23:43//2 de agosto 1993.
Me levanto ,muero de hambre, mi exhausto cuerpo me reclama alimento.
Miró las esquinas de mi habitación, tengo miedo, de esos que son más un presentimiento que un miedo presente.
Sacudo la cabeza, mamá prometió no volverlo dejar entrar.
Bajo lentamente las escaleras ... siempre odie que nuestra casa sea de dos pisos, por tener escaleras.
Las paredes de la casa son muy gruesas , Sebastián las quiso así, mamá no pensó que serían para algo malo...pero luego lo entendió todo.
No se cuando comenzó, por que desde que tengo uso de razón es así como recuerdo mi vida.
Pocos momentos felices, demasiados momentos dolorosos .
Sigo bajando hasta que siento que alguien tira dela manga de mi camisón.
Doy la vuelta preparada para cualquier cosa.
Pero sólo me encuentro con Miles.
Mi hermanito.
-¿Qué pasa mocoso?
Veo sus ojos llenos de lágrimas, lo tomó en brazos y lo llevo hasta su habitación.
-¿Qué pasó?-le preguntó lo más calmada que puedo.
-Salí al baño,oí...yo oí...
Lo tomo de los hombros dándole consuelo.
-¿Qué oiste?
No hizo falta que me contestará para que yo pudiera saber que fue lo que escuchó.
Gritos y no de cualquier persona, de nuestra mamá. Cerré con fuerza los ojos, lo había dejado entrar de nuevo y está vez ...No creo que ella lo pueda detener.
-Tienes que escucharme Miles,el no tardará en aburrirse con Mamá, tu no saldrás por nada del mundo...
El empezó a negar con la cabeza.
-Estarás en ese armario de arriba, llamaras a la policía y yo lo distraere ¿Si cielo?
El asintió.
-¡Basta!¡Ya no aguanto más! ¡Sebastián por favor!
Siento mis ojos inundados de lágrimas, no es por ella, ella lo había prometido, pero como cada vez, sua promesas, fueron vacias.
Supongo que el amor que tiene por ese bastardo la deja ciega, sólo una vez lo ha contradecido y fue cuando entró a mi cuarto para hacerme daño.
Mucho daño.
Y se arrepiente de eso, lo se, por que se pasó llorando todos los días siguientes y llamándolo para que vuelva.
Jamás podrá querernos a mi hermano y a mi como lo quiere a el.
Nunca.
Sacudi la cabeza, no pienso quedarme aquí, ya no más.
Agarró una mochila, tiro un poco de ropa de Miles, abro mi mi closet y meto un poco de la mía.
Tomó el frasco con el dinero que ahorramos Miles y yo desde hace casi 5 años, tenemos suficiente dinero para vivir bien unos meses.
Me cambio de ropa.
Cargo a mi hermano y lo tomo de la mano.
Mi hermano lleva la mochila, siento que alguien abre la puerta lo veo allí, justo enfrente con una sonrisa, le tengo miedo, me aterroriza.
Detrás de él, veo a mamá, lo mira con ojos soñadores, esa es mi señal, ella no nos ayudará.
Sólo pasó un segundo, ni siquiera lo pensé empuje a mi hermano al tajado, no voy ha dejar que lo lastime eso jamás.
-¡Corre!
El lo hizo, Sebastián se abalanzó a la ventana, lo empujé pecho, con todas mis fuerzas.
Cae al suelo.
No me detengo a mirar si ha vuelto a pomerse de pie, sólo me tiro por la ventana, salgo corriendo con la esperanza de que mi hermanito ya estuviera en el Cementerio.
Oigo pasos apresurados detrás mío.
No puedo ir al cementerio, el no sólo me haría daño a mi, también se lo haría a Miles, giro en dirección a la casa por el bosque.
Volveré, nunca pensé que haría esto pero mi hermano es mucho más importante que mi vida, ya he vivido lo suficiente, el no.
Y lo poco que vivió no se lo mereció, el merece una vida mejor y es lo que trato de darle desesperadamente .
Se que el sabe que hacer, se lo enseñé.
Abro la puerta trasera en busca del teléfono cuando lo encuentro marco a la policía.
-¿Hola?
Trato de encontrar mi voz ,cuando al fin la encuentro está suena temblorosa.
-Ayuda...mi hermano está en el cementerio...busquenlo por favor,que el este bien.
Oí el motor de la camioneta de Sebastián.
-¿Como se llama su hermano?
Suspiro ,y avaló un sollozo.
-Miles ...Miles Rush...podría mandar una patrulla a la casa número 846 de la calle rosemarie...aparece por favor ...el ya llegó...Y si no hay más patrullas, solo busque a mi hermanito por favor...
Lo vi en la puerta sonriente, beso a mi madre en la mejilla y ella sonrió como una adolescente.
El telefono se me resbala de la mano, trato de correr, pero es tarde.
El es todo lo que veo, siento....
1
Me estaba estirando del pelo tanto que puedo jurar que algunos mechones se soltaron de raíz...
2
Su mirada me da miedo, solo me ve desde su pedestal de hombre perfecto que el creo ante toda la ciudad...
3
Desgarró mi blusa, tira bruscamente de mi sostén buscando romperlo, muy en el fondo sólo deseo que me mate, no quiero que me haga esto...
4
Tengo mis ojos cerrados fuertemente, lo más fuerte que mis párpados hinchados pueden soportar, las lágrimas saldrían como una lluvia de otoño si abro mis ojos...
5
Siento sus manos en partes en las que jamás me habían tocado, he parado de gritar, eso sólo lo alienta más, sólo me quedo en silencio, pienso en lo que me hace feliz, pienso que Miles está bien...
6
Oigo su risa, nunca creí que podría odiar tanto un sonido, el odio que nace en mi es tan fuerte...
7
Abro mis ojos, sólo veo el techo, marrón con manchas de humedad , siento mucho dolor, más dolor del que jamás creí que fuera posible, no puedo moverme o quizás no quiero hacerlo...
8
No veo nada, pero estoy segura de que mis ojos están abiertos, parpadeo pero no distinguo más que una profunda oscuridad...
9
Oigo un llanto desesperado, gritos y motores de autos, siento una ligera presión en mi muñeca y aunque quiero apartar la mano, no logro moverme aún, de pronto siento que me muevo, ligeras descargas corren desde mi pecho hasta todo el cuerpo...
10
Puedo ver, pero sólo dura un segundo , veo el rostro de Miles demacrado e inchado de llorar, veo rostros desconocidos ,veo la luz de una bombilla y todo vuelve a oscurecerse, no quiero dejarlo ...pero ya es tarde.
Por que tampoco me quiero quedar.
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Donde las estrellas mueren.
Teen FictionJenna Rush, nacida el 24 de diciembre de 1977. Fallecida el 3 de agosto de 1993. Veintiocho años han pasado desde que Jenna o Jen, ha muerto, veintiocho años en los que sólo está allí viendo como todos están viviendo ...viendo a aquel que llamo amo...