Capítulo 9: Reviviendo momentos...

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Después de aquel encuentro fatídico con Viktor y JJ, Yuuri decidió que era momento de regresar a casa, aunque fuera para las vacaciones de invierno, quería olvidar todo, quería deshacerse de todo de una vez por todas, y si bien sabía que los sentimientos tardarían en desaparecer, la mejor opción era empezar por todo lo material.

Regalos, ropa, accesorios, todo; todo aquello que le fue entregado por ese alfa, todo lo tiraría, quemaría, rompería, o en su mejor caso, simplemente lo regalaría.

Unas semanas después, las clases iniciaron nuevamente, y con esto, un Yuuri renovado y alegre regreso, como si nada hubiese pasado en aquellos dos meses anteriores.

Si bien, vivía en la misma casa que sus amigos, este fue a clases apenas regreso de su hogar, acompañado claro, de Yurio.

-Buenos días, Yuu-chan. —Buenos días Yuu-kun.- -Buenos días Katsuki- uno a unos, Sala, Mila, Michelle, y Emil fueron saludando a Yuuri al verlo en la entrada de la escuela.

-Buenos días, Saa-chan, Mii-chan, Michelle, Emil.-dijo con una gran sonrisa. Todos habrían sonreído de vuelta, si no fuera por el pequeño detalle de que el alfa rubio estaba junto a Yuuri, y este tenía cara de pocos amigos. Cuando el omega se percató de esto, simplemente le dio un leve codazo, para que el alfa reaccionara, y un tanto perezoso, saludo como se debía, o al menos eso creía.

-Buenos días...supongo- dijo el rubio.

-Buenos días, Yurio-dijo Mila, con el afán de molestar un poco al alfa, el cual simplemente rodó los ojos, pues sabía que la chica era un caso perdido.

-Hahaha, al parecer alguien ya domó al gatito- dijo Mila para sí misma en un pequeño susurro, pero este no pasó desapercibido para el rubio, por lo que comenzó gritarle y a maldecirla. Los demás simplemente rieron por la escena.

Mientras se encaminaban a sus respectivas clases, Pichit y Seung se integraron al grupo.

-¿Y cómo te la pasaste en tus vacaciones, Yuuri?- preguntó Pichit. – ¡Porque yo me la pase increíble! Por fin pude conocer a mi nuevo hermanito, miren, ¡es tan tierno!- Pichit esperaba con ansias las vacaciones, pues era el único momento en el que podría viajar a Tailandia, para poder conocer a su nuevo hermano, el cual había nacido 3 meses atrás.

Fue pasando las imágenes para poder enseñarles a todo mundo, hasta que llegaron a una donde se veía a Seung cuidando del pequeño bebé. Nadie dijo nada, y simplemente veían al coreano con una pequeña sonrisa, mientras que este, simplemente no dijo nada.

-Con razón y no podíamos contactarte Seung, estabas con Pichit...-dijo Mila con una sonrisa picarona.

-Solo...cállate Mila.-dijo el coreano. Esta solo se limitó a reír.

-Pues yo...fui a visitar a mis padres, hacia un tiempo que no los veía, además que...quería arreglar unos asuntos...-dijo el omega.

-Perdóname Yuu-kun, realmente quería ir, pero mi madre me pidió que regresara a Rusia, y no pude decir que no.- se lamentaba Mila.

-No te preocupes Mii-chan, sé que no fue tu culpa- comentó el omega. No sabía si era bueno comentar lo que tenía en mente, pero el rubio astuto no lo pensó dos veces.

-Yo fui con él, bruja. No tienes que preocuparte.-dijo el alfa secamente.

Ahora sí, todo mundo se detuvo y miraron directamente al rubio y después al japonés. No podían creer lo que decía...eso era imposible.

kintsugiWhere stories live. Discover now