfa sabía desde antes, que Zayn era su omega.

Pensó y recordó que su madre Le hacía un mate especial para calmar su celo y cortarlo. Era efectivo, sí. Pero era obvio que más efectivo era el otro asunto. En fin, negó levemente para sí mismo y salió casi corriendo de la habitación del omega.

-Ahora mismo te traeré algo para tu dolor niño bonito - Le sonrió y bajo directamente a la cocina para hacerle el té a su- al omega que al parecer cruzaba su primer celo.

Era horrible, él lo sabía, duele demasiado y solo quieres que acabe de una vez. Eso en el caso de que no tengas un o una omega, o un o una alfa. Si ya tienes compañía, el celo es la mejor etapa para ambos, pues la convivencia hace que esta etapa se sincronice con la del otro, siendo así días de placer puro.

Comienza a hacerle el té al pequeño, pero su miembro estaba duro cual piedra, y le dolía mucho, pero eso lo solucionaría después de darle el mate al omega.

Una vez tiene todo listo, acomoda su gran bulto para que este no se note y toma la taza con el mate, subiendo así a la habitación del pequeño, entra y se sienta a su lado. Tiene fiebre, al parecer era su primer celo, pues de saber lo que tenía, probablemente ya se le hubiera lanzado al alfa. Como sea, ayuda al morocho a tomar su té y se queda con él hasta que queda dormido.

Suspira y acaricia delicadamente su mejilla y deja un casto beso en su frente antes de salir de su habitación. Baja la taza a la cocina y la enjuaga. Se da prisa, pues el problema aún persistía bajo sus pantalones.

Sube a su habitación y entra al baño, se quita toda prenda de su cuerpo y enciende la regadera, esperando que el agua fría ayude con su erección.

Entra y se estremece al sentir las gotas frías en su cuerpo. Pero su mente divaga y de pronto se encuentra imaginando una escena bastante erótica de él junto al bello omega, fundiendo sus cuerpos en uno. Disfrutando de aquel acto que los llenaría a ambos. Sin darse cuenta, comenzó a tocar su miembro, mientras su imaginación ayudaba a que su toqueteo sea más placentero.

Sigue Zee... Sigue gimiendo mi nombre.

No podía dejar de imaginar lo sexy que se vería el moreno bañado en sudor, con los labios entreabiertos y de ellos saliendo suaves gemidos. Era lo más erótico que alguna vez se había imaginado.

Dime que quieres más pequeño omega....

El omega solo pedía más, eso era lo que imaginaba - y deseaba también-, su mano subía y bajaba rápidamente por su miembro, haciéndolo soltar de vez en cuando gruñidos y sensuales gemidos.

Yo soy tú alfa y tu mi omega, nadie más te puede hacer sentir esto... Nadie que no sea yo.

Estaba a punto de marcarlo, casi llegaban al climax.

Sigue llamandome así pequeño... Me encanta.

Gruñe de manera gutural y llega al punto máximo en su excitación, dejando que todos sus fluidos salgan disparados.

Respira agitado, jamás había tenido un momento a solas tan caliente como este. Sale de la regadera después de bañarse rápidamente y cuando estaba a punto de salir del baño, unos toques en la puerta lo sobresaltan.

-Liam... ¿P-por qué decías mi nombre? - la voz del personaje de sus fantasías estaba en la puerta de su baño, había escuchado su nombre varias veces y por eso había decidido ir hacia donde este estaba siendo aclamado.

Mientras el omega estaba curioso, el alfa estaba espantado.

My Little, Pretty And Swettie OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora