Mi mente vagaba en un extraño estado de inconsciencia, mi cabeza repentinamente se posaba por la ventana y mis párpados caían.Es extraño ,es como si me sintiera cansada.
Digo es como dormir,pero no lo es a la vez.
Aún de muerta yo puedo dormir,pero no lo hago realmente.
Es sólo cerrar los ojos y mantenerlos así,hasta que se pegan por si solos.
Ahora que lo pienso no suena como dormir.
Digo tengo los ojos cerrados ,pero soy consciente de todo lo que sucede a mi alrededor,jamás me he sentido cansada.
Nunca en mis veintiocho años como muerta me ha pasado esto.
Jamás.
Y no se como sentirme al respecto.
Digo sólo...
Mis párpados se sellaron.
Los abrí de nuevo.
Pero no estaba en el auto con Asher, estaba en Prado,con un verde césped,
flores de todos los tipos ,y al costado había una chica de espaldas.Mire alrededor.
Es un bosque , frondoso ,lleno de árboles,pero extrañamente está pequeña parte no lo es.
Mis ojos encuentran una figura que corre hacia aquí.
La chica siente la presencia de el desconocido y se voltea.
Mis ojos no encuentran el sentido en lo que ven.
Me estoy viendo,digo soy yo, cabello negro,ojos azules como el mar pero con motas grises y verdes,un color de piel entre un blanco porcelana y oliva, su sonrisa ,mi sonrisa.
Pero no lo es.
Lo supe en el momento en que sus labios se abrieron al sonreír.
Por no es mi sonrisa,sus labios son delicados como una fina capa de seda color carmín.
Mis labios siempre fueron pálidos.
Sus ojos no son los míos,los suyos son azules ,si,pero no como los míos más bien un azul claro como el cielo de verano,su piel es más oliva que la mía.
Soy trigeña,ella es totalmente morena .
Esa mujer no soy yo,por que eso es ella una mujer,yo sólo soy una adolecente ,con un cuerpo que jamás se desarrolló del todo.
-Elise...-susurro el hombre que ahora ya estaba frente a esa mujer.
Mi mandíbula podría haberse caído en ese preciso instante,yo conozco ha ese hombre.
Cabello rubio,ojos verdes,un rostro firme ,mandíbula cuadrada como la de Miles.
Ese hombre es mi padre.
Volví ha mirar a la chica ,buscando similitudes.
Pómulos altos,pestañas increíblemente arqueadas, cejas finas,
con un cuerpo totalmente curvilineo pero a la vez fino.También la conozco es mi mamá.
El nombre de mamá es Elise Maritza Vanez de Rush.
Pero nadie le decía Elise más que el.
Estaba tan sumida en mis descubrimientos que no noté la mirada de mi padre puesta en mi.
-Hola Jenna.
Ella lo miraba embelesada,con tanta adoración que era insoportable mirarlos.
En cambio el sólo la miraba de reojo dándole una sonrisa ,cerrada causando que ella soltara un suspiro de fascinación.
-No nos has visitado nunca hija mía ¿Por qué?
Mis manos subieron a mi cabello,no quiero estar aquí...¡Quiero estar enel maldito auto de Asher!
-¡Callate!
Movía la cabeza desesperada por encontrar una manera de salir de allí, de huir de su turbia y verdosa mirada.
Su labios tiraron en una sonrisa burlona,igual que la última vez que lo vi,los recuerdos de esa noche vinieron a mi mente más claros de lo que los había visto jamás.
Cerré mis ojos en un vago intento de apartar todo lo que está pasando con la oscuridad.
Pero no pasó.
El miedo está en mi,como aquella vez en su casa,con cada recuerdo de cada golpe el miedo crece y me hace más débil.
Grito .
Sin poder evitarlo.
Manos,en todas partes,sólo quiero que pare.
Que me mate.
Ya no quiero ....
-¡Jenna!¡Por Dios!¡Despierta Jenna!
Oía gritos a lo lejos,una voz ronca pero juvenil,no es el.
Mis hombros son sacudidos en un intento desesperado.
Oigo gritos,de una chica,pasa un tiempo antes de darme cuenta de que los gritos son míos.
Y dejó de hacerlo.
Sin embargo no abrí mis ojos.
Tengo miedo, quizás los abra y vea sus horribles ojos verdes hierba, su sonrisa burlona.
Sin embargo sentí un toque vacilante en mi mejilla,era suave y tembloroso.
Pero se sentía bien,nadie jamás me había hecho aquello.
Ese simple toque me dio tranquilidad, y la confianza suficiente para abrir mis ojos.
Lo primero vi fueron dos esferas amieladas con pequeñitas motas doradas.
Ojos que de lejos podrían parecer bastante comunes pero de cerca te dejaban sin aliento .
Me concentre en su rostro,no se si por lo bello que es, o sólo por el hecho de poder olvidarme un rato de lo que sucedió.
Sus cejas castañas gruesas encima de sus ojos,ojos que están enmarcados por largas pestañas , que yo ni con todo el rimel del mundo podría tener.
Sus mejillas están espolvoreadas de lunares ,que no había notado antes, sus labios también son de los más envidiables, carnosos pero no demasiado para tenerlos como si algo le hubiera picado y sus labios sólo se hubieran hinchado.
Tiene también una pequeña cicatriz en la comisura del labio inferior, es bonita...creo.
Mechones de su castaño cabello tocan ligeramente su frente ,tiene el cabello largo pero no lo suficientemente largo para que toquen sus ojos.
Es guapo como muy guapo.
-¿Jenna?
Su voz es bonita,es como...no se con que compararla ,simplemente es bonita y ya.
- Me gusta tu voz.
Sus cejas se alzaron ,sus labios formaron una mueca rara,pero tierna.
Sin poder evitarlo mi mano fue a su boca, toque sus labios,son suaves, los míos están resecos como lo estuvieron desde hace veintiocho años.
Con un dedo delinee la forma de sus labios,es raro hacer esto jamás había hecho esto,jamás siquiera había besado ha un chico.
Alce la mirada para fijarla en su rostro por completo.
Ahora tiene el ceño fruncido, y en su mirada veo confusión.
-Creo ...Digo ya llegamos a mi casa .
Dijo el.
Y se apartó, se volvió ha acomodar en su asiento,yo también lo hice ,pero mi vista estaba fijada en el.
Y eso me molesta,quiero alejarla,pero lo quiero seguir viendo.
Soy una rara.
-Si hay que irnos.
Respondí finalmente, nos bajamos del auto para dirigirnos hacia el porche de la casa más hermosa que he visto jamás.
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Perdón por los posibles horrores ortográficos.
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Donde las estrellas mueren.
Teen FictionJenna Rush, nacida el 24 de diciembre de 1977. Fallecida el 3 de agosto de 1993. Veintiocho años han pasado desde que Jenna o Jen, ha muerto, veintiocho años en los que sólo está allí viendo como todos están viviendo ...viendo a aquel que llamo amo...